Manifestantes exigen justicia por muerte de José Ravelo a manos de policías en Mérida: EN VIVO

Cerca de un centenar de personas, entre agrupaciones, colectivos y activistas, alzaron la voz para exigir justicia por la muerte de José Eduardo Ravelo Echevarría, quien fue agredido y abusado sexualmente por agentes de la Policía Municipal de Mérida.

En la manifestación, se registraron pintas al Palacio de Gobierno de la ciudad y del Estado.

Eran las cuatro de la tarde cuando los manifestantes llegaron a Palacio de Gobierno a externar su malestar por la muerte del joven de 23 años, gritaron consignas en contra de las autoridades estatales y municipales. Así como también se manifestaron en contra de los policías que en ese momento se encontraban custodiando la entrada al recinto ejecutivo.

Pidieron al director de la Policía Municipal, Mario Arturo Romero Escalante, que se castigue e inhabilite a las personas que pecaron de omisión, debido a que en las celdas existen cámaras de seguridad y hay personas encargadas de la seguridad de ese lugar. Le exhortaron al comandante Mario Arturo Romero Escalante, a que no sea cómplice.

Por su parte, demandaron al presidente municipal de Mérida, Renán Barrera Concha, que entregue todas las pruebas a la Fiscalía General del Estado (FGE) para que se agilice la investigación y que se capacite a los agentes de la corporación municipal para evitar los abusos de autoridad.

Mientras que a la FGE exigieron que investigue y se castigue a los responsables, sin embargo, también a aquellas personas que cometieron omisión y actos discriminatorios, en especial al médico que cuestionó la orientación sexual del joven, antes de privilegiar su condición de salud.

En el Palacio de Gobierno, los manifestantes armaron un altar en memoria del veracruzano fallecido, donde le colocaron veladoras y pintaron la columna donde estaba.

En ese tenor, los participantes de la protesta realizaron pintas otras de las columnas y el pavimento frente a la puerta, a lo que algunos elementos se acercaron a solicitar que no realicen las pintas, sin embargo, los manifestantes hicieron caso omiso a la petición.

Después de estar cerca de una hora, el contingente se dirigió a Palacio Municipal para seguir con la protesta, gritando consignas en contra las autoridades y continuaron realizando pintas al edificio. También armaron otro altar en memoria de José Eduardo.

Durante la protesta, algunos manifestantes comenzaron a arrojar los conos que se encontraban en la calle hacia los cristales de una de las puertas del edificio del Cabildo, pero no llegaron a romperlos.

Cabe recordar que esta no es la primera vez que un grupo de manifestantes vandaliza la sede de la administración municipal de la capital yucateca, pues el 13 de marzo de 2007 un grupo de ciudadanos inconformes con la visita del entonces presidente de los Estados Unidos, George Bush, causaron destrozos en la fachada del edificio del gobierno municipal.

En esta ocasión ninguna persona fue detenida por las pintas realizadas en paredes y columnas de ambos edificios administrativos, en comparación de los 47 manifestantes que fueron encarcelados durante las movilizaciones en contra de la visita del mandatario norteamericano.

Muertes bajo resguardo

De acuerdo a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) del 2018 a la fecha se han registrado 27 muertes de personas que se encontraban bajo el resguardo de la autoridad.

De estos 27 decesos registrados desde el 2018 a la fecha, 20 de los fallecidos se encontraban bajo resguardo de las autoridades municipales y que su seguridad estaba bajo su responsabilidad.

De acuerdo a las cifras de la Codhey, en 2018 se registraron siete decesos de personas que se encontraban bajo custodia de la autoridad, un año más tarde  se registraron cuatro en centros penitenciarios o de retención, tres bajo custodia de las autoridades municipales y una de las estatales.

Sin embargo, en 2020 se reportaron 11 fallecimientos bajo estas circunstancias, de las cuales siete se encontraban bajo resguardo de las autoridades municipales y cuatro de la autoridad estatal.

En lo que va de este 2021, ya son cinco las personas que han perecido dentro de centros penitenciarios o de retención.

Del total de estas 27 muertes, cuatro fueron por homicidio, en tres de ellos los involucrados son agente de la Policía Municipal y uno de la SSP, en tanto que los otros 22 fueron por presunto suicidio.

El caso más reciente fue el de José Eduardo Ravelo Echevarría, quien presuntamente fue abusado sexualmente, torturado y asesinado por agentes municipales.

Llamado del Conapred

En ese tenor, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), pidió que el crimen de José Eduardo, sea investigado con perspectiva antidiscriminatoria y de derechos humanos.

A través de un documento publicado en sus redes sociales, el organismo federal se sumó a las voces que exigen justicia por este hecho, en Mérida y distintas ciudades de Veracruz, así como el de otros casos similares que han ocurrido a lo largo y ancho del territorio nacional.

Conapred “se suma al reclamo de justicia por el asesinato de José Eduardo R., luego de ser detenido de manera arbitraria, sufriera tortura y abuso sexual probablemente por policías municipales en Mérida, Yucatán, bajo una apreciación injustificada de sospecha”, versa el comunicado.

 Asimismo, pidieron que es necesario que en la investigación se determine si en la detención existió discriminación por apariencia física, edad, identidad personal o expresión corporal, que compruebe la presencia de estereotipos, prejuicios o estigmas injustificados de parte de los elementos policiacos.

El organismo también solicitó que se investigue y esclarezca la atención que recibió del personal de salud del hospital (Agustín O’Horán), esto con la finalidad comprobar o descartar negligencia en la atención que recibió José Eduardo, por algún acto discriminatorio.

Por otro lado, en redes sociales circuló un vídeo que supuestamente fue grabado el día de la detención de José Eduardo Ravelo Echevarría.

En el clip se puede escuchar cómo los supuestos policías comentan a manera de amenaza que si se mueve e intenta escapar, no lo dejarán tranquilo, sin embargo, después con intención de “tranquilizarlo” le preguntan cuánto tiempo le dura el efecto del “cristal”, mientras que el joven se ve alterado y nervioso como si estuviera bajo los efectos de alguna sustancia nociva.

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Finalmente, los presuntos policías terminan por expresar que no requiere ser aprendido pues no realizó ninguna actividad ilícita, mientras el joven supuestamente comenta que iría a una entrevista de trabajo al Ministerio Público, versión que coincide con los hechos narrados por la madre de la víctima.

CI