Conoce el cenote de Yucatán que cuenta con un espejo turquesa en su interior

El cenote San Ignacio, ubicado en la localidad, sigue siendo un atractivo importante para el turismo y debido a la contingencia sanitaria por la presencia del virus del SARS-CoV-2, se han tenido que realizar adaptaciones para cumplir con los protocolos implementados por autoridades de salud y continuar recibiendo a los visitantes.

Wendy Chablé, empleada del sitio, señaló que el lugar ofrece trabajo a cerca de 20 personas, tanto del municipio como de localidades circunvecinas, que son los encargados de que se cumplan las medidas sanitarias, como la toma de temperatura, el uso correcto de los cubrebocas y la aplicación de gel antibacterial, así como la fumigación de los barandales y de los chalecos salvavidas.

“Por el momento y ante la pandemia por el coronavirus, sólo se permite el acceso al cenote a 20 personas, las cuales sólo pueden permanecer un tiempo de 30 minutos como máximo, cuando hay muchos visitantes”, comentó Chablé.

Esta dolina, ubicada a 20 minutos de la ciudad de Mérida, es de tipo cerrado dentro de una gruta, fue descubierto hace aproximadamente 40 años y a ella se accede por medio de una escalinata de piedra, construida exprofeso para eso, al igual que fue dotada de iluminación artificial para un mejor disfrute de los turistas.

Chablé explicó que el agua es azul turquesa y el espejo del cenote mide de largo 38 metros por 20 de ancho, con una profundidad máxima de 6 metros en su parte más profunda, además, no cuenta con corrientes fuertes de agua, razón por la que no es considerado peligroso y su agua mantiene una temperatura promedio de 26 grados centígrados.

Carlos Aldana Herrera, otro de los lugareños, indicó que este cenote fue descubierto por casualidad, debido a que al caer algún objeto en el pozo que se encontraba en el sitio rápidamente desaparecía. Cuando comenzaron a investigar, descubrieron el cenote de aguas limpias y transparentes que ahora se ha convertido en un centro ecoturístico.

Actualmente, se están recibiendo visitantes nacionales, que quedan maravillados por lo cuidado que se observa la dolina, que brinda seguridad para ingresar en ella y que cuenta con chalecos salvavidas, que son proporcionados en el lugar, previa higienización.

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JG