Clandestinos aprovechan Ley Seca para vender alcohol a sobreprecio en Yucatán

Aprovechando la Ley Seca que se encuentra vigente en Yucatán, los clandestinos venden cervezas, vinos y licores hasta en cuatro veces su precio.
lunes, 17 de agosto de 2020 · 06:23

Aprovechándose de la Ley Seca que se decretó por la pandemia de COVID-19, los clandestinos están “haciendo su agosto”, vendiendo su producto con un alto sobreprecio de hasta cuatro veces, o más, por encima del valor habitual, tanto que hoy una plancha de 24 latas está en alrededor de 1,100 pesos y la caguama se consigue hasta en 120 pesos por unidad y 1,400 pesos el cartón de 12 piezas.

Por toda la ciudad y en municipios del interior del estado operan un número desconocido de clandestinos, en los que se puede comprar, ya sea de manera presencial o por medio de pedidos vía telefónica, específicamente por WhatsApp.

Basta con tener el número de un vendedor clandestino, mandar un mensaje, pedir el producto, y por 50 pesos llega a la puerta del domicilio lugar donde se solicite el producto.

Algunos clandestinos, según se pudo averiguar, están ahora sólo vendiendo latas de cerveza, las planchas de 24 piezas, en particular y las caguamas están agotadas en algunos lugares.

La plancha de cervezas, en este caso, se venden a un costo de 1,100 pesos o más; un six de latas de diferentes marcas se puede conseguir entre 250 y 300 pesos, pero conforme avanza la restricción, el producto va escaseando y aumentando su precio.

La oferta del clandestino no es sólo de cerveza, también hay vinos y licores y una investigación muestra que se vende, por ejemplo, el vino Lambrusco en 300 pesos, una botella de Absolut de 750 mililitros en 480 pesos, el Tequila Cazadores en 460 pesos.  Una botella de Brandy Azteca de Oro se consigue por 350 pesos, mientras que una botella de vodka Oso Negro de un litro en 300 pesos. Una botella de vodka Smirnoff en 450 pesos y una de Bacardí Blanco en 420 pesos.

Jorge Cardeña Licona, presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) en Mérida, expuso  que mientras una agencia o negocio cierra por esta Ley Seca “otros cinco clandestinos abren”.

En este sentido, dijo que al menos unos 40 negocios de ramo afiliados han bajado ya su cortina de manera definitiva, de acuerdo a la información con que cuentan en la Cámara, habrían cerrado ya en Yucatán de 150 a 200 agencias de cerveza y negocios de ramo que se vieron severamente afectados, primero, con la parálisis económica por coronavirus y, posteriormente, por la Ley Seca.

“La informalidad, los clandestinos, se ha desatado y cuando lamentablemente muchos negocios han bajado su cortina los que venden ilegal siguen surtiendo a la gente. Se agudiza el clandestinaje y hoy la gente siempre teniendo producto, están a la orden del día”, expuso.

El riesgo de comprar de forma ilegal

Además, algunos clandestinos se han aprovechado de la situación también para vender alcohol adulterado, tanto que en la primera etapa de la restricción perdieron la vida 20 personas, 18 de las cuales bebieron alcohol adulterado comprado de manera ilegal. De los anteriores, 7 casos se presentaron en Acanceh, 2 en Progreso y 9 en Mérida. Hay que sumar además 2 casos más de personas fallecidas por beber gel antibacterial con refresco durante varios días.

A pesar de la Ley Seca que se decretó ya en dos ocasiones, primero, desde el 9 de abril y hasta el 31 de mayo, y, posteriormente, del 14 de julio hasta el próximo 17 de septiembre, el Boletín Epidemiológico de la Dirección General de Epidemiología reporta que durante gran parte de la contingencia en Yucatán se registró un total de 2 mil 192 casos por intoxicación alcohólica en este primer semestre de 2020. Sólo en el mes de julio, con plena vigencia de la Ley Seca, se registraron un total de 42 casos nuevos por intoxicación.

Cobran más y no pagan impuestos

Raúl N., encargado de un expendio en la colonia Francisco I. Madero, el cual por ahora sólo vende abarrotes, botanas y refrescos, nada que contenga alcohol, expuso que la medida ha impactado severamente, al grado de que muchos negocios han cerrado, pero “es un secreto a voces” que los clandestinos siguen operando y que “cada vez hasta hay más”.

“Mira. En nuestro caso nos ha golpeado fuerte, porque además de que no vendes pues tienes que pagar una comisión por la marca, sabemos que hay clandestinos que sí venden y tal vez están vendiendo la misma cantidad que un negocio establecido, pero la diferencia es que ellos están ganando tres o cuatro veces más”, expuso.

Como ejemplo, mencionó que en un buen fin de semana en una agencia se pueden vender unos 10 o 15 cartones de caguamas, además de unos 20 o 30 six, alrededor de 200 cervezas, pero la gran diferencia es que en un clandestino hoy la gente está pagando tres o hasta cuatro veces más su valor y en el caso de los ilegales pues no están pagando impuestos.

“Acá sabemos, porque no lo dicen los que son nuestros clientes, que les venden a tal o cual precio y que los mismos de los clandestinos tienen su buena cantidad ‘en bodega’, porque de alguna forma tomaron sus precauciones y ‘curiosamente’ están bien abastecidos”, expuso.

Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), lamentó que en pleno verano se haya decretado una Ley Seca que ha impactado económicamente a los negocios establecidos y que incluso ha llevado al cierre a muchos de ellos, pero paralelamente han surgido más clandestinos.

Incluso, dijo que mucha gente está viajando a los estados vecinos a comprar cerveza y otras bebidas, y otros están pagando el producto a un sobreprecio.

Dijo que de unos 24 mil negocios afiliados alrededor del 45 por ciento de ellos tienen permiso y venden cerveza, pero hoy están colapsando por la Ley Seca.

“Cuando se prohíbe algo en realidad se promueve y hoy la Ley Seca ha logrado eso, promover un consumo, pero en los puntos ilegales. El consumo no desaparece, solamente pasa al clandestino, afectando la derrama económica y generando además una grave especulación y aumento en los precios”, dijo.

En este tenor, puso como ejemplo que cuando empezó esta restricción en otras entidades y en el propio Yucatán, se llegó a pagar hasta 450 o 500 pesos por un six de cervezas, cuando el costo es de unos 66 pesos, lo que la gente sólo cambio de lugar para comprar, pero está pagando entre 3 y 4 veces más el precio.

Operativos para evitar la venta

En el pasado mes de julio, 12 días después de que se decretó la restricción, las autoridades habían decomisado tres mil 819 cervezas en presentaciones de lata y botella, así como 117 botellas de alcohol, de acuerdo con los reportes de los municipios en los que se ha decomisado el producto.

Además, hasta el pasado 28 de julio se habían detenido a un total de 20 personas por transportar o comercializar bebidas embriagantes, pero sólo 12 se pusieron a disposición de un juez.

Las otras personas detenidas a pesar de que se les aseguró el producto no se les pudieron procesar, debido a que no se les comprobó que estuvieran comercializando el producto.

Mérida, Valladolid, Tizimín, Dzilam González, Kanasín, Maxcanú y Umán son los municipios donde, de acuerdo a la Fiscalía, se han detenido a personas por violar el decreto que entró en vigor el 14 de julio y concluirá el 17 de septiembre.

Por David Rico