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Restauranteros del Malecón del puerto de Progreso señalan que las estafas de algunas pescaderías pirata del centro de la ciudad se agudizan durante la Semana Mayor, ofreciendo filetes por encima de los 200 pesos, cuando en realidad se trata de pescado tipo “basa”, mismo que se encuentra su valor por debajo de los 90 pesos en el mercado nacional.
A pesar de que esta venta no es ilegal, el truco se menciona que recae en el poco conocimiento que tiene el turismo foráneo que no está acostumbrado a probar filetes de calidad como es el caso del mero o la mojarra, siendo para ellos imposible distinguir entre la basa y un pescado con mejores nutrientes.
“Ahorita casi no se da mucho ese tipo de engaños entre los restaurantes, desde la entrada de la pandemia incluso, ya es parte de los menús digitales de varios restaurantes, pues la gente podría ahorrarse hasta mil pesos en consumo si adquiere platillos hechos con basa. Donde se tienen mayormente esos casos es con palaperos independientes o prestadores de servicios que llevan a la playa alimentos que provienen hasta de casas particulares”, expresó Víctor Nicoli Muñoz.
Parte de los beneficios que traería esta jugarreta, recae en que el ahorro de los restaurantes tendría hasta un 150 por ciento de descuento si se dedican a esta actividad de engaño al consumidor, pues por lo regular un sitio que opera bajo los términos que exige la ley, desembolsa mensualmente hasta 10 mil pesos en compra de filete de buena calidad.
“Han bajado estas prácticas, sobre todo ahora que la economía por las entradas al Malecón ha mejorado, pero no por eso queremos decirle al consumidor que no se ‘ponga las pilas’, sobre todo a la gente del centro del país y los turistas internacionales que llegan para días de vacaciones como estos y que desconocen totalmente el sabor de un buen pescado”, afirmó Ariel Caballero, trabajador de la pescadería “El Gato”.
El filete de basa o “pez gato”, se trata de un pescado que normalmente se cría en granjas con base en una dieta que arroja pocos nutrientes a quien lo consume, incluso afectando con problemas gastrointestinales a quien nunca ha probado este tipo de alimento, pues también pasa por procesos de larga duración para su venta que puede adquirirse en supermercados de franquicia.
Para cerciorarse de este tipo de engaños, se recomienda al comensal poner atención al color pálido de sus platillos, así como a percatarse de que la carne no es gelatinosa o pegajosa al momento de probarse, pues dichas características son típicas de la basa.
Por su parte, los dueños entrevistados señalan que las visitas por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para establecer inspecciones en cada uno de los negocios dedicados a servir platillos hechos con productos del mar, solamente se tienen dos veces al año, por lo que las pescaderías clandestinas aprovechan lapsos como Cuaresma y vacaciones de Verano para operar bajo dicha estafa.
El titular de la Cámara de Comercio en el puerto, Roberto Sánchez González señala que, en el caso de las franquicias y restaurantes con amplia trayectoria, la comunicación con el cliente antes de consumir cualquier filete es primordial, por lo que se pide a los visitantes exigir una muestra del pescado que están a punto de consumir, incluso si se pide basa.
“Es indispensable mantener mayor regulación en restaurantes de todo tipo por parte de la Profeco. Para quien desee salir de casa en busca de un filete a la orilla del mar pedimos precaución total, es necesario que ante la posible venta de ‘gato por liebre’ se mantenga información previa de que es lo que se va a ingerir, no debe permitirse esta práctica fraudulenta por ningún motivo”, dijo.
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CC
