Abuelita de Mérida vive con el temor de perder a su nieto por ser pobre: HISTORIA

En ocasiones los vecinos le regalan una despensa, productos que su yerno le quitaba y vendía para comprar licor, comparte Doña Altagracia, de 85 años de edad
domingo, 10 de octubre de 2021 · 11:17

Con 85 años a cuestas, Altagracia Chan Poot, originaria de la hacienda Mucuyché, municipio de Abalá, manifestó que desde la muerte de su hija, hace ocho años, vive de la caridad de sus vecinos de la calle 83, entre 66 y 72, colonia Centro, con su nieto de nueve años, a quien desea proteger y evitar que su padre, Martín Guadalupe Contreras Capetillo, actualmente recluido por el delito de lesiones calificadas y violencia familiar, se quede con la patria protestad del menor.

Entrevistada en su domicilio, Chan Poot dijo que no teme a la pobreza porque desde pequeña y hasta la fecha siempre ha vivido de esa manera, especialmente en la ex hacienda, donde sus padres trabajaban como peones y tiró su tuch (ombligo) en los montes de esa localidad.

Recordó en su infancia su desayuno era café y dos tortillas, no como ahora que los chamacos piden de todo para desayunar, o sea, que si no hay galletas, pan de mesa, etc., no comen. Ella creció con lo poco que le podían dar sus padres, y aunque les pidiera galletas, éstos no tenían dinero para comprarlas y su familia vivía con lo que el padre cosechaba en la milpa.

Con el paso de los años, sus padres decidieron venir a Mérida en busca de mejor vida y compraron el terreno donde habita donde en condiciones realmente precarias, sola y con su único nieto, por el que desea vivir muchos años, verlo crecer y que sea una persona de bien.

Comentó que en esta ciudad trabajó muchos años con los Chapur, que tienen una empresa en la calle 63, entre la 54 y 56, cuyos hijos vio crecer, y a quienes agradece lo mucho que la apoyaron, pues en ese tiempo logró tener su mejor un mejor modo de vida con su única hija, Graciela Chan Batún, que falleció y entonces de manera drástica cambió su vida, al grado que el papá del niño intentó matarla el pasado 27 de julio, porque se negaba a entregarle el dinero de la pensión que recibe de su difunto esposo.

Poco antes de la pérdida de su hija, a Altagracia la iban a operar de sus rodillas, pero debido a su edad los doctores prefirieron darle tratamiento y por eso ahora tiene problemas para andar y está imposibilitada de trabajar.

Indicó que debido a la agresiva conducta de su yerno interpuso una denuncia en el Centro de Justicia Oral de Mérida, y éste fue quien fue detenido y recluido en el Centro de Reinserción Social, del cual debe salir a finales de este mes y ahora teme que regrese y quiera llevarse a su nieto por la fuerza e intente agredirla de nuevo.

Precisó la mujer que el papá de su nieto es una persona irresponsable, porque jamás ha dado un peso para mantenerlo, por el contrario, no tiene empleo y es muy violento, sobre todo cuando está bajo los influjos de bebidas alcohólicas. Dijo que las veces que visita su domicilio es para ofenderla y amenazarla con que va a pedir la patria protestad del pequeño.

Mencionó que gracias a la señora Yolanda y otros vecinos ha logrado sobrevivir en los últimos años, porque ellos le pagan los recibos del consumo de electricidad, agua potable, impuesto predial, le llevan comida todos los días, desde hace más de ocho años y procuran que su nieto, que cursa el cuarto grado de primaria, acuda a la escuela, haga la tarea, limpie la casa y hasta que cocine, porque ella tiene problemas para moverse por el dolor de rodillas.

Altagracia Chan señaló que en cierta ocasión su yerno fue a verla para exigirle que le entregara la tarjeta donde cobra la pensión que dejó su esposo, pero al decirle que ya había cobrado, en un descuido le robó lo que tenía en la cartera, porque previamente le pidió dinero prestado, pero se negó y hasta le reclamó que cómo era posible que le pediera prestado cuando él debería procurar que no le faltara nada a Martín.

Lo peor fue que el dinero que le sustrajo lo tenía guardado en una caja cerrada con candado. El hombre forzó el candado con un clavo y gastó el dinero en puro alcohol, acción de la que fue testigo el nieto, que lo conoce como tío, debido a que jamás ha convivido con él y no lo reconoce como su padre biológico, además de que nunca se casó con su hija.

Por otra parte, Altagracia refirió que en ocasiones los vecinos le regalan una despensa, productos que su yerno le quitaba y vendía para comprar licor, incluso, hay ocasiones en las que niega que el pequeño sea su hijo y hasta asegura que no se parece a él en nada.

Por último, dijo que vive preocupada porque no sabe cuánto tiempo más de vida le conceda el Señor, al que le ruega que sea lo suficiente para ver que su nieto pueda salir adelante, pues a él le dejará la humilde vivienda, aunque teme que tras su muerte los abuelos paternos y el padre se aprovechen de él y lo despojen de todo.

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JG