Luchadores se enfrentan contra el COVID-19 en Yucatán

Gladiadores yucatecos se las ingenian para obtener el sustento diario a causa del COVID-19
lunes, 8 de febrero de 2021 · 14:21

Ante la situación por el COVID-19, que obligó a la cancelación de espectáculos, luchadores profesionales de la escena local tratan de salir adelante, por lo que algunos abrieron negocios de comida y otros se emplean como choferes de plataformas de transporte.

Algunas historias, como las de la dinastía de los Halcones Rojos y del rudo extremo Rebelde Punk, son un reflejo de la situación por la que están pasando estos gladiadores, a quienes ahora les toca luchar abajo del ring.

La pandemia por el COVID-19 ha dejado impactos en la salud, la movilidad y lo económico, entre otros aspectos, debido a la inactividad por los meses en que muchos sectores de la producción estuvieron cerrados.

En tal sentido, tanto los prestadores de servicios, como quienes se dedican al espectáculo han padecido esta llamada nueva normalidad.

Una de las dinastías por su importancia y por el legado que ha dejado en el ambiente luchístico en general, la conforman los Halcones Rojos. El papá es un referente en el pancracio yucateco, y los hijos están buscando al menos igualar a la leyenda; eso sí, con sus propios méritos y caminos.

Estos gladiadores, vecinos de Kanasín, supieron encontrar un lugar en el imaginario colectivo del aficionado yucateco de la lucha libre. Pero la vida de luchador no es sencilla. A lo mucho, esta pasión es una actividad que económicamente es secundaria para buscar el sustento diario.

El equipo de Por Esto!, acudió a un local ubicado en Kanasín, que hasta antes de la pandemia ofrecía unas buenas pizzas y la posibilidad de ver una exhibición de lucha libre, pues, a un lado del hogar de los Halcones Rojos, se habilitó también un ring. Pero esto cambió a partir de la pandemia.

Halcón Rojo padre, luchador ya en el retiro, relató que efectivamente él y sus hijos atendían la pizzería, pero los tiempos cambiaron debido a que pensó que estar en contacto con los clientes no era lo mejor para ellos. Decidieron cerrar el negocio, ya que la pandemia obligó a la pizzería Halcones a cerrar sus cortinas.

“Mi vida cambió mucho, tenía este negocio, pero al ver que la pandemia se iba para arriba, decidí cerrar, descansar un tiempo y por todo esto compré un auto para trabajarlo como Uber”, compartió.

El Halcón Rojo padre expuso que mientras pasaban los meses y no había ingreso familiar más que los ahorros, decidió emprender, tomar su vehículo y hacer unos pesos, luego de poco más de 6 meses sin tener un ingreso fijo.

Eso sí, comentó que afortunadamente sus dos hijos, también luchadores, hasta el momento cuentan con trabajo, apoyan al gasto familiar y en sí no existía una urgencia económica, pero sí una necesidad de ser productivos, económicamente hablando.

El gladiador indicó ante todo este panorama los luchadores locales, nacionales e internacionales están a punto de entrar a una nueva era, muy distinta a la que a él le tocó, en esta etapa la piedra angular serán las plataformas digitales, los eventos a puerta cerrada y el cariño del público que, ahora a casi un año de la pandemia, extraña el ambiente de la lucha libre.

“La gente se va a acostumbrar, por ejemplo, habitualmente no nos lavábamos las manos; ahora lo hacemos a cada rato, es lo mismo con la lucha: el reto es adaptarnos a los nuevos retos y seguir luchando arriba y fuera del ring este es el verdadero enemigo. Además es invisible, no como cuando era luchador”, sentenció.

Halcón Rojo padre hizo un llamado a las nuevas generaciones de gladiadores a que extremen sus cuidados y eviten exponerse al virus. Pidió paciencia. Dijo que es preferible que esperen un tiempo y que, llegado el momento, cuando así se pueda, demuestren lo que han aprendido.

Recordó que la lucha libre en principio es un deporte de contacto y si no se toman las medidas y los protocolos de sanidad necesarios puede haber contagios. “El que se diga buen luchador que se tome su tiempo, que espere que la afición vaya a verlo”, señaló.

Por su parte, el Halcón Rojo Jr. dijo que fue un complicado 2020 para toda la comunidad luchística, es decir, para sus compañeros luchadores, promotores o de los que directa o indirectamente viven del pancracio.

Sin posibilidades de hacer shows, los luchadores vieron afectados sus ingresos como todos aquellos que dependen de esta actividad. Pero explicó que para muchos de los ídolos del ring en el medio local, la lucha libre no es el principal medio de ingresos; es en tal sentido, una segunda entrada de dinero, el extra.

El Halcón Rojo Jr. externo que él es maestro de educación física con base y su actividad fundamental es la docencia, la cual se complementa con los encordados; es decir, expuso que de la lucha libre local no se puede vivir. Indicó que es gratificante su trabajo, ya que ayuda a los menores a su desarrollo cognitivo, a través de la actividad física.

“Sí, no les va bien a los luchadores; hasta antes de la pandemia teníamos un evento o dos a la semana, pues tenemos familia y pues no nos da para vivir, se trata de una pasión, un ingreso extra que nos deja la lucha libre”, sostuvo.

El luchador relató que antes de subirse de manera oficial al ring, teniendo a su papá como ejemplo y entrenador, tuvo el compromiso de primero ser un profesionista, por lo que terminó su carrera en educación física y después subió al encordado.

Halcón Rojo Jr. sostuvo que fue una exigencia propia y justamente dada esa posibilidad es como ha podido sobrevivir ante la falta de ese dinero extra que le da la lucha libre.

Eso sí, señaló que, como profesor de educación física, hubo un revés en las escuelas particulares en donde impartía clases, en el entendido que muchos de los padres de familia decidieron dejar de pagar las mensualidades, ya que de todos modos la preparación se está dando a distancia y en momentos de complicaciones económicas.

Compartió que trata de mantener en secreto su identidad, ya que usa una máscara y muchos de los alumnos, compañeros, y padres de familia logran enterarse de su pasión, pero esto lejos de crear conflictos, lo ayuda, ya que para sus estudiantes es un ejemplo a seguir.

Halcón Rojo Jr. comentó que en él habitan dos personas, el profesor diligente de educación física y un gran rudo arriba del ring.

Indicó que ha logrado hacerse un nombre propio sin la ayuda de su padre, mostrando su valía enfrentando a personalidades muy conocidas de la escena del pancracio nacional, en compañía de otro compañero el Rebelde Punk.

Cabe mencionar que el Rebelde Punk, un rudo extremo y otras de las figuras más conocidas del ambiente de las luchas en el Estado, también está en activo. Tiene un puesto que junto con su familia atiende y ofrece a los vecinos de Kanasín hamburguesas en un establecimiento llamado Burger Ring.

Los luchadores se encuentran en un momento de probarse, de adaptarse a nuevas realidades, a ser gladiadores arriba y fuera del ring. Ahora el enemigo no usa máscara. El reto no es obtener la cabellera de este rival invisible. En todo caso es ponerle las espaldas planas, llevar el conteo hasta 3 y vencer al fin al COVID-19.

SY