Cubrebocas bordados, una forma artesanal de protegerse del COVID-19

Debido a la falta de empleo por la pandemia y el incremento de los productos de la canasta básica, la artesana maya María Poot busca salir adelante con cubrebocas bordados
viernes, 16 de julio de 2021 · 12:21

“La pandemia de coronavirus trajo consigo muchísimas situaciones negativas. Además de enfrentarnos a la terrible enfermedad que ha ocasionado cientos de personas fallecidas, una gran cantidad de personas se quedaron sin trabajo y para salir adelante tuvimos que encontrar diversas maneras”, manifestó en lengua maya María Poot, originaria de la comisaría vallisoletana de Dzitnup, quien día con día ofrece al público distintas artesanías bordadas a mano en las inmediaciones del “Exconvento de San Bernardino de Siena”, situado en el Barrio de Sisal.

María Poot, quien padece de un problema motriz, al igual que su esposo, mencionó que: “algunas personas no tienen ni idea de lo mal que nos ha ido a muchos, especialmente, luego de haberse producido despidos masivos y que, a quienes aún conservaron sus empleos, por una temporada le redujeran a la mitad sus ya de por si raquíticos sueldos”.

“Personal de la Secretaría de Salud decía quédate en casa, quédate en casa y aún hoy lo siguen diciendo a causa del aumento en los contagios y muertes por coronavirus, pero quienes vivimos de lo que ganamos y estamos al día no podemos hacer eso. Tenemos que salir a la calle. O nos mata el COVID o nos mata el hambre”, sostuvo.

En la entrevista señaló que ante la falta de dinero sus ventas bajaron demasiado, pues en lugar de comprar una prenda bordada, como era costumbre, la gente prefería comprar productos de la canasta básica o artículos de primera necesidad.

“Pasé días en las calles y sólo vendía una o dos prendas, apenas sacaba el dinero para recuperar las telas e hilos de mis bordados. Pero noté que la gente compraba cubrebocas para protegerse del virus, así que tuve la idea de realizar cubrebocas bordados al estilo guayabera y por suerte a la gente les ha gustado”, destacó la oriunda de Dzitnup.

Adrián Tun Cemé, uno de los transeúntes que pasaba por el sitio, observó el diseño de los cubrebocas fabricados por María Poot y mencionó que eran muy bonitos y agregó que es por la forma de estos, que la gente ha comenzado a llamarle en tono jocoso “guayabocas”. La peculiaridad del diseño incluye un par de bolsillos a la usanza de las guayaberas.

La humilde artesana pidió a la gente apoyar a quienes con mucho esfuerzo salen adelante.

“Quizá mis cubrebocas no sean tan coloridos, ni elegantes y tampoco tengan el estampado de algún personaje popular, pero pueden estar seguros que a cada persona que me compra uno le dedicó mis oraciones para que tenga salud, pues gracias a ellos mi familia tendrá en la mesa tortillas y frijol caliente, aunque sea por un día”, señaló la comerciante.

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GH