'Una falacia decir que las granjas porcícolas no contaminan', dice especialista de la UNAM

“Una megagranja de 50 mil cerdos equivale a una ciudad de 50 mil personas, y los puercos pueden producir hasta más excremento" advirtió el doctor Francisco Bautista Zuñiga
viernes, 6 de agosto de 2021 · 10:00

El Dr. Francisco Bautista Zuñiga, del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que es una falacia cuando se dice que las granjas porcícolas no contaminan, porque es imposible dar tratamiento a toneladas de excrementos de los cerdos y lo que se está haciendo es que diluyen las excretas y las están inyectado al manto freático, lo cual es un problema muy grave medioambiental y de riesgo a la salud de las personas.

“No sé si los han engañado o ellos (los de las granjas porcícolas) quieren engañar a la gente; yo he visto a algunos de sus asesores, declaraciones, textos y demás, que quieren justificar que no hay contaminación, pero es imposible. Las granjas, no hay manera de que no contaminen”.

Dijo que los empresarios de estos proyectos porcícolas se defienden diciendo que cumplen la ley, porque hay una Ley de Aguas Residuales, la 001, que está a su favor, porque es muy vieja.

“Si jugamos con esa norma, pues tienen razón en el sentido de que siguen la norma, pero no tienen la razón cuando dicen que no contaminan”. 

“Una megagranja de 50 mil cerdos equivale a una ciudad de 50 mil personas, y los puercos pueden producir hasta más excremento. Hablamos de toneladas, montañas de estiércol al día, que no las vemos porque se van al acuífero, las diluyen y las inyectan al acuífero, lo que es muy grave, gravísimo, en muchos aspectos, y sobre todo, para la salud de las personas que viven cerca”, explicó.

“Los estamos destinando no solamente a que sean pobres, sino a que mueran de enfermedades”, dijo.

El investigador explicó que no se trata solo de la contaminación por las heces en sí, parásitos, bacterias y demás, sino por todos los químicos que llevan las excretas.

“Imagínate lo que se usa para desinfectar a 50 mil cerdos. El cálculo es de cuánto desinfectante se usa, cuando los desparasitan, cuánto medicamento, cuando los alimentan con hormonas que desecha su cuerpo en el estiércol. El excremento lleva, por ende, hormonas, antibióticos, medicamentos; hablamos de un cóctel de compuestos biológicos y químicos que pone en riesgo el ambiente y la salud”, señaló.

Dijo que se está hablando de un tema mayor, no solo de “un problemilla” de contaminación, sino de un problema “monumental”.

Lo que pasa es que hay 30 mil dueños del agua en Yucatán, no solamente la extraen y otros la regresan ya contaminada. Este número se refiere, comentó, a las concesiones que están dadas para la extracción de agua subterránea (CEAS).

“De esos 30 mil dueños del agua, unos la extraen y la consumen, como los que producen cerveza, agua purificada, refrescos, pero otros la contaminan al usarla para mover las heces o excremento del ganado o de los cerdos”, dijo.

“No crean que es mucha agua en Yucatán, porque ya tiene dueños, no son menores, es el estado de la Península que tiene esa alta cantidad, los otros no andan ni por los 10 mil. Ya se la repartieron, ya se la regalaron, porque los precios de concesión son de risa y por eso la derrochan”, comentó.

Dijo que, por ejemplo, en el caso de los porcicultores, una granja llega a utilizar media piscina olímpica diaria de agua, lo que equivale a mil 500 metros cúbicos, un millón y medio de litros diarios.

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Lo que preocupa, agregó, es que, si bien hasta ahora se han logrado contener estos conflictos ambientales, un incremento en la intensidad de éstos, ya sea de las comunidades mayas contra las grandes porcícolas, de los pobladores contra desarrollos inmobiliarios o de las comunidades mayas contra las cerveceras, podría derivar en enfrentamientos e incluso decesos.

GH