El verdadero origen de las hamacas y su llegada a Yucatán

Estos objetos fueron creados lejos del Sureste de México, pero fueron perfeccionados por manos yucatecas
lunes, 11 de enero de 2021 · 19:48

Las hamacas son objetos característicos de Yucatán, pues son el lugar de descanso de gran parte de la población del estado. Sin embargo, este producto tiene su origen lejos del Sureste mexicano.

Las primeras hamacas, cuyo nombre original es hamac, que significa “árbol” en Haití, fueron halladas por los conquistadores españoles en las Antillas.

Estos objetos estaban tejidos con filamentos de corteza de árbol, de ahí la explicación de su nombre.

Posteriormente, los fueron tejidas con fibra de varios agaves, a fin de que fueran elaboradas con materiales más suaves al tacto humano.

La hamaca consistía en una red formada de hilos gruesos y anchos claros, pendiente en el aire entre dos troncos de árboles a modo de bolsa colgante, para recostarse a descansar y para mecerse en vaivén entre sus mallas.

Al llegar al estado, durante la época de la conquista, los pobladores adoptaron rápidamente este objeto pues se volvió el sitio de reposo ideal debido al intenso calor que se siente casi todo el año en la entidad.

Fue en Yucatán donde se perfeccionó el procedimiento para la confección de las hamacas, pues fueron artesanos del estado quienes descubrieron nuevos tejidos o mallas hasta hallar el que perdura a la fecha y que consiste en hilos entrecruzados que se distienden o aprietan a voluntad.

Para su elaboración, puede usarse mecate, hilo fino de henequén, de cáñamo, de lienzo, de lona y de hilera, que es la hamaca más fina que se teje en Yucatán. Se urde con un hilo finamente corchado de algodón o de lino.

Estos productos son elaborados artesanalmente en un bastidor que consta de dos largos palos de madera, cilíndricos y perpendiculares, como de cinco centímetros de grueso por cerca de dos metros de largo, colocados paralelamente uno enfrente del otro, a una distancia de metro y medio o dos metros, según el tamaño que se quiera dar a la hamaca.

Estos palos se encajan sobre bases de madera fuerte y están unidos entre sí por dos largueros horizontales que penetran en sendas hendeduras hechas en los mástiles, asegurándose con cuñas; y acercándolos o retirándolos, se gradúa el tamaño de la hamaca.

Las hamacas son vendidas por artesanos en la plaza principal de Mérida, que ofertas estos productos, conocidos en todo el mundo, a los visitantes nacionales y extranjeros que se pasean por el Centro Histórico.

Con información de la Biblioteca Yucatanense y el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado de Yucatán

LAF