Tour nocturno, la nueva atracción salvaje en Río Lagartos

Conoce de una forma diferentes los atractivos de la ría, a través de un paseo en lancha en un ambiente nocturno
domingo, 4 de abril de 2021 · 15:27

“Atrévete a vivir una aventura extrema en contacto directo con la naturaleza. En medio de la oscuridad se puede descubrir lo inimaginable: serpientes flotando en el agua, cocodrilos al acecho, gaviotas nocturnas, peces e incluso la “cacerolita” de mar. Es lo más novedoso que se ofrece a los turistas en el puerto de Río Lagartos”, reveló Manuel Jesús Marfil Durán, de la agencia de turismo Flamingos Tour.

“Bajo un cielo estrellado, a la luz de la luna, en medio de la Reserva de la Biosfera de Ría Lagartos, atrévete a tener una de las experiencias de avistamiento de cocodrilos en medio de la oscuridad. La aventura es inolvidable”, comenta Marfil Durán, quien explicó que estos paseos en lancha a lo largo y ancho de la Ría cubierta por el espeso mangle, surgieron buscando alternativas para el turismo.

El tour normal nace por iniciativa de los pescadores: “cuando vamos a tirar las redes en la noche, vemos muchos cocodrilos y se ve bonito”. Río Lagartos es un puerto donde arriban turistas de todas partes del mundo, pero en especial asiáticos que buscan lugares tranquilos donde relajarse por lo que optan a salir de paseo en una barca alejada de la civilización, adentrándonos a los manglares. La intención del paseo es interactuar con la naturaleza, hay turistas que temen, pero otros se acercan a lo extremo: estar más cerca de los cocodrilos.

Para el avistamiento, se recorren 24 kilómetros del trayecto de Río Lagartos y Las Coloradas. El recorrido dura entre una hora y hora y media, el costo depende del número de personas que se transporten en la lancha, que oscila entre los mil y los mil 800 pesos con seis personas; cuando van dos o una, mil pesos. Durante el recorrido van dos guías: uno gobierna el motor y el otro el foco. “Es de suerte ver los cocodrilos”, señalan, “uno llega hasta donde el cliente está satisfecho con el trabajo y podemos iniciar, los cocodrilos están cerca”.

El “tour” se hace de noche, ya que los cocodrilos son cazadores nocturnos que de día sólo salen acostados, esperando a que el Sol nivele sus temperaturas. “En Río Lagartos no tenemos lagartos, aunque el nombre del puerto lo señala”, comentó el guía, quien reveló cómo distinguir un cocodrilo de un lagarto “cuando el lagarto cierra las fauces no se observan los dientes; cuando los cocodrilos mantienen cerrada su mandíbula se perciben sus colmillos, y el hocico es cuadrado y largo. Los ojos del cocodrilo brillan con la luz, es un color rojo intenso y llamativo por la noche. Puede alcanzar hasta los tres metros de largo con un peso que va de los 200 a los 300 kilogramos. Se aparean desde los 15 años, de cada 100 huevos que ponen sólo sobrevive el 10 por ciento, y muchas veces son robados por los mapaches”.

En la Reserva de la Biosfera existe un equilibrio hasta ahora, debido a las garzas morenas y águilas: cuando el cocodrilo es pequeño las aves los devoran, otros mamíferos, como el mapache, se roban los huevos cuando el cocodrilo sale del nido. Afortunadamente no hay una especie que domine o sea un depredador, hay un equilibrio. Nunca ha habido un ataque al ser humano, pues los cocodrilos se han acostumbrado a la presencia de personas. Muchos pescadores arrojan al río los peces que no se consumen y los cocodrilos, en lugar de atacar las barcas, se acercan para ver qué les van a dar. Durante el día, varios pescadores llevan peces en la barca por si ven un cocodrilo.

Lo único que afecta el ecosistema es la basura, se debe trabajar en este aspecto para evitar la muerte de los animales. Desde que se creó la Reserva se prohibió la cacería de animales y la destrucción de la flora, ya que la Semarnat se encarga de vigilarla. La gente también es consciente y no come animales extraños, como flamencos, gaviotas, pelícanos y cocodrilos, sino el pescado, como su base de alimentación.

En el recorrido de otra barca con el guía José Ramos, tuvieron la suerte Julio Canto, Roger Tenreiro Acosta e integrantes de la familia Sánchez Rodríguez, de tocar un cocodrilo hembra que tiene una edad de entre 5 y 7 años.

SY