La sexualidad maya, lejos de los estereotipos de la modernidad yucateca

Diversas manifestaciones arqueológicas sostienen que las relaciones entre los habitantes prehispánicos de la Península distan mucho de la visión implantada por los españoles
domingo, 14 de febrero de 2021 · 10:18

Cada vez existe más evidencia para sostener que la sexualidad y relaciones entre los mayas prehispánicos es diferente a la forma binaria (de hombre y mujer) de origen judeocristiana que trajeron consigo los españoles, por lo que incluso hay representaciones y textos que hablan de relaciones entre personas del mismo sexo, prostitución e incluso deidades a las que en ocasiones se les representaba como masculino o femenino, comenta el arqueólogo e investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Orlando Casares Contreras.

Esta serie de comentarios formaron parte la charla “La sexualidad entre los mayas prehispánicos”, organizada por la Red de Personas Afectadas por el VIH (Repavih), en la que puso como ejemplo, que el matrimonio entre los mayas respondía más a un compromiso político, de alianzas y de procreación, que a la idea romántica de origen romano.

En este sentido, dijo que, una parte eran los motivos por los que dos personas se unían, pero otra cosa era la expresión sexual individual de las personas y se sabe, por ejemplo, que una persona que estaba casada podría tener otro tipo de relaciones, incluso con personas del mismo sexo.

“La función social del reproducirse sí existía y hay que entenderlo como una función social y política. Pero no se puede llevar al plano íntimo esta visión binaria; las evidencias muestran que no es precisamente así. Sí había necesidad de cumplir este rol, pero en lo individual se daban indistintamente relaciones entre mujeres, entre hombres, entre ancianos y mujeres jóvenes, entre hombres menores (no niños) y hombres mayores, entre ancianos, entre deidades que, incluso, se transforman en hombres y mujeres”, expuso.

Agregó que la evidencia aún no es contundente para afirmar si los mayas eran polígamos o monógamos, pero lo que sí es un hecho es que sus relaciones no se limitaban a la persona con la que estaban unidos y eso no era sólo una práctica de las élites, sino del común de la gente.

En este plano, dijo que no se puede hablar de homosexualidad entre los mayas, porque esta es una categoría rígida y más bien relacionada con la visión occidental, pues en la cultura prehispánica se daba una sexualidad fluida y sin prejuicios.

“Podemos hablar de que sí hay un tipo de preferencia predominante, pero no determinante. Sabemos que esas expresiones se dan, las relaciones con las personas del mismo sexo que siempre han existido desde el inicio de la humanidad y no es distinto a lo que se ve en las demás culturas”, comentó.

El también docente de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), explicó que cuando se habla del área maya no se puede generalizar porque no es homogénea y aunque sí hay un núcleo común, se observan marcadas diferencias.

“Hablamos de una zona que abarca Yucatán, Chiapas, Tabasco, Guatemala, Belice y una parte de Honduras y El Salvador, y con una interacción con otros grupos”, comentó.

En general, agregó, se manejó una idea de tres periodos básicos: el preclásico que va del año 1500 AC al 200 o 300 DC; el clásico que va del año 300 al 800 o 900; y el preclásico que va del 900 a la llegada de los españoles que se tasa en los inicios de 1520.

“Pero esta clasificación ya no es práctica, porque hay etapas que se desarrollaron entre estos grandes periodos, en lo que decaía una cultura y empezaba a florecer otra; entonces no es generalizado el inicio, florecimiento y decadencia, sino variable para cada cultura o grupo”, comentó.

Dijo que la concepción de sexualidad de los mayas se presenta en varias dimensiones, pero hay un rompimiento cuando llegan los españoles porque éstos intentan imponer la tradición judeocristiana con clasificaciones binarias (hombre y mujer), pero sostuvo que cada vez hay más evidencia para ver cómo se fueron dando estos temas.

“Vemos que hay relaciones en figurillas, pintura mural, en pintura rupestre. Por ejemplo, en cuevas donde se ve de manera explícita a dos hombres de manera muy íntima, otras con escenas de masturbación y además hemos visto que hay un culto fálico, del que no se hablaba antes en la arqueología porque era un tema tabú”, comentó.

Casares Contreras dijo que existen figurillas que muestran relaciones entre hombres o, por ejemplo, de ancianas con mujeres jóvenes; además de que existen testimonios, aunque sea un poco escondidos, como de Fray Diego de Landa y Fray Bartolomé de las Casas, en los que se da cuenta de estos temas, donde se menciona que la sociedad maya no tenía los complejos que los occidentales han tenido por muchos años.

“Lo que sí podemos asegurar es que este tipo de relaciones no eran problemáticas para los mayas, como en algún momento lo fue para nosotros”, expuso.

Agregó que hay figurillas y pinturas que muestran también la colocación de enemas relacionados con prácticas rituales y en ellas siempre se observa a hombres, no hay evidencia de que se haya usado en mujeres.

“Una de las hipótesis que se tiene está relacionada con la embriaguez ritual y en la que el enema se usaba en las prácticas rituales para la colocación de bebidas embriagantes, como pulques y otras fermentadas cuando estas ya no se podían ingerir por la vía oral. Pero hay quienes también lo ven como parte del erotismo”, expuso.

Dijo que son muchas las pinturas y figurillas que hablan de este tema e incluso dijo, que existe toda una serie de fotografías bajo esta categoría del fotógrafo Justin Kerr.

También existía un concepto de la virginidad, pero no tal cual como en la cultura de los españoles asociada a la pureza, sino como cuando una mujer usaba una concha para cuando se iba a casar, o como muestra en este sentido de no haber tenido aun relaciones sexuales y era de importancia para el matrimonio y alianzas políticas; aunque dijo que en este tema todavía falta por indagar más.

Casares Contreras expuso que también aparece el tema de la prostitución y en este tenor, Fray Diego de Landa menciona a hombres y mujeres que se dedicaban a ello; pero dijo que aún no se sabe si había un lugar específico donde se realizaban este tipo de prácticas.

“En una de las pinturas de Calakmul, por ejemplo, se ve una mujer con un vestido totalmente transparente y muchos han dicho que, si la vestimenta de las mujeres asociadas a la realeza es muy ornamental, tal vez ese vestido está asociado con el erotismo o la prostitución para las elites”, dijo.

Detalló que, por ejemplo, Fray Bernardino de Sahagún, menciona que la prostitución en mujeres está relacionada con el pelo suelto que llevaban, y hay una serie de figurillas que mujeres desnudas o semidesnudas con el pelo suelto. Expuso que no es común una figurilla con estas características.

Muchos de estos tópicos están presentes en figurillas y en el arte maya, pero a principios del siglo pasado y por mucho tiempo, en la arqueología se guardaban porque era un escándalo, un tema tabú. Pero ahora ya se están sacando cada vez más y sirven para que se empiecen a discutir estos temas.

Agregó que, en muchos actos rituales, a las deidades se les puede representar como hombres o como mujeres; como en el caso del Dios del Maíz (Yum Kaax) o el mismo dios de la lluvia que es Chaac.

El especialista explicó que es algo parecido a lo que se vive en el humor carnavalesco, donde se da este travestismo sin ser relevante. Algo así sucedía en el tiempo de los mayas prehispánicos con rituales y varias deidades.

SY