Granja porcícola de Kekén seguirá en operaciones en Kinchil; habitantes festejan triunfo

El día de ayer se llevó acabo la consulta indígena para poder definir el futuro de la granja porcícola en Kinchil, por lo que hubo una gran participación por parte del pueblo
lunes, 26 de julio de 2021 · 08:47

En un ambiente de fiesta decenas de kinchileños, celebraron con pancartas que obtuvieron la mayoría de votos para el , durante la jornada de ocho horas de la consulta popular organizada por diferentes grupos ambientalistas, otorgando de esta manera el permiso del pueblo para que la empresa Kekén continúe trabajando en sus instalaciones localizadas a la vera de la carretera Kinchil-Celestún.

Tras ocho horas de votaciones, y dos más que duró el conteo, 576 pobladores dijeron sí a que siga la granja, contra 423 de quienes se oponen a su funcionamiento, mientras que 10 votos resultaron nulos. En total se contabilizaron mil 9 sufragios, cuando en realidad se anunció en un principio que se utilizaron mil boletas.

Carlos Yamá, integrante del Consejo Maya del Poniente de Yucatán Chik’in Ja’ y encargado de la organización del proceso, recibió abucheos y rechiflas de parte de los asistentes, cuando se comprobó que en la única ánfora instalada en los corredores del Palacio Municipal había más papeletas de las que se señalaron que habría.

Mientras se realizaba el conteo, aumentó la tensión entre dos grupos, quienes cruzaron dimes y diretes, pero no llegaron a las agresiones.

Una vez que se declararon los resultados, un grupo de lugareños, principalmente mujeres, festejó frente a los bustos de Benito Juárez y la prócer kinchileña Felipa Poot, ambos ubicados en el Parque Principal, frente a Palacio Municipal.

María Concepción Alonzo Solís, Julissa Dzul Dzul, Juan Berta Chuil Cauich y Reina Marisol Iuitz Molina, afirmaron que votaron a favor de que se quede la granja, ya que así mantenían las fuentes de empleo en este municipio. Por lo anterior, se calcula que más de 500 personas laboran en las granjas porcícolas.

En ese tenor, Eva Ventura Aguayo comentó, casi a gritos, que hay “vividores” de Kinchil, quienes fueron derrotados con esta “gran victoria del pueblo”.

Incluso Juana Berta, una mujer indígena maya, se puso a bailar en la terraza del parque principal, mientras agitaba una pancarta.

Al poblado llegaron agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) con el objetivo de mantener el orden, sin embargo, no fue necesaria su intervención.

Jornada

Cabe señalar que esta consulta fue promovida por numerosos habitantes de la comunidad, así como agrupaciones como Chik’in Ja’, quienes manifestaron su preocupación por la contaminación y daños que causan esta granja al suelo y el agua del subsuelo.

La casilla abrió a puntual hora, siendo que al medio día la afluencia de votantes fue constante y fluida, en la que se reflejó una buena participación ciudadana.

“Las granjas son fuentes de empleo y ayudan a las personas a tener algo de dinero para sus familias. Si no trabajamos no comemos y más en estos días por la pandemia, es difícil tener un trabajo así que estoy de acuerdo con las granjas”, opinó Magdalena Tec al salir de la consulta.

Al contrario, José William Tec manifestó su opinión a en contra, ya que a pesar de “es bueno el trabajo, éste no es eterno y la contaminación del agua si perjudica a todos, sobre todo en lo que se refiere a la salud, así que sería bueno que las granjas se alejen de la población donde vivimos”.

“No tenemos nada contra “Keken”, pero si tenemos que cuidar el medio ambiente en el que vivimos. Es por el futuro de nuestras familias”, añadió el kinchileño.

Presuntos acarreados

Trascendió entre los habitantes que un grupo de trabajadores de la empresa porcícola se dieron a la tarea de acarrear gente a la votación e incluso se habló de que posiblemente se estaba dando dinero para el voto a favor de la empresa criadora de cerdos.

Durante las votaciones, se pudo observar que empleados de la empresa porcícola tomaban fotos y grababan video a los que pasaban a la urna, esto a manera de presión psicológica, lo que a muchos pobladores no les agradó.

En otro orden de ideas, Jesús Solís Alpuche dio a conocer que la agrupación que desde hace doce años están promoviendo el cuidado del ambiente y recordó que esta consulta debió haberse realizado hace doce años, cuando se comenzaron a establecer estas granjas.

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Expuso que este asunto obedece al modelo neoliberal de dar facilidades a las empresas extranjeras, ya que “en esta comunidad de Kinchil deberíamos ser productores de miel y no empleados de una granja porcícola. Deberíamos exportar los productos de nuestro pueblo y en el caso de la cría de cerdo era familiar, lo que ahora es para exportación, pero no son empresas de nosotros”.

GH