Aluxes, los traviesos seres de la mitología maya

Cuentan que estos duendes eran creados con barro y sangre de su amo
lunes, 8 de febrero de 2021 · 15:24

Algunos relatos dicen que fueron los primeros pobladores de la Tierra y que son más antiguos que el Sol. Su apariencia de anciano, estatura diminuta, carácter travieso y rasgos indígenas lo convierten en un ser único, al mismo tiempo aterrador y tierno. El alux (geniecillo del bosque, duende o enano milenario) forma parte de la mitología maya, habitando las regiones selváticas de Guatemala, Belice y México.

Existen diferentes versiones sobre el origen del alux: por un lado, se dice que es un espíritu de la naturaleza y por otro, cuentan que es el espíritu de los niños muertos antes de la conquista española.

Sus representaciones pueden ser vistas en templos como el de Yaxchilán en Chiapas y Nohoch Mul, en Cobá, Quintana Roo. 

Entre las historias, se dice que en la profundidad de las selvas pueden ser encontrados cuando alguien invade su territorio y la criatura comienza a hacer sonidos extraños o arrojar piedras para ahuyentar al invasor. 

Otra forma en cómo se manifiesta es con carcajadas, sombras, figuras que se desvanecen y cosas que cambian de lugar. 

Estos actos son una muestra de cariño y fidelidad del alux hacia su amo y una manera de cuidar la naturaleza. Cuando su amo muere, el alux permanece en los territorios del fallecido para cuidarlos, quedando bajo la protección de Yum-Kaax, dios maya del maíz.

Ciertamente un alux, según se cuenta, necesita cierta atención y ofrendas para mantenerlo contento, especialmente si alguien tiene la ocurrencia de invadir sus territorios. La menor manera en que se puede calmar su enojo es dándole una ofrenda que contenga pozol y maíz. De lo contrario, el alux puede robar las pertenencias del intruso, dañar a sus animales o estropear sus cultivos. 

Creencias de los mayas

Los mayas creían, al igual que se dijo sobre los aluxes al inicio, que los enanos moraron en las primeras etapas de la Tierra, por lo que se creían descendientes de ellos. Su poder y sabiduría se reflejaba en las labores administrativas que llevaban a cabo, asimismo recibían los regalos de los invitados y los ajuares de los matrimonios, recibían los impuestos y controlaban la calidad de los productos. Como se puede ver, su labor en la sociedad era trascendental y mística. 

Actualmente la creencia en los aluxes sigue vigente en el sureste mexicano, en especial entre aquellos habitantes de sangre maya o quienes sienten devoción por los antiguos rituales prehispánicos. En la actualidad se les concibe como criaturas de un folklore antiguo que veneraba a la naturaleza y sus misterios.

Quienes laboran la milpa o en los montes haciendo trabajos de agricultura mencionan la existencia de los aluxes como algo real, basándose en los ruidos que escuchan cuando se hallan trabajando o las diminutas huellas que aparecen en los caminos que transitan. 

Para mantener vivas las leyendas sobre estas misteriosas criaturas se alimentan las ideas de que su presencia continúa en las zonas arqueológicas del sur de México, así como en las selvas, lagos y cenotes sagrados. Algunas personas y viajeros procuran dejar una pequeña ofrenda de comida ahí donde se indica la posible presencia de un alux. 

Con información de Cultura Colectiva

SY

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