Bob Marley, músico que posicionó el Reggae a nivel mundial, reconocido por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

martes, 11 de febrero de 2020 · 04:20

Pilar Faller Menéndez

Hay quienes se dicen expertos en música y se declaran melómanos, todos sabemos que la música es un lenguaje universal y que es tan variada en sus estilos, que hay para todos los gustos. Estancarnos en un solo estilo sin experimentar otros ritmos, es en cierto modo negarnos a conocer manifestaciones musicales que han influido a lo largo de la historia, las que pueden gustarnos o no. He aquí la historia de un mestizo jamaicano que conquistó con su música al mundo y se convirtió en uno de los mitos musicales del Siglo XX: Robert Nesta Marley, quien estaría cumpliendo 75 años. Nació en una localidad pequeña de Jamaica y probablemente nunca pensó que llegaría a convertirse en un ídolo generacional que colocó al reggae, un ritmo musical antillano, a nivel mundial. Marley fue hijo de una mujer africana, y de un capitán del ejército británico, que nunca veló por su hijo. Buscando una mejor vida, Marley y su madre se mudaron a Kingston, capital de Jamaica, aunque la mayoría de los emigrantes terminaban viviendo en los barrios pobres. Esto influyó significativamente en su vida, que se sentía en el medio de una sociedad polarizada racialmente, ya que no era negro, ni blanco. Marley fue objeto de burlas y desprecio por su condición de mestizo en el gueto de Trench Town, él decía que no se inclinaba ni del lado de los blancos ni de los negros, sino del lado de Dios, lo que puede comprobarse en las letras de sus canciones que eran antirracistas y panafricanistas, aunque se sentía más cercano a la comunidad afro-jamaicana a la que pertenecía, así como la religión Rastafarí, la que era una mezcla de profecías bíblicas, que tenía una filosofía naturista y el nacionalismo negro. Cuando en 1930 Ras Tafari Makkonen fue coronado como emperador de Etiopía, y cambió su nombre por el de Hailè Selassiè, existía una profecía muy antigua de que un rey libertaría a la raza negra del dominio blanco, por lo que muchos jamaicanos creyentes de esta profecía, eligieron a este rey como el representante de su religión. Fue en este ambiente donde Bob Marley conoció a Neville Riley y a Peter McIntosh, quienes formaron un grupo musical influidos por la música de Ray Charles, Fats Domino, Brook Benton y otros. En 1963 forman su grupo “Wailing Wailers” y lanzaron su primer sencillo que alcanzó el primer sitio en Jamaica. Como músico, Marley componía música con raíces negras, pero fuera de su país era escuchada principalmente por los blancos. Sus canciones más exitosas las compuso a mediados de los años setenta, reflejo de esa paradoja. Marley fue uno de los pioneros en escribir canciones acerca de jóvenes delincuentes del ghetto de Kingston. Fue víctima de un atentado en diciembre de 1976 dos días antes de actuar en un concierto en Jamaica, para la reivindicación de la paz y los derechos de los jamaicanos, ataque del cual salió ileso. Después de este suceso se sintió amenazado y decepcionado por los políticos, y al día siguiente partió a Londres, con el fin de alejarse de las turbulencias de Jamaica. Este período tuvo como resultado una creatividad intensa así como numerosas giras por Europa. En 1977 sale a la luz su exitoso álbum titulado “Exodus”, que tuvo un éxito inimaginable en Inglaterra. Al siguiente año, el álbum “Kaya”, se convierte en otro éxito, con sus canciones sobre el amor y el homenaje a la marihuana, al que le siguió en 1980 “Uprising” con un éxito arrollador que lo llevó a realizar una gira por Europa en donde batió récordes de asistencia. Era el 22 de abril de 1978, y en Kingston Jamaica, 30,000 espectadores habían abarrotado el Estadio Nacional para presenciar el concierto One Love, one hearth (Un amor, un corazón) de regaee, que fue organizado con la intención de reconciliar a los dos partidos políticos de ese país, los cuales llevaban años de lucha en una sangrienta guerra urbana. Fue a la medianoche, después de siete horas de concierto, cuando en el escenario subió Bob Marley quien cantó algunos de sus éxitos e invitó a luchar por la paz y la concordia. Consiguió un milagro que después no tuvo trascendencia, ya que logró reunir a los dos políticos rivales y los tres se apretaron las manos en un gesto conmovedor, pero ya el día siguiente siguió la matanza en las calles. Marley recibió la Medalla de la Paz de las Naciones Unidas y se volvió un icono del pacifismo y de la lucha por los derechos civiles. Blanca o negra, su música que se inició en un gueto del Tercer Mundo, hizo que Marley se convirtiera en una estrella mundial, que llevó el reggae, un género genuinamente jamaicano que se ha extendido a todos los rincones del mundo, a ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2018. Al finalizar la gira por Europa, Marley cae gravemente enfermo por un cáncer que se había extendido por todo su cuerpo, por lo que decide regresar a Jamaica, pero la muerte lo sorprendió a los 36 años antes de lograr regresar a su tierra. Su cuerpo fue llevado a su ciudad natal en Jamaica, Nine Mile, en donde fue construido un mausoleo. A su funeral acudió el primer ministro de Jamaica, así como altas personalidades de su país. Su álbum recopilatorio Legend (1984), publicado después de su muerte, continúa siendo uno de los discos más vendidos de la historia. Por nombrar alguna de sus canciones más conocidas son Could You Be Loved, No Woman, No Cry, One Love o Get Up, Stand Up.