Recuerdan los días del ‘oro verde’ en las exhaciendas de Tixkokob

La hacienda henequenera de Ruinas de Aké es la única en Tixkokob que sigue en funciones tras la liquidación henequenera durante el gobierno de Dulce María Sauri
lunes, 7 de febrero de 2022 · 11:28

Luego de la liquidación henequenera, durante el gobierno de Dulce María Sauri, varias haciendas de Tixkokob se encuentran en un estado de abandono, aunque en su momento fueron los principales centros de trabajo de campesinos que cultivaban y producían el henequén, plantío que fungió como principal motor económico de Yucatán durante parte de los siglos XIX y XX.

En el municipio se encuentran varias exhaciendas henequeneras, como Kankabchén, San Juan Hau, Montecarlo, Kitinché, San Antonio Millet, Baneceh, Ruinas de Aké, Santa Cruz, Hubilá; las cuales, en su momento fueron centros de trabajo de empacadores, amarradores de sosquil, tendedores, plataformeros, bagaceros, cortadores de penca, chapeadores, muleros, raspadores de penca, entre otros oficios que se beneficiaban de la actividad económica derivada de la producción de henequén.

“Por algo se le llamaba ‘el oro verde’, recuerdan algunos extrabajadores de estos recintos, pues el plantío era el sostén económico de los hombres de campo y sus familias, quienes dependían totalmente del trabajo de las haciendas y del henequén, cuyas hojas se cortaban y llevaban a raspar en las desfibradoras para extraer el sosquil.

Fin del camino

Sin embargo, llegó la liquidación henequenera durante el gobierno de Dulce María Sauri, periodo que culminó con el desmantelamiento de las desfibradoras de los planteles de henequén.

Con el desuso y abandono de las instalaciones, muchos campesinos también perdieron su trabajo y tuvieron que enfrentar la falta de oportunidades y la pobreza.

Actualmente muy pocos parcelarios los que aún cultivan y producen henequén, como es el caso de Concho Durán, de Tixkokob y de Manuel López, de Ruinas de Aké; quienes dijeron que su producción la llevan a raspar a la desfibradora de Ruinas de Aké, que es la única del Municipio que sigue en funciones y pertenece a un particular.

Por su parte, el dirigente Agrario, Guillermo Cauich, dijo que actualmente permea la desolación en todas esas antiguas haciendas de Tixkokob, pues hasta ahora no se ve un verdadero cambio en la política Agraria que promueva el cultivo y la producción de la tierra.

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CC