La mayoría son producto de violaciones, advierte especialista Ricardo Rejón Barbosa, jefe del Departamento de Prevención a la Violencia en la Secretaría de las Mujeres (Semujeres), destacó que el embarazo adolescente“es un problema de salud pública multifactorial, que se agrava con las desigualdades como pobreza, falta de oportunidades, entre otras”. Además, apuntó que, por cada mil niñas de 10 a 14 años, se registraron 1.6 nacimientos y por cada mil adolescentes de 15 a 19 años, hubo 66 y 59 nacimientos, nacionales y estatales, respectivamente.
Esta problemática dificulta la actividad social y se incrementa debido a la falta de información sobre una sexualidad responsable, infecciones de transmisión sexual, métodos anticonceptivos y, especialmente, falta de concientización sobre violencia sexual en niñas y adolescentes.
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Embarazo en adolescentes de Quintana Roo, relacionado con violencia y falta de información
Aseveró que, en la mayoría de las ocasiones, los embarazos de niñas suelen ser producto de una violación, la cual se da generalmente por gente cercana.
Cabe destacar que además de las consecuencias negativas, producto de la violación, el embarazo y el parto en etapa de infancia o adolescencia también conllevan problemas para el desarrollo humano y social, además de los riesgos de salud que implican, como desnutrición.
Por su parte, el Grupo Interinstitucional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (GIPEA) apuntó que "el embarazo infantil constituye una grave consecuencia de la violación de los derechos sexuales y reproductivos de las niñas, considerando que entre los 10 y 14 años no cuentan con la madurez intelectual y emocional para decidir sobre su vida sexual y reproductiva y se puede argumentar que el principal factor asociado a su ocurrencia es la violencia sexual".
Además, el Inegi en el 2016 indicó que, a nivel nacional, el 3% de las niñas de 15 años o más tuvieron relaciones sexuales por primera vez sin su consentimiento, 9.4% de ellas (mujeres de 15 años) señalaron haber vivido violencia sexual en la infancia; después de la situación de violación, quienes reportaron embarazo, 8 de 10 fueron atacadas por sus familias.
Según información proporcionada por el INE en el 2015, 2.79% de las niñas entre 10 y 13 años en Yucatán reportan haber sido víctimas o ser víctimas de violencia sexual; en el caso de las adolescentes entre 14 y 17 años, el 2.46% reporta vivir o haber vivido violencia sexual.
Por otro lado, en el 2012, Yucatán ocupó el tercer lugar con respecto a las tasas de relaciones asimétricas en la primera relación sexual de niñas, niños y adolescentes; esto quiere decir que el 36% reportó haber tenido relaciones sexuales antes de los 15 años con una pareja mayor de edad.
Asimismo, Rejón Barbosa señaló que hasta el 2018 el 10.43% de las mujeres entre 20 y 24 se casó antes de cumplir la mayoría de edad.
Es ante esta problemática que Semujeres ha creado el Programa para la Prevención del Embarazo en Adolescentes para evitar este tipo de situaciones, en donde su objetivo consiste en realizar distintas acciones con sectores estratégicos y se encuentra ligado a una estrategia nacional, en un programa de mediano plazo en Yucatán.
En el programa realizan actividades como mesas de trabajo, cine foros, seminarios y jornadas comunitarias, incluso con la pandemia se han adaptado los programas, plataformas y actividades para que continúen siendo participativas, recuperando las vivencias, historias de vida, intereses e inquietudes de las poblaciones con las que se trabaja, puesto que se construye a partir del contexto.
“Hemos tenido que involucrarnos con escuelas, bachilleratos, los Cobay, Conalep, UADY, universidades, para llegar a las poblaciones, la respuesta ha sido muy favorable en cuanto a la participación”, dijo.
Los jóvenes reciben una capacitación extensa, teóricos y prácticos, replican estos talleres y actividades con otros adolescentes. Abundó que la capacitación para los jóvenes consiste en la sensibilización entre pares, focalizando los esfuerzos en los municipios que son prioritarios debido a las altas tasas de embarazos en niñas y adolescentes, entre los que mencionó Akil, Celestún, Hoctún, Chacsinkín, Mérida, Peto, Telchac Puerto y Temax.
“Este año fuimos reconocidos a nivel nacional entre los tres mejores Estados por nuestras buenas prácticas, nos posiciona a nivel nacional y hace unos días como mejor buena práctica a nivel nacional, gracias a la estrategia entre pares que se está construyendo”, apuntó.
SY