¡Como sangre! Canal de San Crisanto, Yucatán, se tiñe de rojo

Debido a los frentes fríos que de manera continua han entrado en el Estado, los canales del cenote del puerto de San Crisanto, Yucatán, han presentado una tonalidad rojiza, trabajadores en el sitio han afirmado que esto gracias a la creciente.

Julián Chalé, quien se desempeña como palanquero en los tours que se realizan en dicha zona natural, afirmó que, debido a la creciente, el cenote comienza a expulsar la suciedad que llega a través de las filtraciones del mangle, aumentando el nivel del agua en los senderos donde los pequeños alijos transportan a los visitantes; sin embargo, el entrevistado asegura que no ha sido impedimento para que los viajeros decidan no ir al lugar, puesto que ha sido uno de los atractivos que más les llama la atención a los turistas, ya que cuando suele pegar el Norte y llegan visitantes de manera repentina, se les explica sobre el fenómeno que atraviesa la reserva natural.

Julián dice que, en ocasiones, el agua permanece rojiza hasta una semana, los mangles que están a un costado de la ría, generan el cambio de la tonalidad dependiendo del tiempo, el suelo y, sobre todo, de la vegetación que hay en todo el alrededor.

Durante el mes de junio cuando inicia la temporada de verano, el mangle rojo realiza de manera constante este fenómeno que se debe a la purificación. Durante estos días que se han registrado lluvias, el lugar ha presentado este espectáculo que sorprende a más de uno que lo visita.

Cuando el agua sobrepasa el nivel de los canales, sostuvo Chalé, suele rebosarse el lugar, ocasionando que se desborde por toda la ciénega hasta llegar a los canales que conectan a las charcas salineras, llenándose y generando que las aves como los flamencos, garzas y patos lleguen al lugar para alimentarse de los pequeños peces y crustáceos que la corriente arrastra para ser alimento de la fauna.

Ahora que las salineras se han quedado prácticamente sin agua, no se ha presenciado la llegada de más aves, únicamente a los costados de la carretera que es donde abunda más la ría. 

Cuando el mar se acerca más a la playa, Julián indica que el agua del cenote tiende a subir su nivel, y cuando se aleja la marea, tiende a bajar, generando que el momento de transportar a los visitantes sea más complicado.

En el momento en que suele haber calma por varios días, el lugar queda de nueva cuenta en tonalidad cristalina y los mangles rojos dejan su función de purificar. El lugareño precisa que mientras los frentes fríos continúen entrando de manera constante, posiblemente pueda tardar algunos días más el fenómeno natural que generará la mayor atracción turística, especialmente, de los visitantes extranjeros que no suelen constantemente este fenómeno.

Desde que el Frente Frío número 28 ingresó al Estado, se ha mantenido baja la afluencia de visitantes, al día, Chalé sostuvo que únicamente ha estado atendiendo a 10 personas, bajando sus entradas económicas.

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CC