Doña Delfina, 45 años de alegrar las fiestas en Tizimín pese a luchar contra el cáncer

Con sus coloridos ramilletes y banderillas, Delfina Esther Ayala Díaz da color a las fiestas patronales, así como a las bravas, sus ávidas manos elaboran de forma artesanal estos detalles desde hace 45 años, y pese a su condición de salud, por estar luchando contra el cáncer, aún sigue firme con la promesa de cumplir con la encomienda de los diputados de la feria.

Hace 45 años que Ayala Díaz se dedica a la elaboración de ramilletes, el legado lo aprendió de su padre William Ayala (+); recuerda que su padre le dijo que este oficio es para que pueda buscarse el sustento para toda su vida, ella mencionó que antes se dedicaba a trabajar en las casas donde pasó todo tipo de vejaciones: “gracias a mi padre tengo el orgullo de decir que gracias a él tengo un trabajo digno de admiración”, aseveró.

Sus manos de forma hábil entrelazan los bejucos y los coloca con alambres para tener las armazones para iniciar el forro de los ramilletes, lleno de muchos colores elaborados de papel crepé picados que lleva más tiempo hasta tres meses por las figuras.

Dentro de su trabajo, también elabora ramilletes de rosas y cada una lleva 76 flores, finamente rizados y escarchados.

“La Tigresa” al igual fabrica banderillas, las más elegantes que llevan una paloma adentro, las sencillas; asimismo, también elabora las puyas, que de acuerdo con las corridas que se vayan a llevar al cabo, existen las de muerte que son mucho más grandes, y las sencillas de clavo, tienen una medida para no lastimar mucho al ganado que son rentados y la medida que soliciten los clientes se tienen que respetar, por ser promesas acata las recomendaciones.

Delfina mencionó que la más grande satisfacción de este oficio fue que le haya permitido que con los recursos tenga lo necesario; ha crecido a sus nietos y bisnietos a sus hijos que siempre les mostró un buen ejemplo a base de trabajo y esfuerzo y no un mal camino porque todo el tiempo ayudan para que aprendan este oficio.

Para elaborar un ramillete, desde el armado y decorado, le dedica a cada uno de estas dos horas, mencionó que no acepta trabajos urgentes porque tiene pedidos agendados y se les da prioridad.

En esta ocasión las personas que realizan sus encargos deben cubrir el 100 por ciento del valor de cada ramillete o banderilla debido a que está solventando los gastos de sus quimioterapias.

Cada año elabora 70 ramilletes y 60 pares de banderillas, en esta ocasión está contemplando entre 30 y 40 pares de banderillas, pero si algún socio acude a su domicilio a partir de esta fecha a mediados de diciembre, mencionó que puede cumplir con el trabajo, pero ya después de esta fecha, porque está muy metido el tiempo y por los efectos de su tratamiento que la deja fuera 10 días.

Tan solo el material ella en un principio invierte más de 30 mil pesos, en este año el material que se utiliza para los ramilletes y banderillas incrementó entre 5 y 10 por ciento de su valor, por ejemplo el papel crepé, el resistol, silicón, el acero, en tan solo alambre el costo hace un año era de 23 pesos ahora está a 82 pesos el kilogramo, pese al alto valor de la materia prima ella mencionó que sigue conservando los precios por la difícil situación que atraviesan; por ejemplo un ramillete grande debe costar mil 200 pesos, pero para apoyar a los socios se los vende en 800 pesos.

Por último, Delfina Esther explicó que hay personas que vienen de diferentes partes de Yucatán a hacer sus encargos, comentó que en esta ocasión debido a su estado de salud no pudo recorrer todo el Convite, evento donde la mayor parte de sus socios la contactan y le hacen sus encargos para sus promesas para las fiestas patronales.

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CC