Península de Yucatán, la región con mayor superficie de manglar en México: Conabio

La Península de Yucatán tiene un registro de 544 mil 169 hectáreas, que representan el 60% de manglares a nivel nacional
domingo, 8 de agosto de 2021 · 10:54

Nuevas tecnologías empleadas por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) permitieron detectar que zonas que estaban clasificadas como humedales, en realidad son manglares, lo que convierte a la Península de Yucatán en la región con la mayor superficie de este arbusto tropical en el país, con 544 mil 169 hectáreas, que representan el 60 por ciento a nivel nacional.

Los datos más recientes publicados en el libro “Manglares de México, actualización y análisis de datos 2020”, elaborado por la Conabio, revelan que los estados con mayor ganancia neta de manglar fueron, en primer lugar, Quintana Roo, con 117 mil 115 hectáreas, seguido por Veracruz, con 4 mil 385 hectáreas; Tabasco, 3 mil 815, y Yucatán, con 3 mil 702 hectáreas.

“Los manglares son de enorme importancia en el mundo, juegan un papel verificado en hechos como áreas de reproducción de especies comerciales en la pesca”, dijo José Sarukhán Kermez, coordinador nacional de la Conabio, durante la presentación de esta nueva publicación, que aglutina dos años de investigación y trabajo de campo.

El funcionario aseguró que el estado de salud de los manglares juega un papel importante en la pesca por su impacto económico, más allá del lugar, y también porque tiene capacidad de captura de bióxido de carbono. “Es eficaz en la retención de CO2 y por eso es importante su protección”.

A nivel estatal, el documento actualiza la superficie de manglar que se detectó con fotografías y equipo más preciso, por lo que, a diferencia de fechas anteriores, en 2020, Quintana Roo se posiciona como el estado con mayor superficie de manglar, con 247 mil 17 hectáreas (27.3 por ciento de la superficie nacional), seguido de Campeche, con 200 mil 279 hectáreas (22.1 por ciento), y Yucatán, con 96 mil 873 (10.7 por ciento).

La suma de manglar de los tres estados equivale a 544 mil 169 hectáreas, lo cual representa el nivel más elevado comparado con años anteriores, pues estudios de la Conabio de 2015 contabilizaron 421 mil 926 hectáreas en la Península, ya que el equipo con el que se hizo la cartografía y el trabajo de campo había clasificado algunos manglares simplemente como “otros humedales”.

Sin embargo, en 2020 las autoridades confirmaron que esos humedales en realidad cumplen con la categoría de manglar y por ello es que se incrementó 29 por ciento la superficie de estos ecosistemas en la Península.

Los datos de este nuevo libro también resaltan que Yucatán es el segundo estado que presenta el mayor porcentaje de manglar que cubre su línea de costa con 92 por ciento, después de Chiapas, donde 96 por ciento de sus costas están cubiertas por este arbusto.

Más de 3 mil hectáreas perturbadas

Sin embargo, esto no significa que los manglares de la región estén libres de amenazas, pues los datos actualizados indican que en los tres estados de la Península hay 3 mil 162 hectáreas catalogadas como manglar perturbado; es decir, que podrían dejar de serlo por la actividad humana o recuperarse csi se mantiene la protección del ecosistema.

Los estudios de la Conabio alertan que Quintana Roo es el que tiene mayor riesgo, pues mil 174 hectáreas están consideradas como manglar perturbado, le sigue Campeche, con mil 48 hectáreas perturbadas, mientras que en Yucatán hay 940 en estas condiciones adversas.

“El manglar perturbado se considera de transición, ya sea que cambie a lo largo del tiempo a otra clase natural antrópica o que se recupere como manglar.

“Esto dependerá de las condiciones específicas de recuperación natural o del manejo que tenga”, advierte el documento.

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Ante estos riesgos, los especialistas que llevaron a cabo este trabajo de campo y monitoreo reiteraron que los manglares son ecosistemas de vital importancia porque controlan inundaciones, sirven de protección contra huracanes, son fuente de nutrientes para los ecosistemas vecinos, como pastos marinos y arrecifes de coral, capturan los gases de efecto invernadero, almacenan carbono, y son el mejor refugio para diferentes especies.