Cámara hiperbárica cumple tres años en el olvido en Progreso

El aparato fue donado por el exsenador Carlos Ramírez Marín en julio del 2018 y hasta la fecha no hay planes para que esta sea puesta en funcionamiento
viernes, 13 de agosto de 2021 · 11:53

La cámara hiperbárica de 2.5 millones de pesos que el exsenador Jorge Carlos Ramírez Marín en conjunto con la Fundación Mayas de Yucatán, A.C., donó al Ayuntamiento en julio del 2018, finalizará el trienio de la actual administración en el abandono, luego de que, tras la recepción del equipo traído desde Veracruz, permanece hasta el día de hoy en la bodega de la Dirección de Servicios Públicos y Ecología.

La recepción corrió a cargo del entonces primer edil, José Isabel Cortés Góngora e integrantes del grupo rotarios del puerto, en una pequeña ceremonia en el lugar ya mencionado.

Dicho aparato llegó desde el Estado de Veracruz y tiene como características dos camas, dos sillas abatibles, iluminación, comunicación, analizador de oxígeno, sistema de aire y oxígeno, sistema de contra incendio, circuito cerrado de televisión, de operación manual y soportaba seis atmósferas de presión. Fue fabricada por el Grupo Torno Industrial y la empresa MISSA Tecnología Hiperbárica.

El gremio pesquero, de aquel entonces, pensó que habría puesto fin a una sequía de constantes peticiones al gobierno municipal para tener el aparato dentro de la ciudad, ya que, durante el 2015, se tuvieron cerca de 10 decesos a causa de una tardía atención provocada por una descompresión al bucear.

Los días de la administración 2015-2018, a cargo del exalcalde, hoy en proceso por supuesta corrupción, se terminaron sin llegar a un arreglo sobre la colocación del artefacto.

En días previos se habló de concederle espacio a la cámara en el centro educativo “Stella Maris” de la calle 84 por 25, pero el deterioro del lugar no fue factible para ello. También se dijo que sería colocada en el Centro de Salud del Poniente de Progreso, en ese entonces bajo la titularidad de Julio Bates, pero tampoco se llegó a un acuerdo para su funcionamiento.

Dentro de la era de Julián Zacarías Curi, durante el primer semestre del 2019, trascendió que personal de la unidad de medicina hiperbárica del Hospital O ’Horán se haría cargo de la operatividad para colocar el costoso aparato en un apartado del estacionamiento del Cessa; sin embargo, el proyecto tampoco pudo definirse.

Para el año siguiente, un mes antes de la entrada de la pandemia, en una mesa de trabajo, la entonces diputada, Lila Frías Castillo, cuestionó a Mauricio Sauri Vivas sobre la falta de seguimiento a la instalación de la cámara, mediante su respuesta, el actual funcionario, afirmó haber realizado los trámites correspondientes y permisos para modificación del Centro de Salud en cumplimiento de la normativa correspondiente, así como también una capacitación al área de enfermería que prestaría los servicios para los beneficiarios.

A finales del 2020, el mismo Ramírez Marín habría pedido su devolución para que sea instalada la cámara en otro punto del litoral yucateco; sin embargo, el aparato de grandes dimensiones sigue arrumbado en las instalaciones de uno de los parques vehiculares de la Comuna.

En breve entrevista con Luis Puerto Valladares, titular de la dependencia donde se encuentra el artículo, dijo desconocer cuál será el futuro del aparato, que se encuentra arrumbado junto a contenedores de basura y chatarra inservible.

Por su parte, el gobernador Mauricio Vila Dosal hizo oficial el anuncio en el mes de mayo, luego de un recorrido dentro del Hospital Naval que será inaugurado para el 2022 y cuya inversión es de 28 millones 997 mil 306.11 pesos, sobre la instalación de dos cámaras hiperbáricas, tanto en el nosocomio como en el Centro de Salud con Servicios Ampliados, por lo que una vez más quedaría descartada la reactivación de la cámara donada por el priista Ramírez Marín.

Como dato a resaltar, una de las últimas muertes por descompresiones en la costa de Progreso, hace posible referencia a un menor de edad de 13 años, que fue encontrado sin vida luego de bucear en el mar de la comisaría de Chelem hace menos de 10 días. Un año antes, el fatal desenlace fue para el ribereño de la lancha “Atlante”, quien entró al mar para bucear a 118 millas de la “Caleta”, a 46 brazas de profundidad y no retornó.

Una descompresión ocurre cuando en el proceso de liberación del gas inerte sobrante del organismo del buzo o pescador bajo el agua se producen burbujas de nitrógeno en el torrente circulatorio, suficientemente grandes como para provocar un bloqueo venoso.

Aunque una cámara hiperbárica, no sólo otorgaría el beneficio de salvarle la vida a los más de 4 mil hombres de mar del municipio, sino también tendría usos dentro de la medicina, como es el aumentar la oxigenación en todos los tejidos, incluso aquellos dañados, otorgar efectos antiinflamatorios a partir de la vasoconstricción, estimular las células que producen colágeno, así como también la respuesta inmunológica, incrementar el flujo sanguíneo sobre todo en tejidos mal irrigados, acción bactericida y bacteriostática, entre otros beneficios.

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