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"Mala decisión" detener unidades de transporte en Yucatán: concesionarios

Concesionarios señalan que es una mala decisión detener unidades de transporte en Yucatán por incumplir medidas sanitarias ya que perjudica a los usuarios
domingo, 5 de julio de 2020 · 08:02

Concesionarios del transporte urbano de pasajeros señalaron que es una “mala decisión” del titular del Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial (Imdut), Aref Miguel Karam Espósitos, detener unidades de transporte de pasajeros por no cumplir con las normas sanitarias, porque lejos de sumar genera mayores problemas para los usuarios.

David Quintal Medina, que representa a por lo menos cinco líneas de transporte urbano de pasajeros, manifestó que el titular del Imdut en vez de llevarse las unidades al corralón, debe detener a los operadores para no causar perjuicios a los usuarios que, al final de cuentas, son los más afectados y en lugar de poner fin a las aglomeraciones en los paraderos, va a propiciar que éstos se incrementen por la falta de unidades para prestar el servicio.

Por su parte el empresario Joaquín Pino Regil dijo que uno de sus operadores le informó que el viernes por la mañana personal de la DTY bajó a los pasajeros de un autobús de Minis 2000 y se llevaron la unidad al corralón con el argumento de que no respetó el protocolo de sanidad, cuando lo que debió hacer es detener al operador.

Al pie de la letra

Explicó que los inspectores no permiten que las unidades lleven más de 28 a 29 pasajeros en las llamadas “horas pico”, y menos de 15 el resto del día, normas que los transportistas cumplen al “pie de la letra” pese a que un medio de comunicación publicó que es probable que les permitan llevar cupo completo, lo cual no es cierto, porque los contagios son elevados.

Por lo tanto, los operadores no deben permitir que se rebasen los límites permitidos por la autoridad, porque se exponen a ser multados y que les quiten las unidades como ya ocurrió, lo cual no es correcto porque son pocas las unidades que se utilizan, por lo que si sacan de circulación una o varias unidades los más afectados son los usuarios, que exigen mejor servicio, sobre todo en las horas pico, porque después la demanda baja y no venden sus 250 boletos diarios, cantidad que es insuficiente para que el servicio sea rentable, porque más de la mitad son boletos de estudiantes o personas de la tercera edad.

Subsidio

Por otra parte, dijo que el Gobierno del Estado no les ha pagado el subsidio correspondiente a la segunda quincena del mes de junio y ya comenzó a correr la primera quincena de julio, apoyo que apenas y les alcanza para pagar a los operadores y en ocasiones ni eso, al grado que se ven obligados a utilizar sus tarjetas bancarias, lo grave es que los bancos no esperan y cuando reciben sus estados de cuenta perciben que sus adeudos cada vez son más elevados por el interés que cobran.

Por esa razón piden a los operadores evitar subir más pasajeros de lo permitido porque, además de la multa, hay que pagar el costo de la grúa que lleva el camión al corralón y los días que la unidad se quede confiscada.

Reiteró que sólo en las horas pico por la mañana y tarde hay pasaje, después de esos lapsos las unidades salen con menos de diez pasajeros, pero el servicio se presta todo el día y no sale para pagar el costo de la gasolina o diésel que hoy es de 21 pesos, y tienen que ver cómo pagan impuestos, el IMSS de los operadores para evitar recargos o embargos de parte de la institución si uno no paga a tiempo.

Indicó que la semana pasada se reunió con Karam Espósitos a quien entregaron varias propuestas, pero lejos de tomarlas en cuenta los quieren obligar a instalar dispositivos para vigilar si los operadores se salen de sus rutas, lo cual rechazó porque no tienen dinero para comprar ese tipo de equipos, además los concesionarios que adquirieron esos dispositivos hoy no buscan cómo cubrir ese pago.

Las tarifas

Finalmente dijo que mientras en otros Estados la tarifa del transporte urbano de pasajeros es de doce pesos como en Monterrey aquí es de ocho pesos, pero con el pretexto de un subsidio se redujo a 7.50 pesos, lo que ha endeudado a muchos empresarios del ramo, pues ni con el subsidio logran que el servicio sea rentable.

Pero eso sí sube el precio del refresco de cola, el kilo de carne de pollo, las cervezas y nadie protesta, por el contrario aumenta el consumo, pero si aumenta el precio del pasaje todo mundo levanta la voz y eso no es justo.

Por Víctor Lara Martínez