Discusiones familiares se vuelven agresivas en Yucatán; se han hospitalizado a 323 personas en ocho meses

Según el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), en Yucatán la violencia física entre las familia ha aumentado considerablemente, siendo más las mujeres las afectadas
jueves, 3 de noviembre de 2022 · 09:13

La violencia física en las discusiones familiares se ha vuelto más agresiva en la entidad, al grado de que el número de personas que han sido hospitalizadas por esta causa se duplicó en comparación con el mismo periodo del año pasado, revelan datos de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal.

De acuerdo con información del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), de enero a la primera quincena de agosto, fueron ingresadas a los hospitales yucatecos 323 personas, 18 hombres y 305 mujeres, por violencia intrafamiliar, cifra que se incrementó en un 98 por ciento respecto a los 163 casos registrados en el mismo periodo del año pasado.

El problema

Especial

Diversas instancias, como la Secretaría de las Mujeres (Semujeres), han considerado que la violencia de género es un problema de salud pública, como muestra la Encuesta Nacional Sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021, estima que en Yucatán el 71.4 por ciento de las mujeres de 15 años o más experimentaron algún tipo de violencia. Aunque cabría señalar que, de estas, menos del 10 por ciento refirió violencia física.

Pero el maltrato físico contra las mujeres es latente, ya que, de acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública, cada hora con 51 minutos una mujer solicita ayuda a las autoridades competentes yucatecas por situaciones de violencia, de las cuales el 68 por ciento son en el ámbito familiar, donde la mujer debe sentirse más segura.

El problema empeora porque el atacante cada día se vuelve más agresivo, usa fuerza desmedida o incluso hasta armas blancas, al grado de que la víctima tiene que ser ingresada a algún nosocomio.

Como informó POR ESTO!, a pesar de que Yucatán es el estado donde se registra un menor número de delitos de alto impacto, el número de personas hospitalizadas por lesiones de arma blanca aumentó 126 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior. La nota ejemplifica con tres casos, todos ellos de violencia familiar, donde dos mujeres fueron agredidas con cuchillos y otra más con una tijera.

El psicoterapeuta Juan Hernández Martín comentó que uno de los factores que ha generado este aumento en la agresividad de los violentadores es que ahora las mujeres no son tan sumisas, por lo que, al querer defenderse el agresor, pierde los estribos y emplea la fuerza bruta o incluso un arma blanca para someter a la víctima.

Los factores

Por Esto!

“Hay muchos factores que detonan la agresividad en una persona, y puede ser desde el consumo de sustancias toxicas; sin embargo, la mayoría de las mujeres a las que les he dado terapia por violencia intrafamiliar de pareja, el detonante principal es por defenderse”, destacó.

El experto señaló que, al no dejar que las maltraten o al defenderse, los agresores recurren a medidas más drásticas; usa todo lo que tiene a su favor, como la fuerza o armas punzocortantes.

“Me ha tocado ver mujeres marcadas en alguna parte del cuerpo e incluso la cara con algún cuchillo, navaja o vidrio, así como también costillas, nariz o pómulos rotos y moretones muy marcados; cuando en terapia hablan conmigo, tres de cada cinco revelan que fue por querer defenderse o a sus hijos, y al no poder tener un control sobre su víctima sus parejas se alteran y es cuando sucede la agresión con lujo de violencia” expuso.

Asimismo, señaló que ahora las mujeres prefieren acudir a programas de apoyo o huir de sus casas para no soportar a su pareja cuando hay algún tipo de violencia; sin embargo, puntuó que algunas mujeres de interior del estado aún viven con la violencia.

“En los municipios, las mujeres si son agredidas es de una forma más leve, y como lo he mencionado es porque son sumisas; sin embargo, aquí en Mérida esto ya está cambiando e incluso en los pueblos la mujer está tomando acciones”, detalló.

Continuó “vemos como la violencia en una pareja no se daña solamente a los dos implicados, sino que también repercute a los hijos en el caso de haberlos. Es por ello tan importante erradicar de raíz todo este tipo de comportamientos a través de una educación en respeto e igualdad, ya que, si los hijos viven en un ambiente violento es posible que se repita como un ciclo”, finalizó.

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JG