Con una imagen de 50 kilos, peregrino recorrió mil 300 kilómetros de la CDMX a Mérida

Luego de 13 años de recorrer diversos puntos de la Península de Yucatán por fe a la Guadalupana, que sólo fueron interrumpidos por una fractura de pierna en una peregrinación y de enfermar por COVID-19, Daniel Chi, oriundo de Xcopteil, Chankom, hizo un recorrido en bicicleta de mil 300 kilómetros desde la Basílica de Guadalupe al santuario en San Cristóbal, con una enorme representación de la Virgen Morena en su parrilla.

“Primero viajé en avión para llegar a la Basílica en la Ciudad de México el 26 de noviembre, ahí armé mi bicicleta para venir”, dijo y agregó que en ese emblemático lugar también compró sus imágenes: “Traigo una Guadalupana, a San Juan Diego y la Virgen del Carmen”, que en total pesan 50 kilogramos.

La travesía es pensando en su familia, principalmente “pidiéndole a la Virgen por mi mamá y mi hija de tres años, así como que me dé salud y trabajo”.

En ese sentido, recordó que sufrió un percance viajando con un grupo de peregrinos en el 2016, por lo que las últimas veces ha preferido hacerlo por su cuenta.

“Nos accidentamos llegando a Campeche, sufrí una fractura y me dijeron que me tenían que amputar una parte de mi pierna”, compartió. “Yo me negué y luego de varios días pegó el hueso, ya estaba bien, gracias a la Guadalupana”, reveló tras enfatizar que se encomendó a la Virgen.

Lo mismo hizo el año pasado, cuando le dio COVID-19. “La pasé mal. No me dio tan fuerte, pero no pude estar trabajando, le pedí a la Virgencita por mi salud y al final me alivié”, indicó el empleado de un taller mecánico.

Por eso, luego de dos años por la pandemia, no dudó en volver a aventurarse en solitario.

“Es muy cansado y sufrido, pero vas conociendo los diferentes Estados del país”, señaló al destacar que pasó por Tepeaca, Puebla. “Y después me junté con un grupo de Tixkokob”.

Sobre por qué hace el peregrinaje, explicó que tenía la meta personal de alcanzar la docena y justamente este 2022 la superó, al llegar a 13 experiencias.

Por eso decidió ir a la Basílica para conmemorarlo, pues normalmente su recorrido era de Xcopteil a San Cristóbal.

“Esto es algo muy personal, cada quien lo hace por su propia convicción y yo pido siempre por mi madre y por mi hija desde que soy papá”, concluyó.

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JG