Telchac Puerto, con calles desiertas y comercios cerrados por la contingencia

La pandemia del COVID-19 provocó que el bullicio y el ambiente de fiesta que caracterizaban a Telchac Puerto desaparezca, hoy luce silencioso y con poca movilidad porque la mayor parte de sus cuatro mil habitantes permanecen en sus hogares y sólo aquellos que necesitan trabajar o realizar algún trámite salen a caminar por las calles de la población.

Justino Medina Marrufo, que labora como comerciante de pescado frito, manifestó que antes de la contingencia sanitaria todo marchaba bien y la gente acudía a ese puerto en busca de diversión y a disfrutar de la brisa marina, era obligatorio ir a comer pescado en la parte posterior del museo de ese puerto.

Actualmente sólo dos de los siete locatarios del área de pescadería acuden a trabajar, pero las ventas son muy bajas porque los visitantes dejaron de llegar a ese puerto y ahora sólo dependen de la venta a domicilio y por encargo, porque no se permite la venta para comer en ese sitio como era costumbre.

Inclusive constantemente son supervisados por personal del Sector Salud para constatar que cumplan con las normas que establecen los protocolos, por eso se eliminaron las mesas, se colocaron señales para respetar la sana distancia, material desinfectante, etc.

Situación difícil

En más de treinta años no habíamos atravesado por una situación económica tan difícil como la actual, llevamos cuatro meses y días sin abrir, pues apenas hace dos semanas nos permitieron la reapertura de los puestos, pero debido a las bajas ventas sólo éste y otro a cargo de Mario Pech García están trabajando todos los días, pero en ocasiones no sale ni para pagar a los empleados.

En ese lugar se vende el kilo de pescado frito en 250 pesos, lo mismo que el kilo de ceviche, ya sea de pescado o mixto, es decir, combinado con pulpo, camarón, chivitas, etc., al mismo precio, pero sólo es para llevar porque no se permite el consumo en mesas.

Sin embargo en el restaurante “Los Tiburones” se observó que había un grupo de personas comiendo mariscos, pero la mesa contaba con mamparas transparentes para evitar posibles contagios, en los demás sólo se vendían alimentos para llevar.

Libre del coronavirus

De acuerdo con datos recabados, en ese puerto sólo había una persona contagiada de COVID-19, pero ya se recuperó, por lo tanto se puede decir que esa localidad costera se encuentra libre de la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, ese puerto no escapó a la fatalidad porque un joven que llevó a su padre a Mérida para ser dializado en el Hospital Juárez del IMSS se contagió y murió, porque además del COVID-19 padecía otras enfermedades.

De acuerdo con datos recabados, su papá también falleció días antes a causa de un infarto agudo al miocardio.

Tanto comerciantes como restauranteros coinciden en que hoy el puerto de Telchac semeja un pueblo fantasma, porque sus calles están desiertas durante la mayor parte del día, tarde y noche.

Por su parte José Cauich Estrella, empleado de vigilancia del hotel, explicó que el inmueble de 33 habitaciones se encuentra en venta, porque su dueño vive en Mérida y ya no lo puede atender al quedarse viudo.

Explicó que el hotel cerró en marzo y reinició operaciones hace dos semanas, pero al no haber turistas permanece desolado, lo que aprovecha para vender langostinos o camarón de mar que proviene de Ciudad del Carmen, Campeche.

Lamentablemente la venta está muy baja, sólo he vendido dos kilos de los veinte que me entregaron, esto es un ejemplo de lo mal que está el negocio.

Construcciones

Sin embargo, no todo son malas noticias toda vez que en la zona hotelera se observó intensa actividad, especialmente en el hotel Reef, donde se realizan obras de expansión, así como la construcción de otras dos torres de apartamentos adjuntas al citado hotel.

Mientras que en la marina hay varias embarcaciones ancladas, debido a que no les está permitido operar al menos hasta el 15 de agosto.

Por Víctor Lara Martínez