La colocación de la “Bicicleta Blanca” número 16 ha provocado que varias organizaciones levanten la voz para concientizar a las personas a tener una mejor cultura vial. Samuel Gómez, miembro del colectivo “Poder Anti Gandalla”, destacó que en la ciudad cerca de 30 mil personas utilizan este medio de transporte y al mes se registran cerca de 3 a 5 muertes.
La infraestructura de la ciclovía, que tiene una extensión de 71.7 kilómetros y que costó 111 millones de pesos, es atractiva para los “amantes de las dos ruedas”, sin embargo, esperan que las autoridades realicen una fuerte campaña de publicidad para que los ciclistas puedan transitar cómodamente.
Gran parte de los automovilistas continúan sin respetar esta obra que no ha sido de su agrado. Carros estacionados, motociclistas utilizando ese espacio, entre otras cosas, son detalles que no dejan transitar de manera adecuada a los de bicicleta.
Samuel Gómez comentó que entre las inconformidades de los conductores es que “muchos se sienten ‘vulnerados’ al ya no tener cajones dónde estacionarse, así como los comerciantes de la zona, ellos argumentan que esta ciclovía fue mal planeada y sin que el gobierno les haya consultado sobre dicho plan. Con decirte que, entre las mismas autoridades critican la ciclovía como una ‘imposición’ y que además generaría caos, embotellamientos y afectaciones a comercios”.
“Estos embotellamientos ya se daban antes de la creación de esta obra. Otro de los contrastes es que la gente utiliza dicho espacio como estacionamiento, obligando al ciclista a circular por el carril lateral y por ende estar expuesto a algún accidente. Considero que la Secretaría de Seguridad Pública debe tener rigor para poner multas a los que no respeten el área de la bici”.
El también ciclista destacó que ciudades como Ámsterdam, Copenhague, París, Viena, Helsinki, Vancouver, entre otras, son un claro ejemplo de cultura vial para este tipo de infraestructuras.
“En estos lugares la cultura vial y el respeto por el ciclista son de lo mejor. Sus gobiernos han implementado políticas públicas donde la prioridad la dirigen hacia la movilidad urbana sostenible, es decir, a medios de transporte amigables con el medio ambiente como es la bicicleta. Aquí estamos muy lejos de tal comparación, pero tenemos que empezar ya, para que en un futuro el número de accidentes y muertes de gente en bicicleta reduzca”.
Según el ranking Ciclo Ciudades 2019, Perfil Ciclista 2019, Mérida es una de las cuatro ciudades mexicanas con mayor uso de la bicicleta: representa el 4% de los viajes. Esto indica que la población ciclista estimada en Mérida es de 30 mil personas.
De acuerdo con la encuesta intercensal, 7% y 3% de los viajes al trabajo y la escuela, respectivamente, se realizan en bicicleta.
En el 2018 se realizó el Perfil Ciclista, con encuestas a cerca de 400 ciclistas en Mérida, además de Hermosillo, León, Morelia y Tlaquepaque.
El uso de triciclos destaca en Mérida: representan 15% de las bicicletas, contra 2 o 4% en las demás ciudades estudiadas. Los triciclos son, además de modos de transporte, herramientas de trabajo que sostienen a una parte importante de la población meridana.
La mayoría de las personas encuestadas (57.4%) reportaron que la principal dificultad enfrentada en los trayectos en bicicleta es la falta de seguridad, seguida de la falta de infraestructura ciclista (18.7%). Solo 3.8% mencionaron tener el clima extremo como dificultad.
En cuanto a que medidas sugeriría para mejorar dijo que “Deben realizar campañas de concientización a todo usuario de la vía pública: peatones, personas con discapacidad, ciclistas, motociclistas, automovilistas y todos aquellos que conforman la pirámide de movilidad. En el Periférico de Mérida reforzar los letreros de anuncios como: maneje con precaución, no exceda los límites de velocidad, si toma no maneje, implementar operativos por parte de la SSP denominados ‘Carrusel’ esto con la finalidad de reducir los accidentes viales, así como también para que los automovilistas reduzcan la velocidad y no agarren esa zona como pista de carreras”.