Demanda de productos marinos en Yucatán continúa a la baja

A pesar de que la actividad pesquera de mediana altura busca regularizarse en Yucatán, la demanda de productos marinos continúa a la baja y los precios siguen siendo inferiores
miércoles, 15 de julio de 2020 · 09:57

Aunque la actividad pesquera de mediana altura busca regularizarse, la demanda de los productos marinos es baja y en consecuencia los precios de venta son igualmente inferiores comparados con los que se pagaban antes de la pandemia del coronavirus, situación que todavía no hace redituable la actividad para unos cinco mil pescadores de este sector, según explicaron ayer hombres de mar que participaban en el movimiento diario del embarcadero de Yucalpetén.

Antonio Palacios Trejo, patrón de una embarcación de 60 toneladas, señaló que los grandes compradores han manifestado que los mercados de exportación siguen inciertos y por lo tanto no existe un gran interés por la compra de grandes volúmenes de productos del mar.

Luego de 21 días en alta mar con cinco pescadores a bordo, el barco arribó ayer por la mañana con 1.5 toneladas de pescados, la mayoría meros, aunque también negrillos y corvinas. Cada trabajador recibió un pago de 23 pesos por kilogramo capturado, cuando antes de la pandemia recibían 30 pesos por kilogramo.

Riesgo de cancelar exportaciones

Hizo notar también que los pacotilleros brillan ahora por su ausencia, a diferencia de otras épocas cuando acudían a comprar las especies marinas “hasta peleándose” entre ellos con tal de llevarse la mayor cantidad posible y pagando buenos precios.

Insistió en que realmente no es un buen momento para la pesquería en vista de que es muy reducido el precio que se les paga, por la baja demanda, lo que ocasiona que apenas obtengan un ingreso para sobrevivir.

Por su parte, el representante de una congeladora de la zona observó que, debido a que las actividades comerciales, turísticas y de servicios en los Estados Unidos no se han normalizado, e incluso con el riesgo de cerrar nuevamente negocios por los elevados contagios que se registran, las exportaciones a ese país podrían suspenderse nuevamente.

Escasez de productos

A su vez, Justo Pastor Rosado Noh, patrón de la embarcación Pescamex 39, arribó con un cargamento de casi dos toneladas de meros, algunos de los cuales con hasta 10 kilogramos de peso. Los 16 trabajadores estuvieron en el mar durante 23 días a una profundidad de hasta 27 brazas.

Se quejó que tres pescadores lo dejaron mal y no acudieron a trabajar pese a que les había dado anticipos de más de tres mil pesos, por lo que pidió a las autoridades portuarias que intervengan y sean más estrictos en el control de las Libretas de Mar para que no se les permita trabajar a quienes defraudan a sus patrones.

También solicitó la responsabilidad y solidaridad de los demás patrones de embarcaciones, ya que se han dado casos de varios de ellos que aceptan a quienes han defraudado a otros, aceptándolos incluso sin que porten su Libreta de Mar.

En cuanto a los precios de venta y compra, de igual forma mencionó que los precios son bajos, además de que el producto escasea, lo que desmotiva a muchos para arriesgarse a la captura de escamas en la actualidad.

Contrastes en medidas sanitarias

Expuso que pese al esfuerzo y riesgos que a diario tienen que pasar los pescadores, en estos momentos no se registran buenas ganancias e incluso con la posibilidad de tener pérdidas. Puso como ejemplo que su embarcación consume en promedio por cada viaje alrededor de 3.5 toneladas de diesel, cuyo precio es de 19 mil pesos por tonelada.

Los precios de compra de ayer por parte de las congeladoras fluctuaba en los 80 a 90 pesos el kilogramo de mero y huachinango, mientras que antes de la pandemia oscilaba en 100 y 130 pesos respectivamente.

En el movimiento de embarque se observó a decenas de pescadores que preparaban sus artes de pesca y se surtían de combustible y demás insumos para zarpar en las próximas horas por espacio de tres semanas a profundidades que rebasan las 30 brazas.

Otros hacían reparaciones a sus naves marinas para adentrarse a la mar en los próximos días, particularmente para la captura de langosta, cuya veda se levantó el primer día de este mes de julio.

De igual forma se notó que, aunque la mayoría de los trabajadores portaba cubrebocas en el desempeño de sus labores, había también quienes carecían de ese elemento de protección, con los riesgos que ello representa para su salud.

A la captura de langostas

Asimismo, el pesquero “Langosteros 5”, con cinco tripulantes, se avituallaba para su viaje de 20 días a 34 brazas para la captura de crustáceos mediante trampas.

Los pescadores dijeron desconocer los precios actuales que se pagan por kilogramo de langosta y, aunque están conscientes de que pueden ser bajos debido a la poca demanda por parte de restaurantes y hoteles, la necesidad los obliga a reactivar esa pesquería.

Indicaron que desde que comenzó la pandemia es la primera vez que se adentran al mar y prácticamente lo que puedan ganar en este viaje será para pagar las deudas contraídas por los meses de inactividad.

–Cuatro meses sin trabajo y sin dinero, pues lo que tenemos ahora son muchas deudas, así que lo poco o mucho que podamos capturar será para que paguemos nuestras deudas y seguirla pasando; que más nos queda, apuntó uno de los pescadores.


Por Rafael Mis Cobá