Paso Deprimido en Mérida: 10 meses cerrado y con retrasos en su reparación

El Paso Deprimido lleva casi 10 meses cerrado, tanto regidores como los ciudadanos no saben los costos que genera la obra y cuanto tiempo más demoraría en finalizarse
viernes, 23 de julio de 2021 · 08:32

Hasta ayer, el Paso Deprimido llevaba 288 días cerrado, aproximadamente 10 meses, luego que las lluvias de la tormenta tropical Cristóbal y el huracán Delta lo inundaran, el 10 de junio y el 8 de octubre de 2020, respectivamente. Desde esa fecha, el distribuidor vial no ha concluido su rehabilitación, pese a que el Ayuntamiento de Mérida informó que estaría listo a mediados de julio, algo que no se cumplió.

El 30 de abril pasado, la Comuna informó que iniciaban las obras para darle una solución a la problemática de las inundaciones, pero después de 85 días, los trabajos que le asignó a la empresa Sacbé Construcciones S.A. de C.V., bajo el contrato 083 de 2021, no finalizaron en el tiempo pactado de 75 días. Será a finales de agosto cuando la obra sea entregada.

Y no sólo se elevó el tiempo en que el Paso Deprimido se mantendrá cerrado a la circulación vehicular, sino también la cantidad asignada, la cual pasó de 25 millones de pesos iniciales a un total de 30. El atraso de la entrega de la obra sólo habla de la falta de planeación, así lo expresó el ingeniero Alfonso González, miembro de Sinergia Yucatán

Como informó la Comuna, la misma empresa Sacbé solicitó un plazo mayor para la entrega de la rehabilitación del viaducto, justificando que las lluvias habían retrasado los trabajos. La constructora alegó que los trabajo se detuvieron 12 días por las afectaciones de las precipitaciones. El tiempo de ampliación es de 28 días adicionales.

“Por lo visto, no se hicieron los estudios, porque si tú los haces, ya sabes cuánto tiempo te lleva o (se sabe) qué necesitas tener para poder cumplir los otros trabajos y (así) se pueda tener un proyecto de programa de obra con el tiempo que tú le puedas dar con una holgura y tengas una compensación”, explicó el ingeniero en una entrevista telefónica.

Agregó que estos análisis ayudan a saber cuánto tiempo se ocupa para los trabajos correspondientes y con ello se evitan los retrasos, tal y como ha ocurrido en esta obra, la cual inició el pasado 30 de abril y, aunque estaba pactado su conclusión después de 75 días, el propio Ayuntamiento de Mérida admitió que no fue posible su conclusión.

El especialista agregó que dentro de la planeación ya se sabía que las obras iban a ser durante la temporada de lluvias y si no, “¿qué fue lo que le dijeron los expertos (al municipio)? Ahorita cualquier campesino no se atreve a sembrar, al contrario, sembró antes para que cuando venga la temporada de lluvias después venga la cosecha”.

Desde un punto de vista técnico, comentó que la lluvia no es un argumento para decir que por las condiciones climatológicas las obras se han atrasado, tal y como lo comunicó la Comuna diciendo que Sacbé Construcciones, S.A. de C.V. solicitó una ampliación de plazo para reponer el tiempo en que los trabajos se detuvieron debido a las lluvias. De igual manera, tampoco consideró justo que se anuncie que los trabajos se van a demorar otro periodo más y no se diga qué es lo que se va a hacer, lo que indica que existe la posibilidad de que los costos de la obra aumenten.

González Fernández indicó que, aunque la obra se adjudicó tal y como lo marca la ley, también se debe dar a conocer al público de cuánto fue ese monto de adjudicación directa, cuáles eran los trabajos que se incluían, así como los alcances de ese proyecto, para que luego no tengan que anunciar inversiones que no fueron consideradas. 

En los últimos 10 años, el Ayuntamiento de Mérida ha gastado en el distribuidor vial 73 por ciento del costo original del trabajo, cuando un proyecto de esta magnitud, de acuerdo con Obras Públicas, no requería reparaciones en al menos 15 años, pero a pesar de que volverá a ser utilizado, los problemas de movilidad en esa zona no disminuirán.

Como se recordará, para esta habilitación del Paso Deprimido, se informó que se invertirían 25 millones de pesos para elevar la superficie 1.5 metros, obras que se debían concluir en un lapso de 75 días, pero la fecha pactada no se respetó y se ampliaron los trabajos a 105 días más, lo que significa que este distribuidor estará cerrado 10 meses.

Fue el pasado 8 de octubre, cuando las lluvias que dejó a su paso el huracán Delta provocaron nuevamente el cierre de este distribuidor vial, ubicado entre las avenidas Prolongación Paseo de Montejo y Circuito Colonias, es decir, hasta ayer, llevaba 288 días cerrado por inundaciones y reparaciones que comenzaron 85 días atrás.

Sin embargo, en 2020, la primera vez que el Paso Deprimido se cerró por inundaciones, fue el 8 de junio, luego de las precipitaciones que provocó la tormenta tropical Cristóbal. El distribuidor vial estuvo cerrado 68 días, el 14 de agosto solo fue reabierto un carril. 17 días después, es decir, el 1 de septiembre, se abrieron las dos vías.

El Paso Deprimido sólo estuvo funcionando 38 días, ya que el 8 de octubre, como ya informamos, volvió a ser cerrado tras inundarse nuevamente. Entre 2020 y 2021, este distribuidor vial ha permanecido cerrado 356 días y luego de que la obra no se entregó en la fecha pactada, es un hecho que esta vía de rodamiento cumplirá un año clausurada.

Tal y como publicó Por Esto!, en la última década, de acuerdo con datos de Obras Públicas del Ayuntamiento de Mérida, en la Glorieta de la Paz, conocido como Paso Deprimido, se ha gastado 111.6 millones de pesos, entre la edificación de la obra que tuvo un costo de 64.5 millones y 47.1 millones de pesos entre reparaciones y mantenimiento.

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El integrante del colectivo Sinergía Yucatán, comentó que: “Eso prueba no sirve. Tiene casi un año cerrado y la ciudad sigue funcionando, entonces no es necesaria, pero si causa embotellamientos vehiculares en ciertas horas del día y eso que aún no se regresa a la normalidad”.

GH