Ecoturismo en Yucatán, amenazado por las granjas porcícolas: Investigación

Uno de los principales atractivos de Homún son las actividades ecoturísticas, lo que beneficia a las familias del municipio, sin embargo, este recurso económico está en peligro por la contaminación de las granjas porcícolas
viernes, 13 de agosto de 2021 · 08:53

Las megagranjas de cerdos son un peligro eminente para el acuífero, además de ser una actividad no compatible con el desarrollo local de Homún y localidades circundantes, no solo por el grave daño ambiental, sino porque afectan la actividad ecoturística de bajo impacto y de la que depende el 40 por ciento de las familias de la zona, reveló la investigación “Los territorios kársticos de la Península de Yucatán: caracterización, manejo y riesgos”.

En la compilación de trabajos que llevó a cabo la Asociación Mexicana de Estudios sobre el Karst, se incluye la investigación “La importancia cultural, natural, ecológica y económica del anillo de cenotes: el caso de Homún”, de los investigadores Yameli Aguilar Duarte, del Centro de Investigación Regional del Sureste (Cirse) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap); Francisco Bautista Zúñiga del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM; y Fátima Tec-Pool, del Grupo espeleológico Ajau.

En el texto, publicado en junio de este 2021, sostiene que, además del daño ambiental que generan las granjas porcícolas a una zona altamente vulnerable, que forma parte de la Reserva Geohidrológica del Anillo de Cenotes, hay un grave impacto social para muchas familias que han visto en el ecoturismo un complemento económico.

Además de Homún, esta zona abarca también parte de la zona metropolitana, Mérida y sus alrededores, decretada como “Área Natural Protegida Reserva Estatal Geohidrológica del Anillo de cenotes”, la cual ocupa una superficie de 2 mil 192.08 kilómetros cuadrados.

“Es una zona donde actualmente se llevan a cabo actividades ecoturísticas de bajo impacto que favorecen a más del 40 de las familias, quienes han visto en el turismo un complemento económico a su estilo de vida”, señala el texto.

“Debido a las características biofísicas que posee el territorio en cuestión, suelos delgados, acuífero poco profundo, gran cantidad de cenotes y alta biodiversidad, las actividades agropecuarias intensivas, como las megagranjas de cerdos, son un peligro eminente para el acuífero y es una actividad no compatible con el desarrollo local, por la gran cantidad de desechos, aun con el uso de biodigestores, requiere una disposición final, para la cual no hay un sitio adecuado y cercano”, añade.

La investigación menciona que el anillo de cenotes es un territorio singular, frágil y de gran vulnerabilidad a la contaminación por actividades antrópicas. Sin embargo, la porcicultura del tipo de las megagranjas, que requieren grandes cantidades de agua de buena calidad, ha identificado estos territorios como muy aptos para la instalación de granjas de miles de cerdos, ignorando su relevancia turística, cultural, geológica y biológica.

En particular, la población de Homún es de 7 mil 921 habitantes, donde el 54.50 por ciento de las personas son maya hablantes, y donde la actividad turística es de suma importancia.

También señala que la derrama económica que representa el turismo en dos de los cenotes más representativos del pueblo, en un periodo de 15 días en temporada alta, es decir, en vacaciones es la siguiente: el primer cenote puede recibir hasta tres mil personas y el segundo hasta 4 mil 500 personas con un promedio de 300 personas aproximadamente por día, más la renta de chalecos que es un pago adicional en caso de que se requiera. A esto es necesario sumar que al día en temporadas altas se ocupan de 70 a 80 mototaxistas para el turismo, más los servicios de alimentación.

“La presencia de una granja porcícola a escasos kilómetros de la zona turística podría acabar con esta forma de uso del territorio por parte de los lugareños. La lucha de la población en contra de su construcción y operación de la mega granja es porque constituye una seria amenaza a las actividades turísticas”, menciona.

Añade que la promesa de instalación de sistemas de tratamiento de residuos sólidos y aguas residuales no satisface a los pobladores ni a los técnicos y científicos locales debido las grandes cantidades que se generarían con una población cercana a los 50 mil cerdos.

“No hay sistemas de tratamiento que pudieran tratar al 100 por ciento los residuos y si se intentara un sistema de procesos limpios al 100 por ciento los rendimientos económicos de la granja se reducirían considerablemente y podrían hacerla incosteable”, explica.

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“De hecho, las granjas porcícolas se instalan en lugares en los que no se paguen los costos de la degradación del ambiente, esas es la razón de que no existan granjas porcinas en Japón, por ejemplo. En otras palabras, la contaminación por malos olores en el aire y la contaminación del agua subterránea es inminente con la operación de la mega granja”, se lee en el texto.

GH