Invasión de manglares, una bomba de tiempo en la Península de Yucatán: UNAM

Claudia Teutli Hernández, especialista de la UNAM, reveló que los manglares más afectados en Yucatán se encuentran en Chuburná y Sisal
jueves, 13 de octubre de 2022 · 10:55

La invasión de manglares, como sucede en Chicxulub Puerto, es un grave problema en la Península de Yucatán y se convierte en una bomba de tiempo, ya que la gente los rellena con basura y se vuelven foco de infección, lo que se agrava con los nortes y ciclones, afirmó la especialista de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Claudia Teutli Hernández.

El problema se complica con la edificación de hoteles sobre el manglar, así como la inadecuada construcción de carreras y pasos de agua, aunado del desinterés de las autoridades municipales, estatales y federal para invertir en la restauración de estos ecosistemas.

“La invasión de los ecosistemas de manglar de la Península de Yucatán se registra de manera acelerada debido a que la industria inmobiliaria construye al destajo, sin la aplicación de la normativa, y se olvidan de que es una zona federal”, acotó en el marco del Segundo Congreso de Manglares de América.

Resaltó la importancia de estos sistemas naturales, y del total de manglares que hay en el país, el 60 por ciento está en la Península de Yucatán.

Las invasiones a estas áreas es un grave problema en la región, y es más grave en Quintana Roo, con el acelerado cambio de uso de suelo, seguido de Yucatán.

La especialista de la UNAM explicó que, en el caso específico del Estado, la anomalía se registra en Chuburná, comisaría de Progreso, así como en Sisal, poblado de Hunucmá, mientras que en el norte de la Entidad se construyen hoteles sobre el manglar.

Cuestionada sobre el polémico caso de Chuburná, aseveró que “la invasión de paracaidistas ha provocado que se convierta en una zona muy impactada”.

Aseveró que “son asentamientos irregulares, los cuales no cumplen con las normas de construcción”; lo peor de todo, los rellenan con basura y carecen de drenaje, lo que lo convierte en una bomba de tiempo, ya que hay un mayor daño al medio ambiente.

“De un momento a otro habría un brote de enfermedades diarréicas agudas, dada las precarias condiciones de salud y de higiene que prevalecen”, y los más afectados serían los niños y los senescentes, subrayó.

Debido a que están en un área inundable, las fuertes lluvias provocarán que el nivel agua aumente de manera considerable y afecte las precarias viviendas.

“Con ‘Cristóbal’ hubo serios problema de inundación, y es que solo fue una tormenta tropical, imagínate lo que ocurrirá cuando impacte un huracán”, agregó la especialista.

En Chuburná se tiene que hacer una mejora de vivienda, pero debido a que está muy dañado, el restaurarlo tendría un costo muy elevado. Esto le compete al Ayuntamiento de Progreso.

Teutli Hernández comentó que desafortunadamente, “el gobierno no entiende la importancia de la normatividad, cuando le conviene son ejidos y en otros casos son zonas privadas, cuando en realidad los manglares son federales, pero el gobierno municipal y estatal regulan el uso del suelo así como las viviendas.

Comentó que “el deterioro de los manglares también es consecuencia de la mala construcción de carreteras, ya que en lugar de hacerlas elevadas sólo se enfocan a rellenar el lugar, y lo peor de todo, los pasos de agua no funcionan”.

Ejemplificó el caso del tramo carretero de Sierra Papacal a Chuburná, la cual fue rellenada y los ductos no cumplen con la función requerida, es decir, “faltó aplicar el ingenio para lograr la conservación y protección del medio ambiente”.

Síguenos en Google News y recibe la mejor información

CC