Congreso de Yucatán, sin representantes de la juventud

En Yucatán existe un total de 573 mil 775 jóvenes que representan el 25.5% de la población en la entidad, sin embargo, en el Congreso de Yucatán no cuentan con un representante de este sector.
miércoles, 12 de agosto de 2020 · 06:50

En Yucatán hay un total de 573 mil 775 jóvenes (de 15 a 29 años) y representan el 25.5 por ciento de la población total en la entidad, pero a pesar de su importancia numérica, económica y política, el Congreso del Estado no cuenta con ningún representante de este sector y el Legislativo mantiene un promedio de edad de 46.9 años en los diputados locales.

En las estadísticas a propósito del Día Internacional de la Juventud que se celebra este 12 de agosto, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Informática, Geografía y Estadística (INEGI), correspondiente al primer trimestre del 2020, reporta que en Yucatán hay una población total de 2 millones 242 mil 702 personas y los jóvenes de 15 a 29 años suman un total de 573 mil 365 que representan el 25.5 por ciento de la población total.

En el rango de los 15 a los 19 años hay en Yucatán un total de 203 mil 373 jóvenes, de los 20 a los 24 años hay un total de 189 mil 906 jóvenes y en el segmento de los 25 a los 29 años hay un total de 180 mil 496.

El porcentaje de la población joven en Yucatán está por encima del porcentaje nacional pues de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018, en el país existen 30.7 millones de jóvenes que representan 24.6 por ciento del total de habitantes.

Sin embargo, a pesar de importancia numérica, económica y política y su fuerte presencia como protagonistas sociales, hoy el Congreso del Estado de Yucatán no cuenta con ningún representante que se encuentre dentro de este segmento poblacional y que represente cabalmente a la juventud.

A pesar de que varios diputados han enarbolado la causa de la juventud, lo cierto es que hoy el promedio de edad de los legisladores locales es de 46.9 años. La legisladora con menos edad es Fátima Perera Salazar (Morena), quien cuenta con 30 años, mientras su compañero de bancada, Luis Hermelindo Loeza Pacheco, es el mayor de los legisladores con 71 años de edad.

Sólo 5 diputados están en el rango de los 30 a los 38 años de edad. Además de Perera Salazar, la legisladora del PAN, Paulina Viana Gómez, tiene 33 años. Les sigue Víctor Merari Sánchez Roca (PAN) quien cuenta con 35 años, Luis Borjas Romero (PRI) con 37 años y Janice Escobedo Salazar (PRI) y quien en un para de días cumple 38 años.

La mayoría de los diputados de la LXII Legislatura está en el rango de los 40 a los 48 años de edad, 11 en total. Del PAN, el diputado Miguel Rodríguez Baqueiro tiene 40 años, Kathia Bolio Pinelo 42 y Rosa Adriana Díaz Lizama 46, misma edad que su compañero Manuel Díaz Suárez.

Del Verde Ecologista Harry Gerardo Rodríguez Botello cuenta con 40 años. Del PRI los diputados Warnel May Escobar tiene 42 años, Lila Frías Castillo 42, Felipe Cervera Hernández 44, Karla Franco Blanco 47 y María Teresa Moisés Escalante 48. Alejandro Cuevas Mena del PRD cuenta con 48 años.

En el rango de los 50 a los 59 años están 6 legisladores: Leticia Euan Mis de Morena con 50 años, Enrique Castillo Ruz del PRI también con 50, de Movimiento Ciudadano Milagros Romero Bastarrachea con 52 años, Luis María Aguilar Castillo de Nueva Alianza tiene 53, Mirthea Arjona Martín del PRI con 56 y su compañero de partido, Marcos Rodríguez Ruz, con 59 años.

Miguel Candila Noh, de Morena, tiene 60 años y Silvia López Escoffié de Movimiento Ciudadano con 65, además de Loeza Pacheco de Morena con 71 años.

En este escenario, la bancada más longeva la conforma Movimiento Ciudadano que suma un promedio de edad de 58.5 años; le sigue la bancada de Morena, que a pesar de tener a la legisladora más joven también tienen al de mayor edad y suma un promedio de 52.7 años. La bancada del PRI tiene un promedio de edad de 46.3 años.

Sumando el promedio de edad de los 3 diputados del PVEM, PRD y de Nueva Alianza el promedio es de 47 años.

De acuerdo con la Constitución Política del Estado de Yucatán, para ser diputado local se necesita tener 21 años cumplidos. Sin embargo, hoy no se cuenta con ningún legislador que tenga, al menos, que esté en el rango de los 21 a los 29 años.

La anterior Legislatura tuvo una diputada de Morena, Jazmín Villanueva Moo, quien con 22 años se convirtió en la primera representante de este partido en el Congreso del Estado.

Difícil participar en política

Sobre este tema, el activista Andrés Gorocica Rojas, quien participó en el pasado proceso electoral como aspirante independiente a diputado local por el Distrito IV electoral, cuando tenía 29 años, señaló que como joven es sumamente difícil participar en la política institucional, porque hay un descrédito hacia los jóvenes, y sobre todo falta de apoyo.

De igual forma, consideró que la falta de presencia de jóvenes en los cargos de decisión tiene que ver mucho con que este sector de la población está desencantado de la política tradicional y ello no quiere decir que no participen en la política, pero lo están haciendo a través de otros canales y no a través de los partidos.

“Creo que el discurso del desinterés de la política ha permeado muchos sectores y es un hecho que hay un desencanto, que los jóvenes no creen en los partidos y en las instituciones, y por ello se les da cabida en los mismos, aunque sí estén participando por otros canales”, expuso.

Además, consideró que en los partidos políticos y las instituciones prevalece una “adultocracia”, es decir, que los adultos son los que siguen tomando las decisiones y son los que mantienen el control, por ejemplo, de los partidos políticos, sin dar oportunidades a los jóvenes.

“Hay un descrédito de los jóvenes a la política institucional y hay otros que sí deciden participar en los partidos, por ejemplo, pero sólo son usados como carne de cañón en los tiempos electorales y a la hora de repartir los cargos de elección popular son muy pocos en realidad los que llegan a espacios de poder o toma de decisiones”.

“Se habla mucho de los jóvenes en las políticas públicas, en la legislación, pero quienes toman las decisiones son personas adultas. Y es un círculo porque te dicen que no tienes experiencia para un cargo público, pero sí eres importante a la hora de participar en las campañas políticas”, comentó.

Dijo que el gran reto sigue siendo el cómo participen los jóvenes en la política, entendida no como partidos o elecciones, sino como la participación en los asuntos públicos y de los cuales depende el bienestar de la gente.

En su caso, dijo que por ello optó participar en el activismo desde diferentes frentes, en los movimientos estudiantiles y otras organizaciones como el movimiento Wikipolítica. De esta forma fue que decidió participar como candidato independiente a diputado en el pasado proceso electoral y obtuvo casi 11 mil votos que representan el 1.2 por ciento de la votación total.

Crisis del sistema político

El investigador del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la UADY, Efraín Poot Capetillo, consideró que la falta de representación de los jóvenes, tanto en el Congreso del Estado como en la política en general, es muestra de la crisis que se vive por la falta de credibilidad del sistema político y en particular en este sector de la población.

Dijo que, si bien las luchas y participación de los jóvenes tiene una fragmentación, hay además un descrédito y un desencanto de la política institucional y además los partidos políticos han cerrado cada vez más el acceso a los jóvenes, también porque han tenido que cumplir con otras exigencias, como las cuotas de género, la paridad, el tema étnico.

En este sentido, dijo que en anteriores procesos electorales sí se tomó por parte de los partidos políticos, la bandera de los jóvenes y se les abrieron espacios, pero todo fue más bien por una especie de moda y mercadotecnia.

“Vimos entonces que en pasados procesos electorales se buscó la representación de los jóvenes, pero por moda, por un tema de mercadotecnia, pero eso pasó y hoy los partidos viven una crisis y no se han podido adaptar a las exigencias sociales”, dijo.

El también integrante del Consejo Electoral del Instituto Nacional Electoral (INE) local, explicó además que los partidos políticos mantienen una estructura organizativa que no da espacio a los jóvenes y si acaso a algunos que destacan o que ya han tenido cierta trayectoria dentro de la institución.

Reiteró que los jóvenes, desde luego, no son apolíticos y están participando, pero no lo hacen a través de los canales convencionales como lo son los partidos políticos, porque además éstos tienen una estructura para dar sólo oportunidad a algunos de los que forman parte de su estructura.

Dijo que en un inicio la participación de los jóvenes por la vía independiente puede ser una opción, como en el caso del joven Pedro Kumamoto que por esta vía llegó al Congreso de Jalisco, pero también es una tarea muy difícil, como él mismo mencionó en su momento y que de crecer el movimiento que representaba, necesariamente se tendría que conformar en un partido político.

Por David Rico