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Yucatán

De acuerdo con vendedoras del mercado de Sinanché, el aguacate no está entre sus productos debido a su alto precio, por lo que esperarán a su descenso para regresar a comercializarlo

Debido al precio que ha alcanzado el aguacate los últimos días, comerciantes del mercado de Sinanché informaron que han declinado en seguir adquiriéndolo puesto que, los primeros kilos que compraron al inicio de la temporada para probar suerte y comercializarlos, que fueron seis, resultaron infructíferos, manteniéndose el kilo actualmente en 65 pesos, reportándose una pérdida de tres kilos.

Ana Bertha Lope, vendedora, sostuvo que desde la semana pasada ha preferido no poner este producto dentro de la lista de mercancía que suele pedir a los comerciantes de la capital yucateca, pues esperará a que baje su precio para apostar nuevamente por su venta.

A principios de mes, la entrevistada precisó que optó por vender el aguacate Hass que adquirió en la ciudad de Motul por kilos, pero al momento de comercializar con sus clientes, recibió algunos reclamos de que centro estaba en mal estado a causa del proceso de carburación al que someten a estas frutas para que alcancen una maduración prematura.

“Las personas me comenzaban a decir que sus aguacates no servían, que estaban podridos y generaban pérdidas, por eso opté por no seguir comprándolo”, expuso.

De las tres comerciantes de frutas y verduras que hay en este domo, ninguna se ha arriesgado de nueva cuenta a su comerciar con aguacate, puesto que tendría que optar por abandonar el limón o la cebolla roja, otros dos productos que han registrado un incremento en sus precios desde inicios de año

Si optaran por surtirse con un kilo del Hass, lo adquirirían en 65 pesos y para comercializarlo tendrían que ganarle hasta 2 o 3 pesos por pieza, ya que adquirir una caja que de aguacates que tiene un precio de los 800 pesos, pero la baja demanda de este fruto ha representado pérdidas para los negocios locales.

Por otro lado, Mercedes Campos, otra de las comerciantes, lamentó que el kilo de cebolla roja haya alcanzado los 46 pesos el kilo. Por lo mismo, la vendedora ha optado por reducir la mercancía de esta verdura para poder seguir surtiéndose de tomate, papa y chile, que son otros cultivos muy solicitados.

Ana y Mercedes, aseguraron que la clientela ha dejado de consumir en grandes cantidades este producto y han optado por la cebolla blanca, cuyo precio se encuentra en 25 pesos el kilo. “Las personas no piden aguacate ni cebolla roja, está muy elevado su precio. En cambio, todos se llevan la cebolla blanca y lo que tenemos surtido de la roja se nos está descomponiendo porque no sale”, afirmaron.

Lope sostuvo que, en otras tiendas de la comunidad, se han estado vendiendo pocas piezas de aguacate entre los 12 a 15 pesos la pieza y el kilo de la cebolla roja en los 50 pesos, precio considerado excesivos para las venteras del zoco, quienes suelen adquirir sus productos al mayoreo en los mercados de la capital. “Las personas ni en las otras tiendas están comprando. Si nosotras no vendemos que estamos dando de 2 a 5 pesos menos, no nos imaginamos las pérdidas que también registran, la situación es pareja y hay que pensar lo que vamos a pedir en nuestras mercancías”, comentó.

Según Ana Bertha, la última vez que preguntó sobre el costal de cebolla roja de 40 kilos, su precio estaba en los mil 800 pesos en la Casa del Pueblo. Mercedes Campos, precisó que actualmente como comerciantes tienen que analizar la situación económica de la comunidad en cómo están comprando sus recados para que puedan apostarle a que mercancía adquirir para la semana, ya que, entre el aguacate y la cebolla, ha comprobado que la cebolla roja tiene a ser la más demandada en todos los platillos.

“Yo no puedo comprar el aguacate, ahí se me va a ir la cuarta parte de mis mil 500 que le invierto a mercancía, la gente no va a comprar un aguacate pequeño en 10 o 12 pesos, pues el kilo únicamente trae de 5 a 7 piezas”, aseguró.

Campos dijo que últimamente los productos han estado llegando en mal estado de los grandes mercados, incluso ha tenido que arreglar y quitarles varias capas a las cebollas, tomate y papa para que puedan estar presentables para su comercialización. Durante los primeros 52 días del año, han notado que la venta ha bajado cerca de un 30 por ciento, a lo que se han sumado los días que se registraron lluvias y perdieron parte de la mercancía que no se logró vender.

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CC