Recuerdan la muerte de 23 personas en el hundimiento del 'Águila Dorada' en Progreso

A casi 27 años de una de las peores tragedias recordadas en Progreso, pobladores preparan una ceremonia en memoria de los fallecidos
jueves, 26 de mayo de 2022 · 09:40

En la antesala para la celebración del tradicional “Día de la Marina”, los progreseños recordaron el hundimiento del “Águila Dorada”, embarcación que zozobró en medio de los festejos tan significativos para el puerto de Progreso, y que ha representado la mayor tragedia en altamar registrada en toda su historia.

Este suceso terminó con la vida de cerca de 23 progreseños, quienes previamente habían disfrutado una tarde de sana convivencia en el puerto de abrigo, en el marco de la ceremonia que presidió el alcalde Álvaro Luis Sierra Pérez.

“En ese tiempo los dueños de los barcos sacaban sus buques para dar paseos, comer platillos como cochinita tikin xiic, yo recuerdo que teníamos la costumbre de bañarnos con la manguera del barco. Algo que también viene a mi memoria es que a la gente le gustaba subirse a los barcos sin estar invitados, era Fiesta del Pueblo y no había mucho control. Respecto al “Águila Dorada”, ellos ya habían terminado su curso, pero la madre del patrón de barco quiso dar una vuelta más con muy poca gente, a su nuevo retorno se toparon con otra embarcación que estaba fondeada y la gente quería regresar, entonces al pasar junto a ellos, comenzaron a pasarse al “Águila Dorada” hasta tener un peso que no les permitió seguir avanzando”, relató Ana María Pech Chacón, actual permisionaria.

Los entrevistados recuerdan que fue alrededor de las cinco de la tarde, cuando en la zona Noroeste, adjunta a la Terminal Remota, dicho navío comenzó a descender al fondo del mar tras una maniobra que emprendió el patrón Benito May, creando un estado de paranoia y psicosis entre los presentes que veían a sus consanguíneos, amigos y compañeros de pesca hundirse sin poder hacer nada.

Fue en ese momento que los mismos pescadores y autoridades marítimas comenzaron a acercarse a la zona de peligro con alijos que tomaron de la costa y a encender otros buques para salvar a los progreseños que en ese paseo tuvieron la última celebración de ese día como se acostumbraba: con vueltas a bordo de los barcos, música en vivo y alcohol de por medio.

Entre las anécdotas que han trascendido, entre los sobrevivientes se relata la hazaña que logró el ex pescador de la tercera edad, Pedro Sonda Canul “Chobi”, quien al entrar a las inmediaciones del barco avistó a la niña Leydi del Socorro Estrella Castillo atrapada en una cámara de aire, en el cuarto de máquinas aún con vida, por lo que de inmediato la llevó rumbo a la superficie del Muelle Fiscal, donde en esos años aún se podía tener acceso sin problema.

Otra historia que podría parecer sacada de un cuento de terror la expresó Patricia Pérez Aguilar, que dio a conocer lo traumatizante que resultó para su prima, Guillermina Naal, cuando al hundirse el buque tenía en sus brazos a sus tres hijos de uno, cuatro y seis años de edad, dejando ir a estos dos últimos para salvar a su bebé. Los occisos fueron Alvarito Guzmán Naal y Julia Guzmán Naal.

“Ese día hubo lluvia y por eso no fuimos al festejo, durante años el suceso fue un trauma difícil para superar por la familia, recuerdo que ese día nos avisaron por una vecina que nuestros sobrinos habían muerto, no lo podíamos creer hasta que vimos los cuerpos en bolsas negras cuando llegaron a tierra”, dijo.

Cabe mencionar que a causa del número de cuerpos que no tenían signos vitales, los cadáveres fueron llevados al local de fiestas de la CTM, dentro del área que hoy se denomina el Malecón Internacional, para llevar a cabo el reconocimiento de los cuerpos.

“Me estaba quitando del festejo con mis papás cuando nos avisaron que un barco se había volteado, mi papá empezó a desesperarse, incluso casi se agarra a golpes con otro pescador que en medio del pánico por salvar a sus amigos querían regresar al mar. El panorama era horrible, las ambulancias no paraban de sonar, la gente lloraba en la calle y la policía llenó las calles con patrullas”, expresó Zeydi Alcalá Díaz, hija de Eloy Alcalá Ayala Negro, líder pesquero de aquella época.

 Una de las personas que posteriormente tuvo una participación amarga fue el enterrador histórico del puerto, Ramón Alberto Cáceres Sandy, de 67 años de edad, quien enterró a amigos del círculo pesquero y a 11 familiares.

El patrón del barco falleció tratando de salvarle la vida a un menor, a pesar de que arriesgó la suya. El baile popular donde se iba a presentar el artista internacional Chico-Ché fue suspendido y el barco de esta historia, a pesar de ser considerado “maldito”, fungió en un par de ocasiones más como medio de pesca, pero sufrió un accidente más un par de años después y fue desarmado por sus dueños.

En memoria de los fallecidos, que descansan en la segunda sección del cementerio municipal en lápidas adornadas con anclas y figuras alusivas al mar, el próximo 1 de junio, fecha de aniversario de la tragedia, se llevará a cabo una misa en el puerto de abrigo a las 11:00 horas.

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CC

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