Ante la actual crisis hídrica que enfrenta la Península de Yucatán, consecuencia de los intereses económicos de la iniciativa privada extractivista como las megagranjas y el desarrollo inmobiliario, el Consejo Ciudadano por el Agua de Yucatán realizó el foro “Propuestas Ciudadanas en Defensa del Agua y la Vida”, donde denunciaron que actualmente en los tres estados de la región no hay leyes que administren, regulen y protejan este recurso.
Los integrantes de la agrupación comentaron que, a más de un año de trabajo colectivo, presentaron una serie de propuestas ante el Consejo de Cuenca Península de Yucatán, ya que el plan hídrico autorizado por la dependencia no contaba con los lineamientos suficientes para garantizar un buen manejo del agua y, a pesar de que diversos sectores entregaron sus planes de trabajo, fueron ignorados.
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“A pesar de que los integrantes representamos a diversos sectores en el Consejo de Cuenca no sólo no lo han tomado en cuenta, sino que se han negado a compartirla en los demás vocales, vemos con pena que no son consideradas, es tiempo de que las decisiones tomadas vayan más allá de los intereses económicos y que las autoridades tomen conciencia de esta crisis”, manifestó la maestra Teresa Vaught Charruf.
El doctor Francisco Bautista Zúñiga, en su presentación sobre el manto kárstico de la Entidad, explicó que hay diversas amenazas que hoy vulneran no sólo a la naturaleza, sino también a la población y a quienes la han protegido durante años.
Comentó que uno de los mayores problemas para el manto kárstico se ubica al Norte del estado, “la planicie costera tiene influencia del mar, el agua de mar empuja y esta agua de mar es detenida por el agua de lluvia y por eso las presiones se igualan, si sacamos agua de las costas y ponemos ciudades en las costas, entonces puede haber intrusión salina y, por lo tanto, se generan las inundaciones”, dijo.
Explicó las razones por las cuales la ubicación de megagranjas porcícolas a poca distancia de los cenotes y hoyos puede provocar graves afectaciones al medio ambiente.
“Los suelos son los protectores del acuífero, es aquí donde se descomponen los residuos y aguas negras, y si los suelos son de buena calidad tendremos agua limpia, ya que son como las plantas de tratamiento natural, pero en el Norte de Yucatán son más débiles y el agua negra pasa tal cual al acuífero”, dijo.
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JG