Los J’men, milenarios curanderos mayas de Yucatán

Son los encargados de pedir a los dioses por el bien de los cultivos, las personas y el medio ambiente
viernes, 12 de marzo de 2021 · 08:00

“Los J’men mayas de Yucatán, no somos brujos, somos curanderos, encargados de pedir a los dioses por el bien de los cultivos, de las personas y del medio ambiente”, señaló Enrique Venustiano Canul Novelo, J’men hunucmense.

Canul Novelo comentó a POR ESTO! que este importante nombramiento lo recibió de su finado abuelo, Víctor Canul, quien se lo entregó con toda la responsabilidad de continuar haciendo esta labor.

Recordó que hace 35 años heredó esta misión, que ha sabido desempeñar con honestidad y respeto, pues es lo mismo que pedimos para los dioses del monte, para que los cultivos del dueño que me contrata logren su prosperidad y beneficio, añadió.

Un J'men (también j'men; h'men o ah'men, según las formas de escritura aceptadas, dependiendo de la convención de transliteración que se utilice),​ es el nombre que se da en lengua maya al brujo o bruja, hierbatero(a) o curandero(a) de un lugar.

Sin embargo, Canul Novelo aclara que no hace ningún tipo de brujería, aunque sostiene que hay algunos J’men en este municipio que sí se dedican a ello. “Creo que depende del desempeño al que han sido convocados”, apuntó.

El J’men es también el equivalente al personaje que en otras lenguas amerindias se denomina chamán o chamana. Es un término común entre los mayas de la península de Yucatán y de Guatemala, y lo mismo se pronuncia “shmen”.

Entre la población con cultura maya de México se considera que los J'men son personas intermediarias entre los seres humanos y las deidades. Tienen, según la creencia popular, la capacidad para curar enfermedades con hierbas, y son capaces también de sanar a las víctimas de mordeduras de víboras.

El trabajo de los J'men –dijo- “se realiza merced a su sabiduría y, conforme a lo que la gente cree, a un pensamiento médico nato que parte originalmente de las enseñanzas del universo que los destina a quienes tienen la facultad, generalmente heredada, de poder mirar e interpretar las señales estelares generadas por Hunabkú”.