Parque Xibalbá de Xcaret, sinónimo de profanación en Valladolid: Doctor de la UNAM
El doctor de la UNAM, Francisco Bautista Zúñiga, expuso que en la construcción del parque Xibalbá se eliminó la vegetación natural, suelo, relieve y flujo de agua
Los daños a los ecosistemas kársticos y a los sitios sagrados en Quintana Roo son ya irreparables y ahora se extiende a Yucatán, donde el Grupo Xcaret construye el parque Xibalbá, incurriendo en destrucción masiva y en una profanación, afirmó el doctor Francisco Bautista Zúñiga.
Dijo que en la construcción del parque Xibalbá se eliminó la vegetación natural, suelos, relieve y los flujos de agua subterránea. Mediante dinamita se abrieron caminos, hicieron túneles, se unieron cenotes: una transformación total del karst con la eliminación casi total de vida acuática y cavernícola.
El proyecto de parque contempla todo un sistema de proyección de videos y audios al interior del subsuelo. ¿Por qué incluir videos y sonidos artificiales cuando en un ámbito natural lo que deberíamos disfrutar es el paisaje y escuchar los sonidos propios de la Naturaleza?, cuestionó el biólogo, maestro en ciencias y doctor en ciencias biológicas por la UNAM y especialista B del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental.
POR ESTO! publicó que la Semarnat suspendió la obra de construcción del parque ubicado en Yalcobá, comisaría de Valladolid, aunque también se reveló que albañiles siguen construyendo las torres del acceso principal, a pesar de la advertencia de cierre definitivo.
Bautista Zúñiga, quien cuenta con diplomados química analítica ambiental, señaló que desde el 2021 el proyecto Xibalbá ha llamado la atención de las autoridades ambientales y con mucha razón. La Península de Yucatán está constituida geológicamente por rocas solubles, donde el agua de lluvia va disolviendo poco a poco la piedra, generando las oquedades, conductos, cenotes, cavernas, que los científicos llaman karst.
Estos paisajes geográficos kársticos son muy importantes porque se pueden encontrar cuerpos de agua en superficie llamados cenotes y el agua subterránea a unos cuantos metros de profundidad.
Explicó que los cenotes y las cuevas son las formas del relieve más populares, ambos son producto de la disolución de las rocas en un proceso conocido como karstificación. En el subsuelo ocurre el proceso contrario (precipitación o formación de carbonatos) generando los espeleotemas (las más comunes son las estalactitas y estalagmitas).
La disolución y precipitación de carbonatos forman parte de un ciclo geoquímico natural. Las formas del relieve presentan una gran variedad de servicios y valores ecosistémicos, como, zonas de recarga y abastecimiento de agua, nichos ecológicos, endemismos, sitios con importancia agroforestal, sitios de resguardo de vestigios y elementos paleontológicos, entre muchas otras. Además de su belleza natural.
Dijo que desde el punto de vista histórico y cultural, los cenotes y las cuevas representan la entrada al inframundo maya, quienes lo denominaron Xibalbá. La definición más simple de Xibalbá es “el lugar de los muertos”, pero también se refieren al inframundo, lo asocian como un lugar sagrado donde se origina la vida, es decir, para los mayas no había como tal un principio y fin, sino más bien un estado cíclico.
La conversión de los paisajes naturales de dichos lugares sagrados a parques temáticos conlleva la modificación extrema del karst, es decir, la muerte del ecosistema (ecocidio) y la profanación de la cultura, destrucción disfrazada de atracciones “ecoturísticas”, resaltó.
“Lamentablemente, esos parques son famosos y exitosos a causa del desconocimiento del verdadero valor geológico-geomorfológico y cultural. Las alteraciones de los flujos hidrogeológicos subterráneos conllevan el uso de filtros y aireadores para simular los procesos naturales, como la circulación y la aeración del agua. El desconocimiento y/o la negligencia en su uso de la infraestructura hidráulica ha ocasionado accidentes letales en el pasado en ese tipo de parques”.
En Yucatán hay varias opciones de turismo comunitario donde las intervenciones en el karst son mínimas, incluso rústicas, donde se respetan estos sitios sagrados. Este tipo de turismo es el que el Gobierno municipal, estatal y federal debería apoyar, porque representaría el verdadero impulso a la economía local, muy diferente a los salarios de pobreza que pagan a los trabajadores de los parques como el caso de Xibalbá y el Grupo Xcaret, acotó. (Continuará...)
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JG
