Aluxes, los protectores de cera y sangre en las milpas de Yucatán

De acuerdo con un campesino, los aluxes son creados con cera y alimentados con sangre humana, del mismo que les da la vida para que cuiden sus milpas
miércoles, 9 de febrero de 2022 · 11:29

En los municipios del interior del Estado se tiene la creencia entre los campesinos que, para cuidar las milpas de los intrusos, es necesario poner una ofrenda a los aluxes, estos seres mitológicos de la cultura maya, creados con ayuda de los X´men (hechiceros mayas), quienes ayudan a cuidar los animales, cosecha o pertenencias que suelen dejar en el lugar de trabajo.

Con el pasar de los años, los campesinos de esta localidad aseguraron que desde que murieron las personas expertas que sabían trabajar este tipo de ritual en las parcelas, se dejaron de realizar de manera y al pasar del tiempo, poco a poco se ha ido perdiendo esta actividad que ha marcado la historia de la Península de Yucatán.

Humberto González, campesino que tiene sus tierras ejidales en Santa Cruz, exesfibradora de henequén del poblado, en entrevista con POR ESTO! narró que hace muchos años sus abuelos solían hacer esta actividad para proteger la milpa. Se solicitaba la ayuda de algún X’men que le pedía permiso al Santo Monte para poder hacer dicho trabajo.

Antes de realizar el ritual, el entrevistado sostuvo que se le tenía que especificar el nombre de las personas que entrarán al lugar, para que al momento de realizar la ofrenda pueda ser mencionado.

“Estas ofrendas son muy sagradas en las milpas, se tiene mucho respeto al momento que se realiza. Los diversos dueños de los terrenos que piden por estos seres, deben cumplirles con los ofrecimientos, hacerles rezos y mantenerlos siempre con alimento”, explicó.

Mediante una ofrenda a base de atole de maíz, es como se coloca en medio del terreno para que después se proceda a quemar todo el lote, el cual queda en cenizas y únicamente la jícara con la bebida se queda intacta. Una vez hecho esto, ya nadie más podrá entrar, excepto las personas nombradas. 

Cuando las personas que no saben que el lugar es una milpa trabajada y se introducen a saquear lo que hay, el campesino indicó que los pequeños seres que fueron creados comienzan a trabajar de manera instantánea, el intruso no los puede ver, los rodearán de espinas todo el lugar, así permanecerán sin salir hasta que llegue el dueño del lugar que tendrá el trabajo de golpearles con una rama de bejuco para que el hechizo se roto.

 “La mayoría de las personas entran con otro con el fin de apropiarse lo que no es suyo, las bebidas que fueron puestas funcionan muy bien, y hacen que se pierdan las personas y no encuentran escapatoria. Solo el dueño tiene el poder de decidir si continúan un tiempo más o los deja libre”, aseguró.

No obstante, Humberto dijo que el secreto de cómo romper el hechizo únicamente el dueño del lugar lo debe saber; pues el X´men explica los movimientos de cómo mantener vivo el lugar y las ofrendas que hay que seguir, ya que para cada milpa es una forma diferente para deshacer el ritual; sin embargo, durante sus viajes de trabajo que hacía diferentes poblados, contó que en poblado de Citilcum un campesino reveló el secreto mientras se encontraba bebiendo cervezas con sus amistades, ya que nunca podían robarle y las personas siempre se quedaban encerradas en el lugar, “el compañero ya estaba en estado de ebriedad, pero dijo que su milpa estaba curada y relató a los cuatro vientos que para que se deshaga el trabajo se tenía que romper la sandía más bonita en medio del terreno y entregárselo a los dueños del monte. Solo así podrían saquear el lugar, y por desgracia así fue”, expresó.

Al pasar de los años, cuando las personas adultas de la localidad comenzaron a fallecer, se comenzó a perder y dejar de hacer esta labor de curar los terrenos, la modernidad de las grandes ciudades se adueñó de los habitantes y poco a poco se fue perdiendo la tradición de hacerla.

Hoy en día, el entrevistado aseguró que ya no existen personas que en verdad sepan hacer los rituales en las parcelas, puesto que estafan a las personas, y precisó que es muy rara la persona que pueda hacerla de nuevo.

Cuando el X’men muere y tiene trabajado el monte mediante bebida, es muy difícil poder romper el hechizo, si así lo quiere el propietario, de lo contrario se tiene que seguir dando las ofrendas o los rezos de manera constante para que el terreno aun siga en función. 

Son creados a base de cera y sangre

Paulino Gutiérrez, otro de los parcelarios del poblado, precisó que los aluxes son creados a base de cera y son alimentados con sangre humana del mismo que les da vida para que puedan tener existencia y cuiden del lugar.

 “Los aluxes son muñecos que se crean, se les tiene que dar tu misma sangre en su boca para que puedan tener vida, se les hace una casita en alguna parte especial de la milpa, eso sí, semanalmente se les tiene que dar la sangre porque si no te pueden castigar”, precisó.

Hace 30 años atrás, Gutiérrez aseguró que en todos los terrenos tanto alejados de la comunidad como en las mismas casas, los pobladores tenían sus propios aluxes para que, al momento de salir de sus hogares, estén cuidados de manera segura sin tener la preocupación que alguien pueda entrar a robar. 

Aparición según los pobladores

Ramiro Gurubel, parcelario que trabaja en el municipio, afirmó que tuvo la suerte de ver a dos aluxes en el tramo del camino Nabanché- San Pablo mientras le dirigía a cazar.

El hombre de campo indicó que dos pequeños hombres salieron de un sendero, sosteniendo que cada uno tenía aproximadamente 40 centímetros de altura, desnudos y sin zapatos, sin embargo, su rostro nunca pudo mirarlos. “Yo estaba yendo con mi moto, no iba dura, cuando de repente a una distancia de 30 metros vi salir dos niños del monte, siendo que se metieron entre los espinos. Me detuve, pero ya se habían ido”.

Ramiro dice que no todas las personas tienen la suerte de poder verlos, algunos de ellos son malos que se dedican a hacer travesuras a los caminantes que andan por los montes, y otros que solamente cuidan del lugar sin la necesidad de hacer maldad sin que se las hagan.

Los entrevistados aseguraron que, si uno de esos seres te mira, lo más seguro es que cargues aire malo (mal de ojo como se menciona en otras partes del país) y únicamente se puede curar con la ayuda de un curandero. Los entrevistados afirmaron que la única tradición que sigue viva en la comunidad y se sigue realizando en los montes, es la ofrenda del Santo Co’ol, que consiste en implorar el agua de la lluvia para sus cosechas en temporadas cuando se genera una sequía.

La ceremonia del Ch`a Chàak, el dueño de la milpa o terreno es quien hace el ofrecimiento del pozole sin coco que es conocido como Sa`ka en dirección a los cuatro puntos cardinales, en el cual se señala el permiso al monte con la ayuda del sacerdote maya

Enrique Aguilar y Silvia González, vecinos, aseveraron que cuando hay la presencia de estos pequeños seres en las casas dentro del poblado y se dedican a hacer travesuras, la forma de romper su hechizo con el que fueron creados, es colocar una veladora en la punta de la casa, ya que es su contra para que no sigan molestando cuando son duendes malos, ya que la luz es su principal enemigo.

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CC