Lavamanos sucios y con moho es culpa de la ciudadanía, asegura Renán Barrera

El alcalde indicó que son los usuarios quienes por el “uso masivo” de los servicios no funcionan o están sucios.
miércoles, 23 de diciembre de 2020 · 08:29

Las pésimas e insalubres condiciones en las que se encuentran los lavamanos, así como la limitada funcionalidad de los módulos sanitarios que se instalaron con motivo de la emergencia sanitaria en Mérida, a causa del COVID-19, son desconocidas por el alcalde de la ciudad, Renán Barrera Concha, quien, al cuestionarlo, evadió su responsabilidad por la falta de mantenimiento.

Tanto al munícipe como a la Tesorera, Laura Cristina Muñoz, se les cuestionó sobre el monto de inversión del servicio, sin embargo, ambos coincidieron en desconocer los recursos destinados, “porque tienen muchas cifras en la cabeza”. Ninguno quiso dar más información. Cabe recordar que regidores de oposición dijeron que ese servicio no pasó por Cabildo y que Barrera Concha tomó la decisión de aplicar dicha medida directamente sin consultarlos. 

Al preguntarle al edil sobre el estado en el que se encuentran los lavamanos y las cabinas sanitizantes, hizo caso omiso y solo culpó a la población, por el "uso masivo", sin reconocer la nula limpieza de los espacios, así como la falta de funcionamiento de los aspersores en los módulos sanitarios.

“Si alguien los golpeó o los lastimó, los tenemos que cambiar, sin duda, pero en resumen a mayor movilidad, pues mayor daño a la infraestructura”, “Si un parque lo visitan tres mil personas en un día comparado con otro al que van 4, pues definitivamente el daño en la infraestructura es distinto, es sentido común”, dijo el edil meridano para justificar el abandono de dicho servicio.

Sin embargo, los mismos vendedores son testigos que durante los 10 mese de su instalación, dichos servicios se utilizan muy poco, e incluso hay quienes lo ocupan para otras funciones, pero el munícipe se negó a aceptar la situación, que podría significar un foco de infección para la población.

Los mismos meridanos son quienes han dado fe de lo insalubres que están las tarjas, la falta de agua, los escurrimientos y la mala imagen que dan, así como del mal uso del que son objeto por parte de personas que llegan a lavar carne o a bañarse.