Psicóloga de Mérida advierte consecuencias que trae en uso de pirotecnia a niños con autismo

Los ataques de miedo y ansiedad por los estallidos ocasionan episodios de crisis y agresiones en niños con TEA, asegura psicóloga de la asociación Construyendo Sonrisas
miércoles, 29 de diciembre de 2021 · 12:42

Si hace sufrir a alguien, no es divertido. Esto es lo que ocurre con la pirotecnia, cuyas explosiones atormentan a personas y niños con trastorno del espectro autista (TEA), según refirió Anna Gabriela Paredes Monsreal, psicóloga de la asociación Construyendo Sonrisas, en la cual se ofrece servicios de terapias médicas de rehabilitación a personas con discapacidad motriz y/o intelectual, de origen al nacimiento o en las primeras etapas del crecimiento.

La especialista sostuvo que la pirotecnia afecta especialmente a los niños con condición del espectro autista porque tienen un funcionamiento cerebral muy distinto al de otras personas, haciéndolos más sensibles a los sonidos que perciben.

En México, según datos de abril 2021 por el INEGI, hay registro de 45 mil niños con TEA, “a quienes los estruendos les genera un alto nivel de ansiedad, estrés e incluso, pueden causarles crisis, episodios en los que se ponen tensos, lloran, gritan, se tapan los oídos desesperadamente”, aseguró Gabriela.

 Explicó que las personas con trastorno del espectro autista generalmente tienen un funcionamiento cerebral diferente al de las demás personas, eso los hace muy sensibles a todo lo que ocurre en su entorno.

Indicó que realmente ha sido muy poco considerado la afectación que la pirotecnia causa a los niños con TEA y es necesario que la gente que vende, compra o utiliza este tipo de artefactos conozca todos los daños que son motivados por ellos.

 

¿Qué puede causar el sonido de los explosivos en niños con TEA?

Señaló que debido a esta hipersensibilidad que ellos presentan por los sonidos pueden tener ataques de miedo, ansiedad y pánico, los cuales les ocasionan cambios de conductas, agresividad, mayor retraimiento social e incluso crisis en las cuales los niños se ponen a temblar, gritan; y en el peor de los casos, se auto infligen un daño, lastiman a las personas que lo cuidan o a su propia familia al no saber qué es lo que está sucediendo.

Indicó que dependiendo de los síntomas o la afectación que el niño presente con el autismo, a veces puede comprender un poco más y hay que prevenir mucho con ellos, explicándoles qué va a suceder y por qué se dan estas cosas; sin embargo, en caso de que el niño no tenga la capacidad de un entendimiento, lo que se le recomienda a los padres es mantenerlos dentro de un entorno tranquilo y alejado o incluso llegar a colocarle audífonos con música tranquilizadora para que  ellos puedan sentirse seguros y confiados tratando de minimizar este ruido externo.

Señaló que en Yucatán es alto el número de niños autistas, sobre todo con la mayor afectación en los varones, y es por ello que se ha buscado por parte de la AC Construyendo Sonrisas, pedir a las autoridades por medio de cartas, regularizar la venta indiscriminada de estos artefactos, sobre todo en estas temporadas decembrinas. Pese a la insistencia, no se ha obtenido respuesta alguna para solucionar este daño colateral que tiene este comercio y que han hecho caso omiso de la situación.

La especialista dijo que los ruidos de estos explosivos traen daños en adultos mayores, personas con carencias auditivas y animales, por lo que urge una regularización en el uso de la pirotecnia.

El llamado es a la sensibilización, a la conciencia. Muchas personas no tienen una discapacidad o un familiar cercano con TEA, aunque hay que analizar lo que su “diversión” pueda afectar a otras personas, que va más allá de una incomodidad o una molestia, sino que se está causando un daño psicológico y en la salud a los seres más vulnerables.

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CC