Granjas porcícolas en Yucatán, un problema de salud para los habitantes: ENSU

Uno de cada 10 yucatecos considera que la gente suele enfermarse o tener problemas de salud a largo plazo a causa del manejo inadecuado de rastros, especialmente, los de granjas porcícolas.

Así lo revela la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que realizó el El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en la primera quincena de marzo de 2021, donde también se evalúa la percepción sobre las problemáticas más importantes del lugar donde viven los habitantes mayores de 18 años, en 70 ciudades, de las 32 Entidades del territorio nacional.

En el caso de Yucatán, el 9.4 por ciento de los entrevistados manifestó que existen problemas de salud derivados del manejo inadecuado de rastros, lo cual demuestra que hay una percepción de que en algunas granjas porcícolas el mal manejo de las aguas residuales tiene un impacto negativo en la salud.

En días pasados, PorEsto! ha publicado diversas notas sobre la situación que prevalece en Homún a raíz de una denuncia que detuvo la actividad en la granja de la empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), aparcera del Grupo Porcícola Mexicano, conocida como Kekén, de la que incluso se hizo un documental para dar cuenta sobre el daño ambiental y los efectos negativos que ha causado en la población del municipio.

La abogada del Equipo de Derechos Humanos Indignación y de “Ka ant Ts’onot” (Guardianes de los cenotes), Lourdes Medina Carrillo, señaló que, a raíz de la denuncia, otros pueblos o comunidades donde ya están operando granjas porcícolas empiezan a tomar conciencia del daño y documentan la contaminación que causan en los mantos acuíferos, así como la deforestación.

Pero sumado a ello, uno de cada 10 yucatecos considera que el mal manejo de los rastros repercute en la salud de las personas, por lo que es necesario que municipios y el gobierno del Estado atiendan esta problemática que afecta a diversas comunidades porque perciben que no respetan las normas ambientales y está teniendo impactos negativos en la salud de quienes viven cerca de estas granjas.

A nivel nacional, Yucatán ocupa el séptimo lugar de la población que percibe el manejo inadecuado de rastros, lo cual demuestra que sí es un tema que preocupa entre la población del Estado.

Después de Guerrero, Oaxaca, Sonora, Veracruz, Tabasco y Nayarit. La población de Yucatán percibe que no hay un manejo adecuado en los rastros, lo que repercute en la salud y es necesario que las autoridades municipales, Estatales y federales actúen en conjunto, a fin de que esta industria regularice su actividad, sin dañar al medio ambiente ni la salud de quienes habitan en los alrededores.

Y es que la abogada de Indignación recordó que, en noviembre del año pasado, 22 comunidades interpusieron una denuncia regional ante autoridades ambientales federales como Semarnat, Profepa y Conagua, pero hasta la fecha no han dado respuesta a su demanda, por lo que presentarán un amparo, a fin de obligar a que estas instancias del gobierno federal otorguen una respuesta a su denuncia, porque han sido ignorados a lo largo de estos últimos seis meses.

Las comunidades piden que se revise la documentación legal de las granjas, porque un estudio de Greenpeace señala que, en Yucatán, hay más de 440 granjas porcícolas, de las cuales apenas 18 contaban con Manifestación de Impacto Ambiental.

Las comunidades que interpusieron esa denuncia piden a la Semarnat, la Profepa y la Conagua que revisen los permisos ambientales, para imponer la suspensión de actividades o la cancelación de los permisos cuando hay anomalías.

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JG