Molienda de nixtamal, tradición que se conserva en Chumayel

La molienda del nixtamal para la elaboración de tortillas a mano es una actividad cotidiana que aún se conserva entre la población de Chumayel.
miércoles, 26 de agosto de 2020 · 09:32

La práctica de la molienda del nixtamal y la elaboración de tortillas a mano, son actividades que aún se conservan en la población, ofreciendo un singular y tradicional cuadro propio de la cotidianeidad.

A pesar de los años y la presencia de máquinas modernas que facilitan la elaboración de tortillas, varias familias del municipio mantienen viva las peculiares actividades, en contraste con otras localidades donde dicha costumbre poco a poco ha ido en decadencia ante la urbanización.

La molienda de maíz y elaboración de las exquisitas tortillas a mano, son el resultado de una serie de actividades que inician desde temprana hora, para obtener el nixtamal, un proceso mediante el cual se realiza la cocción del maíz con agua y cal viva.

Tras una debida lavada, las mujeres colocan el maíz en un recipiente para dirigirse a la molienda. Es por las mañanas cuando se observa a decenas de mujeres que desde muy temprano visitan el molino “El grano de oro”, un establecimiento que ha perdurado por generaciones.

Por más de cinco décadas, la familia Góngora Priego se ha dedicado exclusivamente al oficio de la molienda de nixtamal con una antigua máquina de poleas y bandas. Hasta hace años atrás, había otros molinos pero con el paso de los años fueron cerrando.

Dicho lugar es el punto de encuentro de las amas de casa y bellas mestizas portando el traje típico, quienes acuden a moler el grano. Algunas con gran destreza y porte, caminan con su palangana de maíz en la cabeza y otras, a un costado del cuerpo.

Posteriormente, retornan a su hogar donde los espera el fogón y comal ya en su punto, para comenzar a elaborar con gran habilidad, deliciosas tortillas a mano.

“Nada se compara con unas tortillas bien calientitas y hechas a mano. Las muchachas de ahora ya no quieren tortear, creo que no les gusta que las humeen, pero si te la comen si se las das”, compartió entre risas una mujer.

Por su parte, la señora Juana Bautista Itzá, compartió que actualmente, aún hay familias que prefieren la tortilla hecha a mano; “desde que era una muchacha, a mis hermanas y a mí me enseñaron a tortear y hasta la fecha lo sigo realizando”, indicó en Lengua Maya.

Sin duda, dichas actividades que forman parte de la vida cotidiana en el municipio, representan un gran tesoro que mantiene viva las costumbres y tradicionales del lugar.

Por Carlos Ek Uc