Al cumplirse más de un siglo del Primer Congreso Feminista, la regidora Ana Gabriela Aguilar Ruíz rememoró la importancia de ese evento y, al mismo tiempo, señaló a mujeres importantes como Elvia Carrillo Puerto, quien fue la primera diputada electa en el país.
También recordó a Rosa Torre González, la primera regidora, quien motivó al congreso a reformar la Constitución yucateca para que las mujeres mayores de 21 años pudieran acceder a cargos públicos, así como votar y ser votadas, participando por primera vez en 1922. Asimismo, la maestra Xixili Fernández Casado, instó a contribuir con la necesidad actual de la transformación social, al tiempo que aseguró que la pandemia ha coadyuvado a evidenciar las diferencias y violencias que aún persisten, por lo que se debe reconocer a todas y todos como parte de la comunidad.
Noticia Destacada
Educación y otros temas que se abordaron en el Primer Congreso Feminista en Yucatán
Noticia Destacada
Diputada de Morena exige al congreso una resolución a la Red Feminista de Quintana Roo
“Fue el Primer Congreso Feminista inaugurado en el año de 1916 donde se reflexionó públicamente sobre las acciones que les permitieron a las mujeres estar en igualdad de derechos con los hombres”, apuntó la regidora.
Destacó que fue precisamente en esa cita donde se pudo observar a las mujeres como compañeras y equipo trabajando por la igualdad, lo cual surgió de la motivación que ejerció Rosa Torre, quien le presentó a Salvador Alvarado a Elvia Carrillo Puerto.
Recordó, además, que la convocatoria para el evento fue realizada el 28 de octubre de 1915, con la premisa de que era un error social educar a las mujeres para una sociedad que ya era inexistente, por lo cual se posicionaron en contra de la educación que les guiaba a permanecer en el hogar.
Entre las participantes, mencionó a 14 mujeres, entre ellas: Consuelo Zavala, Dominga Canto, Adolfina Valencia (Presidenta del Congreso), María Luisa Flota, Beatriz Peniche, Amalia Gómez.
Y subrayó que sostuvieron que era necesario que contaran con un estado jurídico que las enalteciera y les permitiera vivir una vida de independencia. De igual forma acentuó que en la reunión se sentaron las bases para el sufragio femenino.
De igual forma, extendieron esta petición al Gobierno del Estado para que las diversas propuestas fueran tomadas en cuenta y se reformara también a la Constitución de la República.
Aseguró que todas sus proposiciones fueron aprobadas por unanimidad, de manera que, en noviembre de 1922, las mujeres votaron por primera vez en Yucatán.
Fue gracias a ello que en 1923 Rosa Torre González tomó protesta como regidora y su suplente electa fue Genoveva Pérez.
“No se trata solo de resaltar a las mujeres en la vida pública, sino que con ello se planteó un objetivo: la igualdad entre mujeres y hombres”, enfatizó. Y, abundó, que con ello también se estaban fortaleciendo garantías para el acceso de la mujer a la educación y, en general, a mejores condiciones a la par con los hombres.
La continuidad, un reto
“El reto que viene en el presente y el futuro inmediato es la continuidad de lo que nos ha antecedido y que nos obliga a continuar construyendo una ciudad inclusiva, igualitaria y justa donde no segreguemos espacios de exclusividad, sino por el contrario, se provea el mismo acceso y oportunidades a las mujeres en el reconocimiento de sus derechos”.
Destacó seguidamente que son necesarias políticas de igualdad que cuenten con la integración de la perspectiva de género en la actividad pública y que se debe sancionar cualquier ejercicio político que no cumpla con la paridad de género.
Finalmente, manifestó su reconocimiento a las mujeres del ayer, del presente y también a las que vendrán, enfatizando que los derechos son progresivos.
Por otro lado, la maestra Xixili Fernández Casado, quien reside en el Estado desde hace 7 años, expresó que la fuerza feminista permanece viva y con mucha fuerza en la región.
“Sigue viva la fuerza luchadora, revolucionaria y sonora de aquellas mujeres feministas que nos precedieron y lograron organizar el primer congreso feminista en México y el segundo en toda América Latina”, resaltó.
Y, aunque aseguró que durante estos 105 años de lucha feminista se ha logrado mucho y se pueden apreciar los avances en la conquista de los derechos de las mujeres; es forzoso reconocer que aún queda un largo recorrido por recorrer.
En este sentido, apuntó que se han alcanzado derechos políticos, jurídicos y presencia en el espacio público; sin embargo, falta mucho por conseguir en materia de derechos en salud sexual y reproductiva, así como incorporar la interseccionalidad en los feminismos y la sensibilidad de las mujeres mayas “aún queda mucho por arrancar del patriarcado de la cultura hegemónica y de la vida cotidiana. Pero estamos en ello, lo vamos a lograr”.
Igualmente, destacó que la pandemia ha demostrado que todas y todos formamos parte de una comunidad y que dependemos de la naturaleza, por lo que el camino para evitar extinguirnos, se encuentra en la colaboración”.
“No podemos sobrevivir como humanidad sin cuidarnos los unos a los otros”, subrayó.
Asimismo, cifró que el trabajo doméstico no remunerado en México aporta al Producto Interno Bruto un 24%, informado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 2014.
“De nuevo es importante mencionar que la violencia, en todas sus manifestaciones, se ha agravado o evidenciado en este tiempo de pandemia; la inequidad estructural no ha podido disimularse como tampoco la necesidad de llevar a cabo un proceso de transformación social”, indicó.
Por último, invitó a unirse a la propuesta del eco-feminismo, la cual invita a una redefinición de quienes somos como humanos y de los roles de género; al respecto, señala que los valores asociados a lo femenino son valores necesarios en todos los seres humanos de una sociedad ecológica, proponiendo una nueva visión empática con la naturaleza para avanzar hacia un futuro libre de dominación y conquista.