El cenote Xlacah, el castigo de Dios en Dzibilchaltún

La negación de comida de un hijo a su padre fue lo suficiente para que Dios se enojara y mandará un castigo divino en el lugar
jueves, 1 de abril de 2021 · 15:07

Actualmente vivimos apreciando la hermosura de los cenotes en cada una de nuestras visitas, conocemos sus aguas cristalinas, observamos las bellezas naturales que posee y capturamos momentos increíbles para la posteridad, sin embargo pocos conocen si en alguno de ellos se guarda una historia.

Los cenotes son bien conocidos por ser la entrada al inframundo maya, Xibalbá y eran custodiados por la serpiente mitológica llamada “Tzukán”. Criaturas fantásticas como los aluxes, viven o tiene una conexión con los cenotes. Fray Diego de Landa creía que los cenotes se formaron cuando un rayo impactó la tierra. Por su parte, los mayas tenían creencias parecidas, tal como es el caso del cenote Xlacah de Dzibilchaltún.

Ubicado en la zona arqueológica de Dzibilchaltún el cenote Xlacah, que significa “Pueblo Viejo” por derivarse de los vocablos mayas “X la´” (viejo) y “kaaj” (pueblo). Este cenote alberga unas mágicas leyendas que te dejarán sorprendido.

Según se cuenta un hombre viejo y cansado fue a la casa de su hijo para solicitar que le diera un pedazo de pan. Su descendiente, quien gozaba de muchas comodidades, le negó la comida a su padre.

Al suscitarse esto, Dio lo vio y decidió tomar la apariencia del viejo y fue a pedirle ayuda de nueva cuenta al hijo, nuevamente éste la negó sin saber que se la había negado a Dios. La deidad castigó al malagradecido mandándole un rayo sobre su casa, provocando que se hundiera el suelo y la choza, dando nacimiento al cenote de Xlacah.

SY