Yucatecos hacen trajes de alta tecnología, los venden a la NASA y a productores de vacunas anticovid

Tras años de hacer prendas para la NASA, ahora Alsico Promex protege a personal de farmacéuticas con prendas de alta tecnología
jueves, 11 de marzo de 2021 · 07:13

Desde el oriente de Yucatán, manos mayas elaboran overoles, botas, capuchas, prendas de alta tecnología y de protección que, además de ser utilizadas por el personal de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio en Estados Unidos, mejor conocida como la NASA, son usadas por quienes actualmente se encuentran en laboratorios produciendo vacunas contra el COVID-19 para abastecer al mundo, en farmacéuticas como Pfizer, Moderna o AstraZeneca.

Además, estos trajes están siendo empleados en México, Canadá y Estados Unidos, por el personal de salud que está en la primera línea de batalla contra el coronavirus, así como por quienes llevan a cabo la labor de vacunación contra el letal virus. Su composición y materiales les brindan seguridad y aislamiento.

En la zona industrial de Valladolid, a 167 kilómetros del centro de Mérida, se ubica la empresa Alsico Promex, de capital belga y mexicano, donde laboran alrededor de 400 empleados que elaboran ropas de alta tecnología. La mayoría son mujeres, prácticamente el 70 por ciento y habitan en la zona o de comisarías cercanas. Gran parte de los que trabajan en la maquila de importación hablan maya.

Es una planta establecida en el 2018, en un terreno de 10 mil metros cuadrados. Hoy día se elaboran prendas que no sólo son usadas por la gente de los laboratorios de la NASA, sino por el personal de instituciones de salud que están en la primera línea de batalla y por quienes aplican la vacuna contra el COVID-19, en México, Estados Unidos y Canadá.

Se trata de una maquiladora que produce prendas para diferentes industrias, como la aeroespacial, aeronáutica, resistencia de calor, alta visibilidad, impermeabilidad, productos químicos, ignífuga, termoeléctrica; pero hoy, la primera necesidad está enfocada en el área médica debido a la contingencia que se vive por el letal virus.

El director de Alsico Promex, Adrián Carabias Anzorena, expuso que hoy día la principal demanda y prioridad está puesta en el sector médico. Con la experiencia en la elaboración de los trajes que se usan en laboratorios y salas limpias, se contó con un producto que sirve para el personal que trabaja en áreas COVID-19 y en la vacunación.

Los empleados trabajan en la elaboración, principalmente, de overoles, botas y capuchas, con una tecnología que es cien por ciento lavable, unas 90 veces.

“Desarrollamos modelos también para la vacunación del COVID-19 y para proteger a quienes están en el primer frente; se exporta a Estados Unidos, Canadá y se usa en México”.

“También se abastece a la NASA, para el personal que está en sus laboratorios, en sus salas limpias, porque estos trajes tienen un componente de carbono que forma un antiestático, útil a la industria aeroespacial, pero también a la farmacéutica”, expuso Carabias Anzorena.

Mencionó, en este sentido, que actualmente el personal en los laboratorios que están produciendo las vacunas anti COVID-19 para abastecer al mundo, están, en muchos casos, utilizando estos trajes, como son las empresas Pfizer, Moderna o AstraZeneca.

Dijo que, actualmente, se producen entre 70 u 80 mil prendas mensuales, desde botas, overoles, pantalones, la capucha o verdugo, que se exportan desde Yucatán a Estados Unidos y Canadá.

Destacó que la posición geográfica de Yucatán es inmejorable. En el caso de Alsico Promex, dijo que todo el producto se exporta por el Puerto de Altura de Progreso y de ahí se manda a Panama City en Florida o a Houston; desde ahí, parte a diferentes puntos de Estados Unidos.

Carabias Anzorena resaltó también la calidad del personal que labora en la planta, con gran capacidad y que hoy día forma parte de “la mejor mano de obra que hay en el mundo”.

Agregó que se trata de personas que son habitantes de Valladolid y de las 9 comisarías de alrededor; la mayoría son mujeres, en un 70 por ciento, más o menos, y también maya hablantes en gran parte.

“La calidad de la mano de obra y la capacitación, han generado que podamos tener un producto de alta calidad que ha entrado a mercados exigentes como lo son el de Estados Unidos y Canadá, así como en México”, destacó.

Reiteró que ha sido de suma importancia la capacitación porque se trata de un producto muy especial, que requiere de destreza y calidad, lo que se logra con el personal local que labora. Por ejemplo, dijo que las costuras deben ser impecables, sin margen de error, pues de haberlo se dejaría una ventana de entrada al coronavirus.

“Son prendas de alta tecnología. En el proceso de producción y costura no puede haber ningún tipo de error. Se tiene que hacer bien y a la primera. El personal  está capacitado para que se haga de una sola vez, pero, si pasa algo, ya no se puede reparar y quedaría un hueco por donde puede pasar así el virus”, expuso.

“Hablamos de manos mayas y no sólo en la industria aeronáutica, sino para laboratorios, salas limpias, para el personal donde se fabrican las vacunas contra el COVID-19 y de otros temas de salud. La parte importante es que es un producto lavable, que se puede usar 80 o 90 veces, es reutilizable y no contamina”, agregó.

El presidente de Alsico Promex destacó que, ha sido también muy importante para la empresa poder garantizar un sueldo competitivo, prestaciones y bonos de productividad, para que la población se quede en su localidad y no se vayan a laborar a Cancún o Estados Unidos. Además, dijo que se trabaja para que las mujeres de la maquiladora puedan tener una guardería y así alimentar y criar a sus hijos.

Por su parte, el director comercial de Alsico Promex, Ramón Barroso Marván, explicó que, además de Estados Unidos y Canadá, estas prendas de protección se distribuyen en México; como por ejemplo en Chihuahua, Morelos, Yucatán, Guerrero, Nuevo León. Principalmente para la gente que se encuentra en las primeras filas de las áreas COVID.

Expuso que estas prendas están diseñadas para las salas limpias, que requieren un control particular. La tela está compuesta en un 98 por ciento de nylon y un 2 por ciento de carbono. Esto brinda protección y aislamiento al personal médico. En el caso de las áreas de vacunación, se armó un tipo de prenda que lleva ya la capucha o verdugo integrada.

“Los insumos vienen de Alemania y Estados Unidos; se arman en el estado de Yucatán por manos mayas y personal de esta zona del oriente”, expuso.

Agregó que los materiales con que están elaborados estos trajes permiten la transpiración y tiene entre cero y tres micras, dependiendo del tipo de producto, lo que da una protección para contra el coronavirus.

“Las costuras son muy limpias y cerradas. Se emplea hilo de alta calidad y, al ser un producto lavable, no tienes problemas de un inventario de alta rotación y se evita el desabasto. El 2 por ciento de carbono te da antiestática y en algunas industrias como la electrónica, no genera chispa en armados de producto. Para los centros de vacunación se hizo un traje con el verdugo integrado al overol. No es un producto improvisado, sino que se trata de una labor de transferencia de tecnología de hace 4 generaciones y por ello tenemos una seguridad de años”, finalizó.

SY