Kekén intentó aprovechar apoyo del Gobierno Federal destinado a pequeños productores

Kekén maniobró para blindarse de cualquier eventualidad o siniestro a través de un fondo agropecuario que ofrecía el Gobierno Federal
lunes, 23 de mayo de 2022 · 08:29

La empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), filial de Grupo Porcícola Mexicano, mejor conocida como Kekén, pretendió proteger sus activos ante cualquier eventualidad o siniestro, a través de su participación en un fondo de aseguramiento agropecuario y rural, el cual facilita que otros productores y granjeros puedan apoyarse de manera mutua mediante aportaciones y apoyos por parte del Gobierno federal.

Sin embargo, desde mediados del 2021, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que para este 2022 iban a ser eliminados los fondos de aseguramiento agropecuario y rural, que permitían a los productores rurales protegerse en caso de alguna catástrofe o imprevisto que afectara su actividad económica.

Vale poner en contexto que los fondos de aseguramiento agropecuario y rural son una herramienta que permite a agricultores y ganaderos asociarse de manera solidaria para proteger, de manera mutua, los recursos con los que operan, en caso de no contar con una aseguradora privada, lo que puede prevenir que gasten demasiado dinero en caso de un imprevisto de fuerza mayor que afecte su actividad.

Pavel Jurado

De esta manera, los fondos operan seguros y coaseguros que pueden cubrir daños a la producción de alimentos y animales; por ejemplo: heladas, inundaciones, sequías, entre otras catástrofes. Además, protegen los activos destinados a las actividades agropecuarias. Incluso pueden ofrecer productos como seguros de vida, contra accidentes, así como enfermedades de los asociados.

Filial de Kekén pretendía asegurar activos mediante fondo mutualista

Producción Alimentaria Porcícola es una empresa filial de Kekén, una compañía perteneciente al conglomerado Grupo KUO, la cual cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Su posición en el mercado le habría permitido asegurar a dicha empresa a través de una aseguradora privada y no a través de un fondo mutualista, enfocado a asegurar a productores de menor tamaño.

Sin embargo, desde Kekén han asegurado que la empresa Producción Alimentaria Porcícola no es una filial, pese a que la granja porcícola de Homún tenía cerdos que eran propiedad de Grupo Porcícola Mexicano. Dicho complejo fue suspendido de manera definitiva por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), así como de un circuito colegiado, tras varias demandas civiles por la instalación y operación irregular de la granja, misma que es acusada de contaminar el agua de cenotes y terrenos de cultivo con sus aguas residuales.

Por otro lado, la talla de Grupo KUO no es menor, pues, de acuerdo con su reporte de resultados anual de 2020, el conglomerado invirtió 747.4 millones de pesos en su vertical de consumo, lo que permitió que Grupo Porcícola Mexicano continuara con su plan de crecimiento, el cual abarcó “la implementación de nuevos módulos para el incremento de capacidad del negocio, incremento de capacidad en plantas de alimentos, adecuaciones para el incremento de capacidad de proceso en rastro Umán, adecuaciones para la eficiencia de granjas en instalaciones ya existentes, así como adecuaciones de prevención contra COVID-19”.

No solo eso, según el reporte de Grupo KUO, Kekén, “es el mayor productor de carne de cerdo en México, con ventas en el mercado doméstico y de exportación a Japón, Corea del Sur y China principalmente, así como a Estados Unidos, Canadá, Hong Kong y Chile; y comercializa sus productos con las marcas KekénMR y KinitonMR”. El documento también señala que, durante el 2020, la Grupo Porcícola Mexicano abrió 21 tiendas, alcanzando 491 establecimientos comerciales.

Pavel Jurado

Sin aseguradora privada, PAPO buscó protegerse con fondos de seguros solidarios

A principios de 2019, Producción Alimentaria Porcícola, en conjunto con otras 23 personas morales y una física, se asoció para constituir el Fondo de Aseguramiento Pecuario y de Bienes Conexos de Yucatán, el cual quedó registrado ante el Registro Público de Comercio (RPC), el cual quedó asentado en el Folio Mercantil Electrónico N-2019029512.

De acuerdo con el oficio 366-III-168/20, fechado el 29 de mayo del 2020 y dirigido al Organismo Integrador Estatal de Fondos de Aseguramiento de Nuevo León, la Dirección General Adjunta Jurídica de Seguros, Fianzas y Pensiones, de la Unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad Social, Hacienda acreditó el registro del Fondo de Aseguramiento Pecuario y de Bienes Conexos de Yucatán, con lo que se le concedió “ofrecer protección mutualista y solidaria a sus socios a través de operaciones activas de seguros y coaseguros”.

Hay que precisar que, los Fondos de Aseguramiento son organizaciones civiles sin fines de lucro, bajo el amparo de la Ley de Fondos de Aseguramiento Agropecuario y Rural, marco legal que determina que deben contar con una reserva de riesgos, formada por las primas aportadas por los socios menos el pago por reaseguro y gastos de administración, cuyo fina es cubrir las indemnizaciones de siniestros.

Además, estos fondos eran apoyados por el Gobierno a través de subsidios a la prima pagada por los productores asociados. También, el gobierno desarrollaba y transfería tecnología, y daba capacitación a los participantes para mejorar la administración de los fondos mutualistas.

En ese sentido, Hacienda autorizó el Fondo de Aseguramiento Pecuario y de Bienes Conexos de Yucatán para “la operación de daños, en el ramo de animales; así como los ramos de incendio, marítimo y transportes y riesgos catastróficos para el aseguramiento de los bienes conexos a la actividad de animales”.

Por ejemplo, de los posibles daños catastróficos que pudieron ser cubiertos con el dinero del fondo mutualista y solidario podrán haber implicado las mermas asociadas por las pérdidas de cosechas de terrenos de cultivo vecinos que fueron contaminados por la descarga ilegal de aguas residuales en la granja porcícola de Homún, propiedad de la filial de Kekén.

De hecho, el Fondo de Aseguramiento Pecuario y de Bienes Conexos de Yucatán tiene autorizado operar en los municipios de Abalá, Acanceh, Baca, Cacalchén, Cantamayec, Chapab, Chicxulub Pueblo, Chocholá, Chumayel, Conkal, Cuzama, Dzan, Halachó, Hocabá, Hoctún, Homún, Hunucmá, Izamal, Kanasín, Kantunil, Kinchil, Kopoma, Mama, Maní, Maxcanú, Mérida, Motul, Muna, Muxupip, Opichén, Progreso, Sacalum, Samahil, Santa Elena, Seyé, Sinaché, Sotuta, Sudzal, Suma, Tahmek, Teabo, Tecoh, Tecal de Venegas, Tekantó, Tekax, Telchac Pueblo, Tepakán, Tetiz, Ticul, Timucuy, Tixkokob, Tixméhuac, Tixpéhual, Tizimín, Tzucacab, Umán, Valladolid, Xocchel, Yaxcabá y Yaxkukul del Estado de Yucatán, así como en Hopelchén, en Campeche.

Por ahora no se sabe a cuánto ascienden las pérdidas por la posible contaminación ambiental y del agua de los cenotes que probablemente provocó la granja porcícola de Homún, ni tampoco quién se hará cargo de reparar el daño, pues desde Grupo Porcícola Mexicano y su matriz Grupo KUO han evitado tocar el tema de la filial de Kekén.

Síguenos en Google News y recibe la mejor información

JG