Maceteros y paraderos del Centro Histórico de Mérida buenos y malos, aseguran

Especialistas brindaron sus opiniones sobre las obras que han cambiado al Centro Histórico y las repercusiones que tuvieron para la vida cotidiana
domingo, 21 de febrero de 2021 · 11:08

Si bien las adecuaciones como el cambio de lugar de los paraderos y la ampliación de las banquetas con maceteros en el Centro Histórico, con miras hacia una ciudad más segura en la pandemia ocasionada por el COVID-19 ha resultado positivamente, también se han experimentado problemas como la falta de una comunicación estratégica del plan, especialmente en situaciones como el cambio constante (y sin previo aviso) de la ubicación de paraderos, según punto de vista expresado por el Laboratorio Urbano de la Universidad Modelo, la directora y doctora, Silvana Forti; el coordinador de Movilidad Urbana, Eduardo Pérez, y el coordinador en Seguridad Vial, Ángel Barrera.

Al respecto destacaron que, entre la larga lista de aspectos positivos del Plan de Movilidad para la Reapertura, apuntaron que la ampliación de las banquetas permite la convergencia de los espacios públicos con un metro y medio de distancia para disminuir el riesgo de contagio por SARS-CoV-2.

Asimismo, indicaron que, con la reubicación de paraderos, se consiguió reducir de forma significativa el congestionamiento, en especial, en horas pico, para lo cual, también contribuyó la reducción a un carril.

No obstante, al haberse encontrado con largas distancias para los pasajeros, se implementó el circuito de interconexión, el cual califican de acertado, en especial para el desplazamiento de grupos vulnerables como personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres embarazadas e infantes.

En este último sentido, señalaron igualmente que se logró disminuir la velocidad de la zona, ya que al reducir el carril a ser uno central, “se generó una percepción de riesgo por parte de los conductores”; alcanzando así la velocidad de 30 kilómetros por hora, por lo que la seguridad vial mejoró.

Además, con esto se incrementó el uso de la bicicleta y, “al haberse implementado medidas flexibles de bajo costo (conos y macetas), se pudo evaluar y ajustar la propuesta del plan con miras a que, a mediano y largo plazo, el proyecto tenga una mayor extensión en la ciudad”.

A pesar de todo lo mencionado, distinguieron también los aspectos negativos que han ocurrido a raíz de la implementación del plan, tales como la falta de comunicación estratégica del mismo, en particular con la reubicación de los paraderos, los cuales se movieron de manera constante y sin previo aviso.

También resaltaron que en zonas como la calle 56 con 63, en donde se asignaron puntos para el ascenso y descenso del transporte de carga, los automovilistas ocupaban el espacio para estacionarse, aunado a ello, no existió una capacitación adecuada del personal que se encontraba brindando información en los módulos.

SY