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16 de Nov de 2022
3 min
Escrito por Didier Madera Alpuche / José Luis López Quintal
El patrimonio de cerca de 500 familias de Hunucmá está en riesgo debido a la ambición de la empresa Bachoco, que se ha apoderado de cerca del 25 por ciento de la cabecera municipal, denunciaron ejidatarios.
La voracidad de la firma es tal que ha colocado cercas metálicas y ha construido muros infranqueables en calles con alumbrado público, así como en parques e incluso, se ha apoderado del casco de una hacienda.
Los quejosos manifestaron que la compañía se apoderó de cerca de 200 hectáreas de diversas colonias como San Vicente, la Estancia Ka, San Juan, San Eduardo, San Román, y Tres Reyes, entre otras, por lo que pide una indemnización o que les devuelvan los terrenos, y de no tener una pronta respuesta, están dispuestos con derribar los muros.
Ayer, por segundo día consecutivo, los ejidatarios realizaron un plantón frente a Palacio Municipal, y en punto de las 15:00 horas, sostuvieron una reunión a puertas cerradas con la alcaldesa Edna Franco Ceballos, que había de resulta infructuosa.
Pero la autoridad no solo no escuchó las demandas, sino que los amenazó con reprimirlos con la fuerza pública si continuaban con las manifestaciones.
Después del plantón, los hombres del campo mostraron al periodista de POR ESTO! las bardas construidas que obstruyen las calles 20, 22, 24 y 26, a partir de la 37 hasta abarcar cuatro cuadras más.
En todas ellas se observan lo delimitado de las calles, así como las albarradas, e incluso, en el terreno invadido por Bachoco hay postes de alumbrado público, propiedad del Ayuntamiento de Hunucmá, solo que las lámparas están rotas, por lo que es obvio que se trata de una vía pública.
Los inconformes manifestaron que, debido a la prepotencia de los empresarios, de cerrar la vía pública, los pobladores tienen que caminar más calles para continuar con su trayecto, e incluso, ello ha provocado el abandono de la capilla de San Vicente; ahora, el lugar es usado como “motel”: al llegar al sitio, una pareja salió de manera inmediata del sitio arreglándose la ropa.
La calle fue construida en 1954, la cual conducía a una desfibradora, pero en 2020, durante el momento más álgido del COVID-19, la empresa construyó los muros en dichas calles, pero la munícipe se niega a recuperar las cuatro calles que son propiedad del poblado.
Para colmo, la alcaldesa Franco Ceballos autorizó la pavimentación de calles y la ampliación de la red de agua potable en los límites de los supuestos terrenos de dicha empresa avícola, para beneficiar a la firma, a pesar de que varias colonias llevan años solicitando dichos servicios.
Ayer, por la tarde, la edil le dio la espalda a los pobladores al afirmar, sin documentos en la mano, que dichos terrenos son propiedad de negocio; dijo que no podía nada a favor de los ejidatarios.
La funcionaria tampoco le dio la cara a POR ESTO!, quien le solicitó una entrevista para tener la versión de ambas partes en la reunión; algunos ejidatarios dijeron que la edil tiene el temor de que su nepotismo -casi toda su familia está en la nómina municipal- salga a la luz.
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JG
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