Advierten sobre nueva 'Mafia Pesquera' en compra de pulpo en Yucatán

La Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) en Yucatán ha detectado, en pleno periodo de veda, una “Mafia Pesquera”, que simula tener suficiente inventario, para luego comprar producto a los pescadores furtivos, con lo que hacen una especie de “lavado” del producto. Hasta el momento ha registrado alrededor de 300 toneladas de pulpo que los empresarios del ramo dijeron tener en bodega, pero que en realidad no existen.

El delegado de la Conapesca, Mauro Cristales Márquez, dijo que hasta el momento el área de inspección y vigilancia de la dependencia ha detectado irregularidades en las bodegas de hasta unas 300 toneladas de pulpo “fantasmas”.

Dijo que esta práctica se hace con el objetivo de comprar a los pescadores furtivos en la temporada de veda y llevar a cabo “una especie de blanqueo del producto”.

“En el caso local, lo que se ha detectado es un tema en los inventarios. Cuando termina la temporada de pesca e inicia la veda hay 72 horas para que manifiesten lo que hay, en bodega, lo que pueden comercializar. Se hace lo que se llaman inventarios, que están basados en los arribos de las embarcaciones  que regresan de pescar”, señaló.

Explicó, que cuando los hombres de mar van a salir a pescar, se hace un trámite que se llama “despacho” y, cuando regresen se manifieste el arribo, donde se indica la cantidad de producto que trae. Se hace el registro, a veces bajo promesa de decir la verdad, y, en algunos casos, se checa y en otros no.

Estos “arribos”, comentó, sirven para justificar lo que se tienen en almacenes, bodegas o en los cuartos fríos. Cuando hacen los inventarios sale una orden de inspección para verificar si efectivamente tienen lo que dicen.

“Pero nos hemos topado con situaciones en las que no existe tal inventario, en realidad, es un ‘inventado’ más que un inventario, y ya detectamos más de 300 toneladas de pulpo que se tienen, supuestamente, pero en realidad no existen”, recalcó.

Cristales Márquez expuso que el objetivo de esta práctica es comprar el producto de la pesca furtiva en época de veda, la cual, entonces, se almacena y se crea “una especie de lavado”.

“Es una forma de intentar ‘lavar’ el producto. Por ejemplo, yo manifiesto que tengo 5 toneladas de pulpo que no existe y le compro a los pescadores que se dedican a la pesca furtiva. Entonces lo guardo, y como yo manifesté que tenía tantas toneladas, ya las puedo vender, porque necesitan una guía para transportar y se hace con base en el inventario”.

“Si yo quiero vender, por ejemplo, a Estados Unidos, una tonelada de pulpo, hago el descuento a lo que dije que tenía, pero en realidad estoy blanqueando el producto, en pocas palabras”, dijo.

El delegado añadió que lo que se hace cuando se detectan este tipo de casos es cancelar los inventarios y que el empresario o permisionario no pueda comercializar ni facturar.

Señaló que esta práctica se da en las especies principales que entran en veda, como es el pulpo, el mero y la langosta, aunque los datos puntuales se manejan con sigilo por su naturaleza, además de que la labor la hace el área de Inspección y Vigilancia.

Asimismo, dijo que sí hay sanciones, pero están a cargo del departamento Jurídico de las oficinas centrales de la Conapesca, en Mazatlán, pero por la pandemia este proceso se ha alentado.

A nivel nacional

No se trata de un tema privativo de Yucatán, pues a nivel nacional, en febrero pasado, la Conapesca, a través de la Dirección General de Inspección y Vigilancia, retuvo de manera precautoria 109.36 toneladas de producto pesquero, cuyos propietarios no pudieron comprobar su legal procedencia.

Además, en los puertos del litoral oceánico del país y los principales centros de abasto y consumo, como el mercado de la Nueva Viga de la Ciudad de México, también se aseguraron dos mil 721 piezas de producto.

Fueron retenidos de forma precautoria 594 artes de pesca, 47 vehículos, 15 embarcaciones menores, 14 motores fuera de borda y una embarcación menor, detalló el organismo desconcentrado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

Estafa pesquera

Lo anterior se suma a las irregularidades que se dan también, mediante una estafa pesquera, en la venta de pescados en mercados y restaurantes en Mérida, pues cuando se compra pesado el 36.3 por ciento de las ocasiones la gente es engañada, porque paga por una especie, pero reciben otra hasta 700 por ciento más barata, de acuerdo con la investigación “#GatoXLiebre 2.0. Fraude y sustitución en la comida del mar”, elaborado por la agrupación Oceana.

SY