Investigadores de la UADY hallan herbicida en cenotes de Yucatán

El consumo de herbicida glifosato en el campo está afectando a las familias de Yucatán, ya que investigadores de la UADY detectaron este químico en el agua de pozos y cenotes
lunes, 16 de mayo de 2022 · 09:01

Investigadores de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), como los doctores Ángel Polanco Rodríguez, Jesús Alfredo Araujo y Daniel Humberto Rosas, advirtieron en un estudio que realizaron sobre la contaminación del agua en Yucatán, que el uso común del herbicida glifosato está enfermando a la población que aún consume agua directa de pozos o fuentes naturales como los cenotes.

Se cita que el 30 por ciento de la población maya rural bebe agua de pozos y cenotes contaminados, tiene bajos niveles educativos y realiza un alto uso de agroquímicos tóxicos en los cultivos.

Además, el 86 por ciento de agricultores y amas de casa fumigan sus cultivos con estos químicos y el 81 por ciento fumiga sus cosechas almacenadas al interior de sus viviendas, con el potencial daño a la salud y el 98 por ciento de los agricultores manifestó desconocer el manejo agroecológico en la agricultura.

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POR ESTO! publicó ayer que la planta eléctrica Iberdrola en Kanasín ponía en riesgo el Anillo de Cenotes, y se proyectaba a 183 metros de la reserva, según advierte el Manifiesto de Impacto Ambiental; por lo que la Profepa la rechazó, ya que contribuiría a dañar aún más el manto acuífero y de reserva más importante de agua en Yucatán.

Los investigadores mencionan que las condiciones de pobreza, los bajos niveles educativos y la falta de programas oficiales de capacitación en el manejo de agroquímicos contribuyen a la permanencia de los escenarios de procesos contaminantes hacia el acuífero y cenotes, así como enfermedades.

Los expertos, que han trabajado el tema en los últimos 10 años, señalaron que se estima que la contaminación por plaguicidas provoca alrededor de tres millones de intoxicaciones severas y alrededor de 220 mil muertes al año, a nivel mundial, siendo esta una muestra de la gravedad del problema actual.

Citaron que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) describe que el estado de Yucatán se encuentra en el último lugar a nivel nacional en cuanto a infraestructura para el saneamiento del agua, con 4.2 por ciento para una población de más de dos millones de habitantes, cifras del 2015; lo que se traduce en falta de equipamiento adecuado para el tratamiento del agua y de los residuos sólidos.

En el estudio de los doctores se menciona que, ante un problema complejo de contaminación del acuífero subterráneo y sus cuerpos de agua superficiales, la tarea no es sencilla. Los cenotes, estimando que hay más de cuatro mil, son altamente vulnerables desde el punto de vista de desarrollo económico y ambiental, donde intervienen factores sociales como la pobreza, marginación y bajos niveles educativos en las zonas rurales, además de los ambientales como el sistema kárstico pedregoso en Yucatán, de extrema fragilidad para la fácil filtración de contaminantes al agua subterránea.

En este caso, los plaguicidas organoclorados (OCP) usados en la agricultura y ganadería, como  el DDT, aldrín, dieldrín, endrín, endosulfán, heptacloro y lindano, así como sus metabolitos; son plaguicidas altamente persistentes en el medio ambiente por sus características fisicoquímicas, que pueden permanecer largos períodos de tiempo en el aire, agua y suelo para entonces entrar a la cadena trófica y afectar al ser humano.

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La investigación se realizó durante los períodos de lluvias y secas en una zona estratégica para la captación y recarga del acuífero en Yucatán, denominada Anillo de Cenotes, donde se estudiaron 20 cuerpos de agua de 11 municipios, se contabilizaron un total de 324 detecciones para 14 tipos de plaguicidas organoclorados.

Las más altas concentraciones detectadas fueron de heptacloro en el municipio de Dzilám González, zona ganadera de muy alta fragilidad cercana a la costa, de alta deforestación, alta densidad de cenotes y de fallas y fracturas, en la desembocadura Noreste del Anillo de Cenotes hacia el Golfo de México, impactando de igual forma a manantiales y aguas costeras. Asimismo, altas concentraciones de lindano y sus metabolitos fueron detectadas hacia el Centro del Anillo de Cenotes, en el área de recarga.

Los investigadores asociaron los daños causados por los químicos con el cáncer en mujeres, de modo que los resultados reportaron más de 70 por ciento en la frecuencia de detección de plaguicidas por arriba de los límites máximos permitidos en 72 muestras analizadas. También fue detectada en una paciente del municipio de Tizimín,  ubicada en la zona ganadera, zona catalogada de vulnerabilidad extrema a la contaminación por las características territoriales antes mencionadas.

Se hicieron estudios de laboratorio de tomas de muestra de leche materna y la más alta concentración de 18.43 ppm de heptacloro, fue detectado en Kanasín, en la zona metropolitana. Los resultados de bioacumulación de plaguicidas organoclorados en leche materna, indican el alto uso de agroquímicos tóxicos usados en la agricultura y ganadería, de uso prohibido y restringido a nivel internacional.

En el mismo sentido, los resultados indican que los niños lactantes están bioacumulando estos plaguicidas y que pueden ocasionar diversas afectaciones como retraso cognitivo. También los nitratos hallados en el agua potable están relacionados con el cáncer colorrectal y de mama, Síndrome del Niño Azul, defectos del tubo neural embrionario, trastornos reproductivos, malformaciones congénitas y enfermedades neurológicas.

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JG