Madre del joven de Oxkutzcab fallecido en Estados Unidos busca una visa humanitaria

La madre del joven Santos Uriel Cauich Pinto, quien habría muerto en su intento por llegar a Estados Unidos, está haciendo los trámites necesarios para obtener una visa humanitaria que le permita viajar a Texas para identificar el cadáver de su hijo, según expuso el abogado Edgar Palomo Argüello, quien fue contactado por la familia para ver si podía recuperar algo del dinero que le pagaron al “coyote”.

La señora Berenice fue notificada que su hijo habría muerto en el desierto al intentar cruzar a Estados Unidos y empezó una campaña de colecta de recursos para poder repatriar el cuerpo, pero ha pedido identificar el mismo.

El entrevistado comentó que la señora está tratando de obtener una visa humanitaria y que pueda viajar a Estados Unidos para identificarlo y ver el cuerpo de su hijo. Lo anterior, además de ver a su vástago por última vez, porque le han planteado la posibilidad de cremarlo en el vecino país para traerlo a México en cenizas.

“Ella ha insistido en que quiere ver e identificar el cuerpo de su hijo y me dijo que en eso está trabajando, está en los trámites”, comentó.

Comentó que la madre del menor lo contactó para tratar de recuperar el dinero que le pagó al pollero, que presuntamente son 170 mil pesos, pero señaló que por ahora le han dicho que al parecer ya se está llegando a un arreglo.

“Me contactaron para ver si se recuperaba el dinero, pero me dijo que al parecer ya están en un arreglo, ella me dijo eso y que, si no pues ya le entra fuerte”, señaló.

Lo anterior, comentó, significaría que podrían iniciar alguna acción legal, pero reiteró que la mamá del joven no le ha dado más detalles. 

Expuso que en los últimos 5 años han muerto al menos 3 o 4 personas de Oxkutzcab que han sido víctimas de los coyotes que los han dejado a su suerte que “huyen y los dejan”.

Explicó que en realidad hay una red grande de personas que se dedican a tratar de cruzar gente a Estados Unidos de forma ilegal. Sin embargo, dijo que la persona a la que se le paga en Oxkutzcab no es el mismo que te lleva a Estados Unidos.

“Tú contratas a alguien que te pone en manos de otra persona y éste se deshace de ti. A lo mucho la persona que contratas acá (Oxkutzcab) te lleva al aeropuerto de la Ciudad de México y ahí te entregan. Nunca es el mismo al que le pagas que el que te lleva a la frontera para intentar pasar”, comentó.

Expuso que la situación es adversa, porque muchas veces van por el desierto los migrantes y no llevan agua y ahora hay muchos más riesgos, como las Guardias Fronterizas e incluso los militares.

Además, expuso que se han disparado los costos para intentar pasar “al otro lado” y se están cobrando hasta 240 mil pesos. “ya hay algunos que se han ido y están pagando sumas muy altas”.

Edgar mencionó que él estuvo en San Francisco, se fue en 1998 y regresó en el 2001 y luego ya no se volvió a ir, pero en aquel entonces pagó alrededor de 1,500 dólares.

“Mucha gente dice que con la cantidad de dinero que cuesta irse mejor pones un negocio acá, pero no funciona así, porque muchas veces los familiares que están en Estados Unidos te prestan el dinero para que te vayas, pero no te darían para que hagas un negocio acá en Oxkutzcab, porque en el negocio puedes quebrar y si llegas allá pues les tienes que pagar”, comentó.

Por otra parte, en redes sociales se dio a conocer que se recibieron 52 mil pesos por parte de los pobladores de Oxkutzcab que viven en Oregon, Estados Unidos, al parecer de las actividades de colecta que se llevan a cabo para apoyar este caso. A través de una publicación de Facebook se muestra incluso el recibo de una transferencia bancaria por 2 mil 380 dólares, que al tipo de cambio de 21.8 pesos da la cantidad de 52 mil 26 pesos.

“Gracias a dios y a todos los que compraron, donaron y ayudaron se logró recaudar de la venta de los postres y choco 52 mil pesos para apoyar a Santos Uriel Cauich Pinto que falleció cruzando la frontera, al grupo de Oregon por ox son usted extraordinarias. Bendiciones...”, se publicó en la página de Facebook de Yeimy Cámara.

Por David Rico