Universitarios logran recuperación de duna costera en Sisal

A través del proyecto “Reciclando Dunas” universitarios rescataron la vegetación de cinco mil 550 metros cuadrados de duna costera en Sisal, planean replicarlo en puertos como Chicxulub, Telchac y Progreso.
viernes, 7 de agosto de 2020 · 08:21

La iniciativa del proyecto “Reciclando Dunas”, promovido por jóvenes de la Licenciatura en Manejo Sustentable de Zonas Costeras, puede replicarse en otros puertos de Yucatán como Chicxulub, Telchac y Progreso, donde la erosión de playas es muy severa, indicó la coordinadora del proyecto, Patricia Guadarrama, investigadora de la UNAM Unidad Sisal, quien imparte la asignatura Conservando Biodiversidad.

"Estamos muy orgullosos de que sean nuestros estudiantes quienes están logrando cambios tangibles en el cuidado del ecosistema costero y cuentan con todo el respaldo de los investigadores de la Facultad de Ciencias en la Unidad Académica Sisal para aplicar estas acciones en otras costas del país."

El premio de la Fundación Bepensa para proyectos universitarios, “Se impulsan ideas”, es un reconocimiento para el trabajo que han realizado los 15 estudiantes, de los cuales seis son coordinadores: Baruch Aguilar, Luis Perea, Alejandra Pérez, Omar Pérez, Adriana Ramírez y Erika Sánchez.

“Reciclando Dunas” surgió como parte de las actividades de la asignatura “Conservación de la Biodiversidad”, con la guía del profesor Nuno Simoes, donde los universitarios han rescatado la vegetación de cinco mil 550 metros cuadrados de duna costera en esa área, reutilizando siete mil envases de Pet como instrumentos en los procesos de protección, germinación y plantación de la vegetación de ese ecosistema costero, y sembrar 13 mil plantas.

Difusión

También proyectan llegar a cerca de un millón de personas con acciones de difusión sobre la importancia de conservarlo, brindar talleres de educación ambiental y que en cada uno participen 30 niños.

Patricia Guadarrama informó que las dunas costeras de Sisal tienen una deforestación del 50%, desde el Muelle de Pescadores hasta donde está la Unidad de la UNAM, ya se hizo un estudio sobre la vegetación que hay en esa zona en comparación con las zonas conservadas, que están después del Club de Patos.

La zona de playa del muelle hacia la unidad está demasiado fragmentada, porque la gente que tiene sus playas frente al mar abre caminos en forma recta hacia la playa, además de otros caminos para el paso de motos y de caballos.

Prohibición

Un factor importante para la recuperación de la duna costera es que, desde el inicio de la pandemia sanitaria, se prohibió la entrada de carros que llegaban hasta la playa compactando el sustrato que hace más complicado que en el lugar se desarrollen las semillas.

Muchas de las acciones se lograron gracias al apoyo del comisario de Sisal, Miguel Antonio Ek Pech, quien permitió cerrar los accesos para autos y formar un solo polígono prolongado de dunas, favoreciendo el crecimiento de la vegetación.

Además de que ya se han sembrado unas 3 mil plantas en esta zona, logrando que la vegetación se empiece a cerrar en las zonas fraccionadas de la duna costera.

Explicó que la recuperación de las dunas tiene mucho que ver con que, desde antes de la cuarentena, se empezaron a sembrar especies, la segunda es que se colocaron maderos para cerrar y proteger la duna, pero sin duda es el menor movimiento de personas ocasionado por la pandemia sanitaria por COVID-19 lo que más ha ayudado a la reforestación del área.

La zona que reforestaron son áreas de vegetación primaria de especies rastreras y arbustos de pequeña altura, que es la vegetación común después de que termina la playa, ya que la zona más pegada a las casas son arbustos medianos y especies arbóreas y con más diversidad de especies.

Escudo natural

La intención es recuperar primero la zona de vegetación rastrera y arbustiva hasta lograr que se estabilice para lograr un bloque lo más cerrado posible de vegetación, se logrará tener un escudo natural de las construcciones que están atrás de esta zona en caso de recibir el impacto de un huracán.

Lo que vemos a lo largo de la costa yucateca es que la zona de dunas es la más lastimada, porque es donde se prefiere construir casas, caminos, muelles y hasta basureros clandestinos, además de que la gente que tiene su casa frente al mar, por lo regular prefieren retirar la vegetación de la duna costera para tener mejor vista.

Los predios que retiran la vegetación de las dunas se dan cuenta de su error hasta que reciben el impacto de una tormenta o una surada y se les mete el agua a su recámara, cuando se dan cuenta que es necesario tener la vegetación.

Además de que, cuando no existe esta vegetación, dejan de llegar las tortugas, ya que las tortugas necesitan que la zona de playas esté en buenas condiciones para que puedan hacer sus nidos y desovar.

Al restaurar los sistemas de dunas, muchas especies se ven beneficiadas con las colonias de abejas de la zona que utilizan estas áreas de vegetación para la recolección del néctar.

Se han realizado visitas a Telchac, Chicxulub y Progreso, donde junto con la maestra Gabriela Mendoza están trabajando dentro del laboratorio de resiliencia costera, que forma parte del laboratorio nacional de la UNAM.

Acciones preventivas

Estamos analizando qué acciones preventivas podemos realizar antes de que se registre un fenómeno meteorológico, en un equipo multidisciplinario de antropólogos, ingenieros y otros investigadores que esperamos den muchos frutos, señaló.

El investigador Alberto Sosa Hernández agregó que la cuarentena por la pandemia sanitaria de COVID-19 ha ayudado sobremanera a la recuperación de las dunas, porque se ha suspendido el tránsito de cuatrimotos en las playas de Sisal.

Las dunas costeras dan una mayor estabilidad a la línea de costa, ya que protege y da soporte a la vegetación y evita que haya erosión en la costa yucateca y en la playa, además de que protege a diferentes especies animales, señaló.

Por Alejandro Moreno Peña